sábado, 19 de diciembre de 2009

AÑO DE NIEVES...

Pues eso, año de nieves, año de frío, ¡vaya un pijo!
Y mañana la Media de Aspe... Como diría el pirata: ¡que me "aspen" si no vamos a pasar frío!... Sobre todo viendo estas fotos que están sacadas desde la ventana de casa hace 5 minutos (os juro por mi neopreno que esta vez no ha habido "fotosor").
Pobretico el gallo, la de frío que debe estar pasando (para los que no conozcan la zona, la montañica que se ve nevada está a escasos 5 kms. de Murcia, es conocida como la Cresta del Gallo, famosa ya en la Güelta a España, y tiene unos 300-400 mts).



jueves, 17 de diciembre de 2009

Había una VEZ. El sueño de un año de globero.

Había una VEZ. La mayor parte de los cuentos empiezan así. ¿Y qué es un cuento sino un relato, generalmente indiscreto, de un suceso, o bien una relación, de palabra o por escrito, de un suceso falso o de pura invención? Y esa VEZ suena a ocasión, a oportunidad.

Pues ya está. Se resolvió la ecuación. Esta vez no hicieron falta las matemáticas: yo contaba con un sueño, porque para todo hay una primera VEZ. Y aunque pueda parecer que no -pues lo hice a mi modo-, le puse empeño e ilusión. Un año entero, el que estamos a punto de cerrar, para una VEZ, V-E-Z... V de Valencia, E de Elche y Z de Zarauz.

Creo que ya lo había contado antes, pero como siempre que se acerca el final de un año es típico, además del turrón, los maratones solidarios y esos horrorosos muñecos émulos de Papás Noeles trepadores que se cuelgan cada año de las ventanas, se estila mucho lo de hacer resúmenes. A mí, aunque no se me da bien resumir como ya sabréis si habéis tenido el valor de asomar el morro de vez en cuando por aquí, me han entrado las ganas y, picado por la nostalgia del pasado más reciente, aquí estoy, dispuesto a sintetizar todo un año en unas pocas líneas.

Por empezar de alguna forma, y como muy acertadamente me decían hace un par de salidas en bici, al empezar el año en invierno, lo más característico es que me pille hibernando. Y este 2009 no fue menos, aunque hubo una novedad: las varices.
Así que, entre ellas y mi famoso comportamiento "guadianero", llegó la "V" de la Maratón de Valencia (febrero) y yo tuve que conformarme con verla pasar. Había hecho 2 medias (Torre Pacheco y Santa Pola), que podríamos definir desde el optimismo y la realidad de mi preparación como razonables, pero viendo lo que sufría en cada duatlón no estaba para asaltos a glorias mayores. Vamos, ¡que me rajé!

El siguiente hito, cuando el tiempo comenzó a mostrarse más bonancible si lo ataqué con ganas: Elche. Había entrenado un poco cada modalidad, y terminé, creo que más que decentemente, mi primer medio IM.

En junio se cerraba para mí la cuadratura de un círculo que ni con un compás de acero cromado hubiera conseguido que saliera redondo-redondo. La Z de Zarauz se me atragantó. Fue una Z de sensaciones encontradas. Encontré desazón y encontré orgullo. La experiencia decidí convertirla en positiva. Creo que me hizo más fuerte (aunque no tanto como para apuntarme a Niza, que seguro que si no lo aclaro, habrá algún oriundo de Monteagudo que no perderá ni un momento para recordármelo).

¿Por qué no? Al fin y al cabo es el sueño de todo globero: llegar a meta justo cuando están desmontando la meta. A quien le parezca una leyenda urbana esto del IDM (Incordiados del Desmontador de Metas), que no se pierda la siguiente foto, que esa si es buen resumen de toda una temporada (por cierto, al tiempo del reloj no le déis mayor importancia, que al menos diez minutos -cuando no un cuarto de hora- fue el tiempo que estuvimos negociando con los jueces y con el orgullo para poder seguir al terminar la bici):


Y esta otra también es representativa:


¿A qué después de todo no ha sido tanto? Pues para el año próximo preparaos que vienen curvas... ¡quedáis advertidos! ¿habéis oido eso tan típico de "año nuevo, vida nueva"?... Pues este año prometo cumplirlo a rajatabla, ¡y si no al tiempo!

PD: Creo que el pobre Ander, que bastante tiene con ser de la Real, sigue traumatizado. Y Stani no ha vuelto a aplaudir igual ni siquiera cuando lo del Alcorcón.

PD2: Como en Navidad también son típicas las cestas, a pesar de la pose de la foto anterior os adelanto que no me he pasado al islamismo, y que me sigue gustando el buen jamón, así que si os sobra alguno...

PD3: Otro tópico típico es desear felicidad así que, en un ejercicio extremo de originalidad, ahí va eso: ¡¡Felices fiestas y a por el 2010!!

viernes, 4 de diciembre de 2009

AD.RUMBO FIJO -TRIATLÓN CIEZA ....1ª fase solidaria COMPLETADA

Bueno, de momento no hemos acabado con todas las necesidades, que está la cosita muy mala como muy bien sabréis, pero lo que debéis saber también es que el pasado miércoles, varios miembros de la Asociación Deportiva Rumbo Fijo-Club Triatlón Cieza entregamos a Cáritas Cieza el primer cheque de nuestra aportación solidaria con los más necesitados.

Nos encantaría que en el futuro el importe llevara muchos más ceros a la derecha, pero de momento es como una primera piedra simbólica, con la aportación reservada de las inscripciones en el reciente Duatlón Cross de Cieza y alguna que otra aportación adicional. Dicen que cuenta la intención, aunque para ser justos he de añadir que la intención no alimenta, así que si a alguno le rebosan los bolsillos o la cuenta en el banco y se le van cayendo los billetes por donde quiera que va, o sencillamente quiere purgar alguna pena ayudando a los que lo pueden necesitar, puede contar con nosotros para que le ayudemos.

Como no lo habréis visto en ningún medio de comunicación (al parecer resulta más interesante saber quien le pone los cuernos a quien y con quien, y de qué tamaño), os lo cuento yo, y os pongo una foto que siempre ilustra.


PD: Por si os lo estáis preguntando, el de la izquierda no es Wally. Soy yo, que le pegué dos hostias bien dadas al pringao este y le robé su habitual vestimenta. Luego, de izquierda a derecha: Diego -alma mater el proyecto-, Miguel -representante de Cáritas en Cieza-, y José Luis, Pepe Raja y Antonio, otros 3 componentes de la A.D.Rumbo Fijo

lunes, 23 de noviembre de 2009

¿QUÉ SE LE HA PERDIDO A BUGGS BUNNY EN JUMILLA?


Pues está bien claro: ¡¡¡ VINO !!!

Noticia extaída de ZanahoriaPress:
Buggs Bunny abandona su dieta vegetal rica en betacaroteno y se pasa directamente al tintorro de Jumilla.


No busquéis la noticia en los mentideros de internet, ni en los otros mentideros (los de las noticias de la tele). Al igual que la zanahoria es un fruto de la tierra, esta ocurrente forma de empezar la crónica del último duatlón cross de la temporada en el reino de Murcia (donde por cierto ya os adelanto que el rey ha sido Ramón García I de Puerto Lumbreras) es un fruto más de esta mente inquieta mía que no deja de golpearse contra las paredes de mi robusto cráneo intentando salir, tan ávida de carnavalescas comparaciones con las que disfrazar la realidad de diversas y coloristas vestimentas.

Vamos, que para siempre lo mismo, mejor contar cualquier chorrada que por lo menos divierta y entretenga... Aunque el caso es que, pensándolo bien, si que tengo algo nuevo que contar, lejos del habitual coqueteo con los últimos puestos. Vamnos a por ello:

1º Bolsa del corredor ==> nada de camisetas de algodón... En Jumilla, al pan, pan, y en la bolsa del corredor, vino.

2º Algo está cambiando en el mundo del triatlón... ¡está naciendo una nueva estrella! -aunque por el tamaño yo diría que no pasa de enana blanca-... ¿qué pasa? ¿no os lo creéis? ¡pues mirad bien la foto, a ver si localizáis al Guali Pascuali!
Ahí está la revelación de la temporada, en segunda línea de parrilla, con el dorsal 16, justo detrás de la élite (¡Bart Jaecken, el buen hombre, no se lo creía!), pero es que claro, con ese porte que uno se gasta, es normal que lo confundan con los buenos, ¿no?


Mas sigamos a lo nuestro: ¡pum! ¡cacharrazo de salida! ¡t'ól mundo en tropel a pisar uva! La peña no es muy numerosa, pero parece que con lo fresca que está la mañana, como que apetece correr rápido para entrar antes en calor.
-¡oye, un poquito de respeto, que si a mí me ha puesto delante la organización -eso sí, sin cobrar ningún fijo de salida- será por algo! -voy diciendo a todo aquel que intenta pasarme.

¿No decía yo que algo estaba cambiando? Pues como que empiezo a notarlo (y eso que aún no he catado el vino). Lo normal en estos casos: sales demasiado delante para tu nivel y te pones a un ritmo demasiado exigente. Alguno que otro pasa como perseguido por el espíritu de Zatopek, pero la cosa se estabiliza y me veo en una situación un tanto extraña: llevo casi tanta gente por detrás como por delante. Decididamente no es normal, por eso me recreo mirando la dispersa cola del cometa... ¡hay que ver lo cambiado que está esto corriendo unos segundos más rápido el kilómetro! ¡No me suenan las caras de los que llevo alrededor! ¡Eso es todo un lujazo para este cuerpo cavernoso mío!

Tengo una sensación estupenda. Es la primera vez que recuerdo estar sufriendo con gusto... Voy más rápido que en ninguna otra carrera que recuerden mis piernas. La segunda vuelta se me hace un poco más dura, pero aguanto el tirón y consigo dar alcance a dos corredores con los que he ido manteniendo la distancia. Habían anunciado 5 kms. en el primer sector, pero está claro que era bastante más (es posible que hayan seis). Basta con ver el tiempo que marcan los Guevara, Jaecken y demás en cabeza (rondando los 20 minutos). A mí me han salido 24'38. Perdonad que os aburra con mis cosicas de globero emocionado, pero es que me emociono.

¿Os he dicho ya que estaba disfrutando? Para celebrarlo me tomo un chupito en boxes, que ahora viene lo bueno: 28 kms. de BTT. ¿Qué más da perder unos segundos tomando un respiro?

Comienza la fiesta

Si hay algo que detesto más que las subidas son las subidas con piedras. Y si hay algo que odio más que las subidas con piedras son las subidas con muuuuchas piedras. Casi estoy deseando llegar a las subidas más duras, a ver si suaviza un poco el incesante repiqueteo que llevo en todo el cuerpo. Es el kilómetro 7. Ya voy cogiendo tonillo. Pero como diría la presentadora de un popular concurso del siglo pasado: ¡¡hasta aquí puedo escribir!!

Porque, ¿que pensariáis si os dijera que tras la bajada llego a boxes cuando no había colgadas ni una veintena de bicicletas? Este tío se ha pegado un trompazo y está delirando, ¿no?... Pues no, allí estoy yo, saludando a la concurrencia. Asombrando a propios y extraños; por supuesto a mi media mandarina que me animaba más que nunca: ¡¡qué bien vas hoy!!... ¿bien? ¿has dicho "BIEN"?

La realidad es que no iba tan bien. La realidad es que hubiera necesitado ir en moto (una de ruedas muy gordas para pasar por el pedregal que nos metieron). Pero me tuve que pegar una carrera-caminata-descenso sin pedales de 7 kms, pues fue en ese punto donde se acabó lo que se daba. Iba justo de fuerzas pero no fue esa la razón. Me tocó volver a patilla por culpa de una patilla... La del cambio, que se partió y me dejó tirado en medio del monte.

No os fustigaré con el relato de mi penoso regreso. La única parte potable -la de mi entrada en boxes corriendo, en plan lucha contra los elementos- ya la he contado antes. Se acabó lo que se daba por esta temporada. Y mi último objetivo, casi un capricho, el de quedar entre los 20 primeros de la Megaliga (reto que me había propuesto al empezar el año), no conseguido por culpa de una avería técnica (de haber terminado la carrera ocuparía el puesto 15 de la general, en lugar del 27). ¡Qué se le va a hacer!

Como diría Buggs Bunny, que para eso lo he traído a este relato del "duelón" cross de Jumilla -duelón, porque para mí fue como un duelo, ya que es la primera vez que no acabo una carrera que empiezo-, y porque había que verme corriendo por el monte, que más parecía un conejo disfrazado de duatleta: ¡¡¡ESO ES TO-TO-TO-DO AMIGOS!!!
.... Aunque, ahora que lo pienso, ¿eso no lo decía Porky?

lunes, 16 de noviembre de 2009

La penúltima globería

No es una promesa. Es una forma de hablar. Ya quisiera uno, que parece haberse encasillado como opositor perpetuo a insigne y muy leal globero del reino (¡pero estoy a puntico de aprobar la oposición, ja,ja!), que fuera de verdad la penúltima, y que, como tal, la siguiente fuera la última. Mas mucho me temo que no será así, y que a la siguiente le seguirá otra, y después otra... ¿habéis visto la pelicula del día de la Marmota? ¡pues lo mismico pero en globero!

Aconteció ayer domingo, tercer día del señor de noviembre de dosmilnueve. Lo mismo tuvo algo que ver una alineación astral producida en el sexto cuadrante cósmico de la Vía Láctea, de la que ni siquiera tengo noticia... ¡vamos! que seguramente estaba escrito en las estrellas con letra arial del veintiocho y yo ni me había dado cuenta, pero la cuadratura del círculo comenzaba cuando me anuncia Stani, mi guía espiritual del pedal, que salía con la peña de Cobatillas, por mor de la espantada del bueno de Juan, ese aspirante a IM, pero que de momento es más FM (FM, acrónimo habitual de Frecuencia Modulada, pero que en este argot más bien quiere decir: "Fiesta Man", porque no se pierde una el tío).

Y claro, como mis piernas con pelo no considero que den para seguir la estela de un conglomerado ciclista de élite dominguera (dicho sea con todos los respetos, no se me vaya a molestar nadie), y a pesar de la invitación de Stani de convertirse en una especie de lazarillo de goma, me excuso porque le aprecio y no quiero que se convierta su día de entrenamiento en un ejercicio de pastoreo. Además, tenía la intención de desvirgar mi nueva Orbea Onix, y tampoco era plan de meterse en un grupo muy numeroso, no fuera a ser que en el estreno terminara descabalgandome a mí mismo (lo que propiamente se denomina "estrenarse").

Quedé pues, conmigo mismo, para salir a pedalear en solitario por las cercanías. Con buen criterio pensaba que, de hacer el ridículo, mejor hacerlo a solas. ¡¡Y mira tú por donde acerté!! (últimamente estoy atinando con esto de los pronósticos más que con las quinielas de fútbol)... ¡¡válgame el santísimo señor de los Nazarenos y toda la estirpe de palomas mensajeras!!

En fin, no os preocupéis por mi salud. Al menos por la física, que no necesito puntos de sutura ni un nuevo repaso odontológico. Es más. Erráis si estáis pensando que me descabalgó mi nuevo jumento, pues no se puede caer de una bici quien no se monta en ella, ¿no creéis?... Al grano: que no pude ni llegar a montarme, pues en mi particular relación de amor-odio con los instrumentos insuflantes de aire a todo lo que sea rueda de bici, resultase que me cargué por la vía rápida la válvula de la rueda de atrás, dándose el agravante de no disponer a mano del debido repuesto ni haber hecho acopio del mismo en su debido momento.

Total, que después de la desafortunada globería y de haberme disfrazado de ciclista... ¡¡y es que no sé ni darle aire a las ruedas de la bici!!, con las orejas gachas y el espíritu entre las piernas, tuve que deponer mis ansias. Os rogaría que me recomendéis algún manual de esos de autoayuda que pueda infundirme los ánimos que se me desinflaron al mismo tiempo que lo hacía la cámara de mi bici. Porque creo que no hay demasiada literatura sobre el procedimiento para hinchar la rueda de una bici, que si no...

Bueno, de premio para quien haya aguantado la perorata, un lugar donde se me pasarían todos estos penares de globero:

lunes, 9 de noviembre de 2009

Erase una vez una bici muy cañera

Oye. Que es como para pensárselo: ni carbono ni aleaciones que parezcan productos derivados de investigaciones de la NASA. Si alguien piensa que le falta algo a su bici para ser la caña, aquí os dejo la propuesta definitiva: ¡una bicicleta de bambú! Vamos, de la caña de la que come el oso panda. ¡¡¡Y NO ES COÑA, SINO CAÑA!!! Tal cual, ¡palabra de globero!


¿Es o no como para pensárselo? Ligeras, resistentes, flexibles. A prueba de golpes (especialmente recomendadas para los globeros amigos de bajarse de la bici sin sacar el pie de la cala). Y encima no hay que cuestionarse la calidad, pues no viene de China (¡menuda trifulca montarían los osos panda si se enteran de que están usando el bambú para hacer bicis en lugar de para su gozo y disfrute!¡seguro que en lugar de montarse en ellas se las comían!).

La planta que las fabrica está en Ciudad del Cabo, allá por la República de Sudáfrica. Además, ¡mazo ecológicas!, porque su producción no requiere electricidad, y claro está: no se oxidan. Parece que ya hay algún diseñador de yankilandia interesado para exportarlas a todo el mundo. Dicen que aguantan hasta 300 kilos y además de modelos para carretera y montaña, tienen previsto una para carga, dado que también podrá ser usada por los campesinos para llevar sus productos a los mercados.

Bueno, y por alusiones, ya que estamos hablando de dureza, resistencia y flexibilidad, ¿qué tal si os muestro la foto de un tío que es la caña?... La foto es del duatlón de Cieza, subiendo la primera rampa del zigzag -cuando todavía tenía buena cara-. Después, como ya conté en mi "contracrónica", vino el chaparrón.

Por suerte, ayer en Puerto Lumbreras, este "lumbreras" no lo pasó tan rematadamente mal, a pesar del frío que hacía al llegar, la madrugaica que me pegué para meterme en otro fregado más, sobre todo teniendo en cuenta las pocas fuerzas que me guardé tras el rodaje de una horita a pie (con lo justico que sigo yendo a pie en esta pretemporada) del día anterior, y contando con que mi BTT estaba conforme la dejé después de la última prueba hace 15 días, con la cadena y el grupo suplicando aunque fuera un chupito de aceite de girasol y con más polvo que la tumba de Drácula... Pero es que es como un vicio...


(hablando de vicios, hete aquí un bici-oso)





La prueba fue curiosa. Los 20 kms. de BTT consistían en un trazado fácil de describir: 10 kms. tó p'arriba y 10 kms. tó p'abajo. Al llegar me conté los dientes y los tenía todos, así que, tan contento, sobre todo teniendo en cuenta el pedazo esprinaco que me marqué para ganar un puesto en la clasificación. ¡¡¡Globeros del mundo, uníos, y elegidme a mí como vuestro Dios, que sillín-mascota ya tenemos para el club!!!


PD: Un fallo fue que no pude tomarme ningún quintico. ¡Claro! Como los aironmanes no tienen lo que hay que tener pa tirarse al monte...

sábado, 31 de octubre de 2009

El asombroso caso del triatleta que entrenaba poco la bici y el nado y mucho la lengüeta

No te acuerdes de la solidaridad como si fuera un adorno navideño más que se apaga cuando los ayuntamientos retiran la iluminación de las fiestas. Practícala hasta que se convierta en tu deporte favorito, o en el alimento básico de tu dieta, porque, con diferencia, es lo que más llena.

Pincha en los siguientes enlaces (son 2 partes), pon bien altos los altavoces (vamos, que los subas de volumen, no hace falta que los pongas encima de un armario ni nada por el estilo) y prepárate a disfrutar de este atípico triatleta entrenando su especialidad preferida: darle a la lengüeta (también conocida como "la sin hueso"):
http://www.youtube.com/watch?v=w2jlRcUwM-A
http://www.youtube.com/watch?v=sgyA3STUYoo

miércoles, 28 de octubre de 2009

DUATLÓN CROSS DE CIEZA - la contracrónica


Si estáis buscando una crónica de la carrera, donde se hable de laureles, carnes de podium y otros éxitos similares, os habéis equivocado de página (la crónica "buena" la tendréis en breve en la página de la federación, donde un servidor la ha enviado tras darle unos toques con ese peculiar estilo suyo de grandilocuencia gratuita, jeje).

Este sigue siendo el blog de un "glob" ... ¿os habéis dado cuenta? Si en lugar de decir globero le quitas la fastidiosa terminación en "ero" queda como más internacional, estético y hasta puede que glamuroso, aunque al final consista en lo mismo que llevo oficiando desde que me dedico a esto de arrastrarme por duatlones y triatlones varios. Vamos, el blog de un auténtico "palanganas".

Y es que, a pesar de que cada uno de nosotros seamos raros a nuestra manera, yo me veo, y a veces ni me lo creo... ¡pues no se presenta el payo -servidor- a un duatlón cross -el de Cieza- que consideran duro hasta la crem de la crem sin haber tocado la BTT desde la pasada temporada!... Y para más inri, después de haber pasado una noche perruna -no es por buscar excusas, que ya sabéis que yo no las necesito, pues soy una excusa andante, pero creo que hasta tuve algo de fiebre-, y haber intentado aprovecharme el día anterior del bajo estado de forma del hijo del viento en su primer entrenamiento de la nueva ruta aironmaniaca iniciado tras su merecido descanso post-titánico, lo que sin duda contribuyó para que vaciara mi poco llena saca de las fuerzas, -disculpa Stani, pero tenía ganas de presumir de que es la primera vez que no me sacas los ojos cuando salimos en bici, ja,ja-.

En resumen: ¡vaya cagada de duatlón!... Si me buscáis en la clasificación, empezad por abajo, que acabaréis antes (y del tiempo, ¡uf, que horror!... en mi descargo únicamente puedo decir que el primer sector era más largo y duro que el año anterior)

Aún no me he quitado el empacho de zig-zag... Y espero que nadie se percatara del nuevo estilo que empleé para subirlo a golpe de pedal, pues lo mismo se pensaba que iba bebido, ya que a falta de farolas en las que agarrarme para no dar con los huesos y los dientes en el suelo, me fui sujetando en los pinos que pueblan la subida (lo he mirado y el reglamento no dice nada de agarrarse a los pinos para recuperar el aliento)... ¡Mira! al menos, puedo presumir de que no eché el pie a tierra (tampoco en la bajada de la cuesta de las cabras, aunque poco me faltó de lo lento que iba para abajo).

Lo único positivo y de lo cual poder sentirme medianamente satisfecho, es de haber terminado, de haber adelantado al menos a un par de corredores en la bici, y de que al ser el tercer corredor del equipo, gracias a mí aparezca nuestra A.D.Rumbo Fijo en la clasificación por equipos...

Por supuesto, en la siguiente prueba (Alhama) haré mutis por el foro, e intentaré recuperar la compostura y dignidad que le son propias a este triengendro que estoy hecho que entrena más la lengua y la pluma que la bici y la carrera a pie.

Nota: Por supuesto agradezco el constante apoyo que recibí en carrera de los miembros de la organización (y por ende del club) que me conocían y tuvieron a bien asignarme un inmerecido dorsal (¡¡¡el nº 7!!!), sin avergonzarse por ello, ja,ja.

Nota2: ¡Las fotos, desde que existe el "fotosor", no son fiables! ja,ja

viernes, 16 de octubre de 2009

MI GOZO EN UN POZO

Hago uso de esta conocida expresión popular en el sentido literal, no en el que todos entendemos de buenas a primeras. Es decir, que en lugar de ser una expresión de contrariedad o de llevarse un chasco (que también podría usarla en ese sentido por las continuas incongruencias del género humano -cada día más cercano al género tonto, por definición, por las gilipolleces diarias de esta civilización nuestra y, obviamente, por desgracia-), la utilizo con el significado literal y exacto de las palabras que conforman la expresión comentada:

Mi gozo en un pozo

Y es que toda mi alegría, mi ilusión, y por tanto, también mi gozo, los he puesto en un pozo, en esos de sacar agua, que tan prohibidos están por nuestra tierra, y que tan necesarios son en otras tierras. Concretamente en Ghana...

¿Y qué se me ha perdido a mí en Ghana? Pues en realidad perderse no se me ha perdido nada. Bien al contrario, yo diría que lo he encontrado. Gracias al amigo Lukas Gubler, un gran tipo, sin duda. Aguileño de adopción, he tenido la fortuna de compartir con él muchos de esos raticos de sufrimiento y agonía en los triatlones, y os puedo asegurar que es un ejemplo. Ahora ha emprendido un proyecto precioso y estupendo en un pueblo de Africa.

No dejéis de entrar en este blog donde lo explica todo. La causa lo merece. La solidaridad nos llama. ¿La esccuchas? http://www.lukas-borehole.blogspot.com

sábado, 3 de octubre de 2009

TENGO EL CORAZON EN CARNE VIVA

UN PAIS CON MAL DE AMORES. UNA CORAZONADA. LOS EMPRESARIOS DE LA CONSTRUCCIÓN DESOLADOS. LA "CIUDADANÍA" TAMBIÉN (ya casi se han olvidado de la próxima subida del IVA), en fin....

Copenhague, momentos después de la elección de Río como sede olímpica del 2016.

Espe: ¡Ay que pena, con las ganas que tenía de verbena!... Y yo que tenía una corazonada...
Gallar: Pues háztelo mirar, no vaya a ser que te dé un yuyu
Suma: ¿Por qué no os calláis?
Zapa: Pepiño, ¿entonces lo de la subida de impuestos qué? ¿lo mantenemos o como ya no organizamos todo este pifostio no hará falta?
Piño: A mí no me preguntes, que yo no soy el de economía
Zapa: Pues haz llamar entonces a Perico
Piño: Esto, jefe, que Perico se dio el piro...
Zapa: Ostras, se me olvidaba felicitar a Lula... Aprovecharé para hablarle de mi alianza de civilizaciones
Mariano: Ah, ¿pero han venido también los Lunnis?
Gallar: ¿Y ahora qué obras me inventó yo? ¡si la M30 la tengo ya casi acabada!
Espe: Buenooo, pues hacemos un tunel para llegar a Segovia más rápidos a comer cochinillo
Gallar: Oye, ¿qué me estás llamando?
Suma: ¿Pourquoi vous ne vous taisez pas?... (jo, ya sé decirlo hasta en francés)
Pelé: ¡sambaaaaa di Yaneiro!

Bueno, me parece que no es la versión oficial que nos contarán, pero seguro que pensándolo un poco al final salen las cuentas.... Seguro que al COI le salen las suyas por algún lado. Y de paso incorporan algún deporte nuevo al calendario olímpico... en la modalidad de saltos: "asalto" a mano armada, en la de deporte rural: deforestación acelerada del Amazonas, ¡y samba! ¡mucha samba!... Por algo la máxima política vayas donde vayas es la misma:
"cuando al pueblo le das fiesta, se olvida de la zapatiesta"

domingo, 27 de septiembre de 2009

ME LO VOY A PENSAR

¿O no es para pensárselo con noticias como ésta? (fuente www.marca.es)

Un coche atropella a un atleta cuando iba segundo en una media maratón
EFE. Salamanca 27/09/09 - 13:45.
El vallisoletano Óscar Fernández Giralda ha sido atropellado el domingo por la mañana por un vehículo cuando iba segundo en el XXVI Medio Maratón Babilafuente-Salamanca. Aunque en un principio su estado no reviste gravedad, una ambulancia trasladó a Fernández Giralda hasta un centro sanitario de Salamanca para que evaluaran las heridas. El atropello se produjo en la mitad de la prueba, cuando los atletas llevaban recorridos 13 kilómetros, en el término municipal de Aldealengua.

Con cosas así, ¿qué tal si nos pensamos lo de que Madrid sea ciudad olímpica con la poquita cultura deportiva que hay en este país? Con lo de cultura deportiva me refiero a la de verdad, no a lo de ser forofo del Madrid o del Barsa de fútbol y pare usted de contar.

Y con esto no digo yo que "darle al vidrio" (en barra fija) no esté bien, pero a ver si empezamos a ver al deportista popular no como a ese ser molesto, por culpa del cual se cortan las calles, sino como un ejemplo a seguir.

sábado, 19 de septiembre de 2009

EL OTOÑO HA LLEGADO, Y MU FLOJICO ME HA PILLADO.

Por no tener ganas, casi no tengo ganas de escribir. Eso ya demuestra el estado de mi estado de ánimo, valga la rebuznancia.

Debe ser el cambio de tiempo. O al menos eso quiero creer. Porque ponerse trascendental no soluciona nada... El tiempo (las horas, los días, los años y la vida en general) pasa y no hay más remedio que verlo pasar... ¡bueno, tampoco me voy a poner poético así que cambio ya mismo de párrafo!

Luego, además de mirarme el ombliguico -que empiezo ya a desgastármelo de tanto mirar-, miro también a mi alrededor. Digo yo que para consolarme, viendo que hay cosa mucho peores y para ver que lo mío debe ser una simple abstenia preotoñal (o eso o un pedazo de síndrome postvacacional que se caga la burra -bastante post, "pos" resulta que ya llevo currando varias semanas-), y entre la neuropatía reinante por lo de la gripe A, que parece que nos fuéramos a morir todos, y ciertos episodios del entorno bloguero más cercano, pues se siente uno como raro y apesadumbrado.

Porque a los pesares que arrastra el buen amigo Paco, a lo mal que le está sentando la abstinencia yintoniquera a Stani, otro que tal baila en su sueño titanero, el abandono sorpresivo y sorprendente de la empresa Dovalense y a las desagradables experiencias alcarreñas del compañero camaléon -bravo, Jesús, seguro que si te miras tienes más de dos bolsas escrotales-, uno yo mis pocas ganas y me parece la cosa como de epidemia grave... Vuelvo a pensar que será el tiempo. El meteorológico.

Pero no puedo evitar ponerme un poco trascendetal. He intentado salir a trotar, pero me cuesta horrores y sufro como nunca. Juro por el cuadro de carbono de la bicicleta que tengo en mente comprarme que he intentado reengancharme. Y que hasta acudí como un valiente al primer entrenamiento de septiembre a la pista de atletismo... Pero casi fue peor, porque acabé arrastrando mi penosa y fustigada anatomía por lo verde.

Y es que noto como me brota desde lo más profundo ese torrente de emociones que recorrió mi cuerpo en Zarauz, el pasado junio. Ha pasado ya mucho, pero a mí como si no se me hubieran pasado los dolores. ¿En este estado queréis que me anime a emprender la aventura IMpresionante del IM?... ¡Tengo yo que recoger aún muchos pedacitos de mí y recomponer mi triste figura! ...

Más no sufráis. De momento no abandono. Creo que no lo haré nunca. Me resisto a resistirme. De hecho, aprovecho esta ventana abierta por la que apenas entra el fresco (¡y no me refiero a tí, Stani! que eres el único que se asoma con puntualidad británica) para animar a los desanimados, tanto a los eventuales como a los profundos. De verdad. No os perdáis por el bosque de la incertidumbre. Sabed que al final se ve un claro. No es ninguna luz blanca salvadora y cegadora a partes iguales. Basta con que sea un claro, y con que, ¡claro!... crea uno en que la hay y no deje de buscarla. Estos momentos raros son comunes y normales entre todos los mortales. Y tenemos todo el derecho del mundo a sufrirlos y padecerlos... Pero, hacedme el favor de controlar el sufrimiento y no os desesperéis demasiado. Todo siempre en su justa medida.

Ojalá os sirva todo este rollo. Porque me ha salido tal cual y no ha necesitado ninguna corrección. Tenía ganas de soltarlo, de dejarlo pastar por el monte.
A ver si de una vez me deja vivir. Y entrenar, aunque sea para la vida nada más. Porque vivir no será deporte olímpico, pero o te entrenas para ello, o el castañazo es de órdago.

¡Ánimo a todos los Titanes! ¡y a los que se IMaginan IM! ¡a los que lo pasan mal pero no dejan de buscar la salida! ¡y a los que viven y se entrenan para vivir!

¿Ya? ...¡Ya!

PD: Ahora es cuando podéis comentar lo bonita que me ha quedado la forma de justificar que no estoy entrenando nada.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Septiembre; vuelta a empezar sin haber acabado

Septiembre es un mes que siempre me ha gustado. Lo recuerdo desde pequeño. A pesar de que llevaba implícito el fin de las inacabables y deliciosas vacaciones de verano, siempre tuvo algo especial para mí. Lo mismo es porque cobija el día de mi cumpleaños. O por la feria de Murcia. O por el olor del dulce de membrillo tan delicioso que preparaba mi abuela con tan característico y aspero fruto de la agonizante huerta de Murcia -mi abuela lo llamaba carne de membrillo-.

No sé. De septiembre me gusta hasta su nombre, con una etimología que juega al despiste desde que el inicio del año se trasladó de marzo a enero, pues en su origen, cuando lo romanos inventaron el calendario (que no todo lo inventan los americanos o los japoneses), era el séptimo mes.

Ahora septiembre, bautizado comercialmente como el mes de la vuelta al cole por don corticoles, y yo diría también que el de los coleccionables y, por supuesto, el de mayor incidencia en la grave pandemia de síndrome postvacacional (dolencia que este año está teniendo menor repercusión por mor de la crisis... entiéndase la sencilla ecuación: a más paro menos gente que tiene que volver al trabajo y sufrir este mal), se ha convertido en una segunda oportunidad para volver a empezar, después del fracaso del propósito de enmienda del lejano mes de enero.

En lo de la vuelta a empezar me tendréis que dar la razón. Hay ejemplos a patadas: comienzan los futboleros a lo suyo -por cierto, que bien hilado que me queda lo de las patadas con el futbol-, que ya había ganas de que rodara la pelotita a falta de que rueden cabezas en la descabezada politica nacional; los políticos vuelven a la gresca, que es lo suyo a falta de mayor profundidad de armario intelectual, y don Zapa, el presidente, con su aderezo cuasi heroico de aliviador de conflictos viene a poner orden en el caótico estropicio verborreico que ha creado su numero dos, don Pepiño, con que si subían los impuestos hoy, pero mañana no, o con la alegría de la huerta que es doña Trini y sus afaires griposos.

Vuelve la justicia a hacer de las suyas y el juez sustituto, forofo de la teoría rousiana que abogaba por la bondad innata del hombre, se fía de una de estas descerebradas hijas de tal, y la deja en libertad, eso sí, retirándole el pasaporte para que no se fugue, cuando resulta que ya lo había hecho una vez... ¡no, si ya sabía yo que la fuga de cerebros era una realidad! ¿ves como a más de uno se le ha fugado el suyo y sólo tiene el conocimiento justo para pasar el día?...

¿Alguien da más? ... Y yo, que llevaba mes y medio sin correr (más allá de las correrías veraniegas por el centro de las Europas que relaté en mi anterior entrada), me apunto ayer a iniciar un plan de entrenamiento para un Ironman... ¡¡¡alto!!! ¡¡¡t'ol mundo quieto parao que no es que me haya dado la ventolera!!! La cosa es tan simple como que me pasé por Espinardo a darme un tute a entrenar, hito que marcaba el comienzo del plan de un aspirante real a ironman (que no soy yo, por más que insistas, Stani).

El efecto ha sido inmediato. Un E.T. y hoy tengo las piernas como el hierro, pero no por lo fuertes, sino por lo pesadas y porque apenas puedo moverlas, ¡madre del amor hermoso y del jersey de cuello vuelto! Momento IKEA para empezar. Supongo que así se forjan las leyendas.

Ya os iré contando la mía, si acontece algo digno -que yo espero que si aunque ni os podáis imaginar en qué sentido-.

De momento he empezado con ganas, y corriendo a tope, pues el pasado sábado, después de llevar mes y medio sin correr, me apunté en el Cross del Llano del Beal, que eran sólo 4200 mts, pero por tierra y para arriba y para abajo. Y la cosa salió por debajo de veinte minutos, que era a lo más que yo podía aspirar (a 4:40 el km), para un más que digno puesto en la primera mitad de los llegados (150 de unos 320), pues no suelo yo frecuentar mucho esos lugares en ninguna clasificación.

miércoles, 19 de agosto de 2009

DE VUELTA DE TODO O CASI



Ya estamos aquí, por suerte y por desgracia. Por suerte porque siempre hay que contar con la divina providencia y la protección del señor de los alquitranes para volver a casa con todos los piños, después de una aventura cuasi quijotesca como la vivida en estos últimos treinta días de nuestra vida. Por desgracia, porque el regreso va íntimamente ligado al final de las vacaciones, y toca volver al redil.

Uno, que ya va teniendo esa edad en que los meses se te empiezan a escurrir de entre las manos, como por arte de birlibirloque, y en que ves pasar las hojas del calendario en imparable cascada, siente la maldita velocidad del infernal carrusel de los días que no cesan, y aunque de idiomas voy más justo que al final de un triatlón sprint, es ahora cuando empiezo a entender el sentido de los más tópicos de los latinajos... Tempus fugit, Carpe Diem... ¡la madre que parió a Lucrecio, Catulo, Virgilio, Horacio, Ovidio, Tibulo, Propercio, Salustio, Livio, Nepote y Cicerón! (que para el que no lo sepa no es el once de gala del equipo de futbol de los lunis sino una sarta de escritores latinos, de la edad de Oro).

A los que pensábais que en cuanto me diera un poco de aire por las Europas me dejaría de circunloquios, lamento comunicaros que he vuelto casi más barroco, dado el baño que nos hemos dado del referido período artístico dieciochesco. Pero también he vuelto un poco más hombre de mundo, con la mente oxigenada y pensando en verde, un poco más tirolés, "esnitchizado" hasta límites insospechados después de meternos entre pecho y espalda más de medio imperio osterreico.

Si tuviera que resumir en una palabra todo lo vivido en este escueto pero intenso mes, os diría con total seguridad (y con tu permiso, amigo Ramón, IM en ciernes) que me siento "dovalizado". Porque, salvando las distancias (que yo más bien lo catalogaría de enorme abismo), me he sentido un poco como ese Ramón espigado y de mundo, ese Ramón de altos vuelos, que en octubre se graduará en la Universidad catalana de triatlón.

Por unos momentos he estado en lo más alto,
he cruzado países y fronteras como para aburrir al guardia, por encima y por debajo,
he subido y bajado montañas,

cruzado lagos y ríos,

he cogido a Europa por los cuernos,

he estado olisqueando y siguiendo el rastro del sueño de hierro, en las cercanías de Roth.

Y también he vuelto con un cargamento de cerveza austríaca y checa, con la que sabré recompensar a mi cansado espíritu campero, campestre y campista.

viernes, 17 de julio de 2009

CERRADO POR VACACIONES

Pues eso, que el menda cuelga el cartel de cerrado por vacaciones, tanto en el blog como en el apretadísimo calendario de competiciones que me he marcado este año (oye, que lo de "apretadísimo" no os vayáis a pensar que lo digo así con aires de suficiencia o altanería...¡todo lo contrario!... Ha sido muy apretado por lo ajustado que he ido siempre).

Aún queda la mini-temporada de duatlones cross, que este año espero poder hacer, si es que no me dejo alguna pieza dental en el camino. Ya me veo luchando por no llegar el último, pues la BTT se me atraganta bastante más que la de carretera. Pero para empezar con ese sufrimiento me queda como mínimo un mes, que es el tiempo que espero estar europeizándome, ¡vistiendo mi vida y mi vista de verde! ¡del verde de los prados franceses! ¡del verde de las escarpadas montañas suizas! ¡de los parajes tiroleses! ¡o con la cerveza alemana!... (para esto de la cerveza ya sé que lo único verde son las botellas de Heineken, pero ¿qué mejor que ver verde con una botella rubia en la mano?). ¡Ay, qué ganas tengo de enfundarme una chaquetita!

A los que permanecéis al pie del cañón, dispuestos a la batalla triatlética, acuática o pedestre en cuantos acontecimientos populares se den el mes siguiente, ¡toda mi admiración!... Dedicadme alguno de vuestros sufridos y gloriosos momentos en competición, que yo prometo acordarme de vosotros en algún histórico enclave centroeuropeo.

Hasta la vista.

sábado, 11 de julio de 2009

UN GIRO EN MI VIDA

Tal vez no sea el momento más adecuado. Lo sé. Cuando aprieta la canícula la sustancia gris de nuestro cerebro se disuelve, como lo hacen las palabras entre los vapores etílicos de una noche de verano, y cabe la posibilidad de que pensamiento y sentimiento se disocien y alejen, como polos positivos de un imán o como placas tectónicas a la deriva disociadas de la originaria pangea, que tanto terminó separando los distintos mundos de este mundo.

Lo he estado pensando bastante tiempo -la fisolosofía es una ciencia que cuece a fuego lento-. Casi tanto como el que llevaba sin lanzar ninguno de mis mensajes en ésta mi particular botella bloguera que casi nadie lee. Ya no hay marcha atrás. Lo tengo claro. Cada cosa tiene su momento, y cada momento su cosa. Zarauz fue el momento bisagra; Aia un punto de inflexión orográfico perfectamente definido (amén de empinado)... aunque lo cierto es que desde el momento antes de la salida comencé a maquinarlo en mi mente.

Así pues, y definitivamente, ¡HE DADO UN GIRO A MI VIDA!

Hágase pues....





jajaja... ¿no habrá nadie que se haya asustado ni pensado cualquier cosa rara?

Por cierto, también tenemos maillot corto nuevo, fruto de una ardua labor de ingeniería de diseño vasco-murciana. Y además coincide que mi nuevo "GIRO" coincide con los colores del maillot... ¡ya te digo! ¡ingeniería pura y dura!... Ahí va la foto completa para que paladeéis el buen gusto de este Z-globero y su media mandarina vasca:



Nota: Los derechos de "copirín" son para una causa benéfica (se puede ver en la parte derecha del frontal del maillot), por lo que si alguien quiere sumarse a la iniciativa y hacerse con uno de estos maillots solidarios no tiene más que decírnoslo. Ya sé que mola más tener la camiseta solidaria del Barsa, pero bueno, es compatible... al fin y al cabo ellos también son "tri" este año.

Nota dos: Paco, a tí te lo regalamos, pero si te parece devuélvele a Juan su talla XXL, que a tí te va un poco grande, ¡que no estás tan gordo, pijo!

Otra nota más: En resumen, y volviendo a la cosa triatlética, no temáis, que aún no cuelgo los aparejos. Bien lo sabéis quienes pudísteis gozar con mi sufrimiento en la primera edición del Triatlón de Cehegín, disputado en la tarde-"noche" de ayer viernes. Puliendo algún pequeño detalle como la hora de inicio, esta prueba puede llegar a convertirse en una de las míticas, ya que la dureza de los 30 kms. del sector ciclista no tiene parangón actualmente en ninguna otra prueba de las que se disputan en nuestra región. A caballo entre un sprint y un olímpico, y sin un puñetero metro llano (¡que más que un recorrido en bici parecía un parque de atracciones con tanto tobogán!¡palabrita de globero!), es posible que en cuanto se corra la voz, inscribirse en futuras ediciones se convierta en misión harto complicada.

Nota para Felipe: ¡que muchas gracias por tu rueda!... pero ya tengo cuatro, ¡por eso al final decidí no quedarme con ella y dejar que te fueras!... jaja

martes, 16 de junio de 2009

El reto de Zarauz. DIA D. HORA H.

En un lugar de Euskadi, de cuyo nombre nunca podré olvidarme.... o dícese también de las aventuras de don Quixarli (aviso a navegantes desde el principio: con esta entrada el próximo premio Cervantes va para el menda... si no habéis desayunado fuerte no intentad leerla de un tirón que os puede dar lo susodicho en el cerebelo profundo).

Dia D-1.
Viernes 12 de junio. El primer desembarco (el de las máquinas desconyuntadas y el de nosotros, también algo descoyuntados tras recorrer los más de ochocientos kilómetros del viaje) tenía lugar a eso de las 18:00 PM. Destino: Hotel Zarauz. Desde allí nos dirigimos a recoger los dorsales.

Aprovecho para empezar a empaparme y disfrutar del ambiente triatlético. Cualquier globero con aspiraciones -cual es mi caso- ha de aprovechar estos momentos míticos para intentar aprender y disfrutar.

La recepción que nos dispensan los Zarauz Master, encabezada por Lourdes y Javi, nos hace sentir como en casa. Nos ponen al día de la previsión meteorológica y de las
previsiones del estado del mar para el día siguiente. El empeño de Javi por explicarnos ciertos comportamientos habituales de las inmensidades del mar es encomiable -¡muchas gracias por ello, Javi!-, pero yo, apabullado ante la belleza de la panorámica desde el mirador que mañana se convertirá en boxes de la prueba, me quedo con lo justo y es que, al parecer, se han confubalado astros y mareas, y mañana ahorraremos al nado unos cuantos metros. El primer objetivo -salir del agua en menos de la hora del fatídico corte- parece al alcance de mis manos y mis pies chapoteadores.

A la hora de la cena se nos unen otras dos de las "sirenas" (Bego y Eva), además de los compañeros de Santa Pola (Mitxel y José Pascual). La velada transcurre veloz y amena entre pasta, pizza y risas... ¡hasta da la sensación dee que no se hace nunca de noche en la pizzería!, pero la cosa tenía truco.


Día D.
El día del Desembarco ha llegado. También el de hacer público que si considero este día como "D" no sólo es por la metáfora del desembarco, sino porque, accediendo a las súplicas de aquellos con quienes comparto mis poco habituales salidas ciclistas, por fin me he Depilado, con D mayúscula... ¡albricias! ¡eureka! Stani se ha puesto ha bailar una especie de danza tribal al enterarse y no da crédito al ver mis paticas huérfanas de pelos. Yo sólo confío en no sufrir los males de Sansón y en pasar desapercibido entre la marabunta de triatletas de los de verdad con los que compartiré playa.

Ya no hay vuelta atrás. Lo mismo que al Quijote le hizo enfermar la lectura de aquellos libros de caballería con los que se topó, yo también he caído en las redes de esta secta del triatlón, y me dispongo, con una templanza y unos nervios impropios para alguien que se ejercita tan poco, a afrontar la mayor de las aventuras que caballero rodante alguno pudiera imaginar. Tal vez ese desparrame de seguridad en mí mismo es una demostración de ese optimismo exagerado que suelo gastarme (Garban, ¿cómo me sueles definir tú?), capaz de ponerte por igual a las puertas del Olimpo que a las puertas del mismísimo infierno deportivo...¡ya se verá!

-Más en fin, amigo Sancho, tomemos nuestras monturas y encaminémonos en busca de nuevas sensaciones (ya de por sí lo es esto de comerse un plataco de pasta a las once y media de la mañana, que no he pedido que me traigan un embudo para tragármelo porque quedaba poco estético, ¡y estando tan mono yo con mis paticas rasuradas no era plan!).

HORA H.
En boxes se huele a vaselina y a inquietud. El ritual comienza dejando todo el material en su sitio y repasando mentalmente el tema de las transiciones. Y acaba con el necesario reajuste hídrico, caracterizado por un vaciado del líquido excedente, como el que cambia el aceite de un motor al cabo de los kilómetros preestablecidos.

La meteorología parece propicia. Acompañados por el neopreno, nos dejamos guiar hasta la cercana Guetaria deleitándonos con el trayecto que habremos de deshacer surcando las aguas del inmenso océano. Los nervios siguen sin aparecer. Está nublado y yo sigo como montado en una de esas nubes que impiden a don Lorenzo calentarnos más de lo necesario por ahora -ya habrá ocasión más tarde-.

Nos sueltan a pastar en la arena de la playa de Guetaria, poblada de bañistas y repleta de olor a sardinas asadas. Tengo hambre -¿será por eso lo de la hora "H"?-. Es un apetito tanto físico como etéreo. Son ganas de que llegue el momentazo y pongamos a funcionar nuestros cronómetros y nuestros remos. Entonces, a lo largo de dos kilómetros y medio (o lo que uno, a su buen entender de lo que es la línea recta en el mar, pueda recorrer) tendremos que apañarnoslas para regresar al lugar donde aguardan prestas nuestras monturas.

Primero salen las chicas. Son pocas. Todo un detalle aunque imagino que doña Bibiana no estará al corriente, pues de lo contrario pondría el grito en el cielo en pro de la igualdad de los miembros y miembras del mundo triatlético. Quince minutos después nos amontonamos los tios y tiarrones detrás del arco de salida. Sigo sin sentir nada. Al menos nada malo; las breves incursiones natatorias de calentamiento me han dejado buenas sensaciones...¡vamos! ¡que no tengo ninguna duda de que saldré del agua antes de una hora!

Con mi habitual cortesía dejo salir a todo el mundo y entonces -sólo entonces- me echo al agua. Quiero evitar esos agobios iniciales buscando un hueco donde poder dar un par de brazadas seguidas sin tener que recibir o repartir estopa. Sorpendentemente, dada la concurrencia del evento, consigo ese objetivo, pero no el de evitar otro tipo de roce: el neopreno me empieza a rozar donde siempre, y eso que me he puesto vaselina como para siete noches de lujuria y desenfreno... Como ya no tiene solución procuro olvidarme y me concentro en buscar un ritmo adecuado. La tarea no me resulta demasiado complicada: sólo sé nadar de una manera. Imagino que es el ritmo adecuado; siempre voy acomnañado en mi chapoteo y eso me tranquiliza.

Se me hace un poco largo el último giro hasta enfilar la salida a la playa de Zarauz, da la sensación de que nunca se acabara el dichoso giro. Pero está ahí. Ya se intuye. Cada vez estoy más animado. Veo el fondo. Estoy a punto de completar el desembarco...

- ¡Adelante, valientes! ¡la playa es nuestra! -la gente ha bajado a la arena y nos hacen un pasillo. Aunque me lo habían contado impresiona ver y oir a tanta gente animando... Llevado por el ansia y los aplausos me envalentono y remonto unos cuantos puestos antes de las escaleras.

Primera transición.
Me veo bien. He subido las escaleras casi sin esfuerzo... creo que no he utilizado ni las piernas. Me ha llevado en volandas la euforia y estoy en boxes. El cronómetro me confirma que estoy en el mejor tiempo que podría haber imaginado (cincuenta minutos), pero un pequeño detalle me baja de la nube: apenas quedan bicis en boxes... ¿he estado nadando con triatletas o con la familia extensa de Lobezno que, en lugar de cuchillas, tienen aletas de quita y pon? ¡joder la peña cómo se las gasta! Seguro que donde yo tenía pelos antes, la mayor parte de la concurrencia por aquí tiene escamas... Aunque lo mismo puede ser que le dediquen al entrenamiento acuático bastante más horas que yo.

Pero ¿qué más da? He superado la primera prueba y estoy entero. No es es mi guerra. Mi objetivo era, es y sigue siendo terminar Zarauz. Me concentro en no derrochar demasiado tiempo en boxes porque seguro que no me va a sobrar nada cuando vuelva a aparecer por aquí, y voy a andar muy justo.


EL DÍA EN QUE DON QUIXARLI SE ACORDÓ DE LA MADRE QUE LO PARIÓ EN PELOTA PICÁ.
- Amigo Sancho, ¿ves aquellos gigantes?
- No son gigantes sino ruedas de bicicleta que giran a toda hostia, mi señor don Quixarli.
- Recontradiantres, Sancho, qué mal habladoy cuán anacrónico te has vuelto, ¿o acaso no sabías que la bicicleta no habría de inventarse hasta mucho tiempo después de que a nuestro mentor don Cervantes le cercenasen la zocata mano?

Pues eso, que seguro que por arte de ensalmo o encantamiento, las ruedas de los demás supervivientes giran más rápidas que las mías.

¡La madre del Cordero y del padre Cucharón! Ya me había advertido José Pascual de la dureza del recorrido, pero no me había hecho a la idea de que se empezaba subiendo, ¡con lo mal que le sientan a mi cuerpo serrano las cuestas así para empezar en frío!... Además, cumpliendo la previsión, se ha despejado y comienza a hacer sol... Me va a tocar aplicar la que yo denomino, "táctica Pantoja", consistente en poner ¡dientes,dientes!, en este caso apretándolos al máximo. También es válida y elocuente comparar las tres horas de bici con la penitencia quijostesca en la Cueva de Montesinos.

¡Santos Dios de la Misericordia Geométrica! ¿es que aquí no saben asfaltar en liso? ¡pues no! ¡tó p'arriba o tó p'abajo! ¡con lo fácil que es dar pedales en llano o con pendientes a favor!

Tanto sube y baja, y tanta línea quebrada me van vaciando. ¡Me cago en las ecuaciones de segundo grado y en la propiedad conmutativa de las fracciones!... tengo la sensación de ser una calabaza en manos de un escultor, mientras le va sacando toda la sustancia para dejarla hueca y ponerle la típica velita de Jalogüin.

La mención de las velitas me viene al pelo para recordar que el único consuelo que me queda (para lo cual rezo y no dejo de poner velas mentalmente) es que no soy el último, aunque mi ritmo es notoriamente cansino y deficiente cuando la carretera dice de picar hacia arriba. En los cálculos con los que me he ido entreteniendo mi mente durante la primera vuelta considero que si empleo una hora para cada una de las dos vueltas iniciales y una tercera hora para la traca final de Aia, podré estar en tiempo...

Primera vuelta. He clavado la hora. El aplauso de la gente me anima hasta que vuelvo a enfilar la subida inicial, que no es dura, pero que a mí ya me ha dejado a punto de caramelo para que el hombre del mazo me remate. Mi hermano me espera un poco más arriba con un pedazo de cámara de fotos de alucine. Intento poner buena cara pero aún no sé si habrá salido la cara aparente o la subyacente...

En el segundo paso por Guetaria casi estoy a punto de irme al suelo, por culpa del atasco que generan unos coches en el cruce de la población. Enfilo Zarauz para poner rumbo a Orio y a la aventura definitiva de Aia.

Una rápida consulta al dios Kronos me viene a confirmar que el ritmo en la segunda vuelta ha sido similar al de la primera, es decir, bastante flojillo. De nuevo agradezco los aplausos del público que se agolpa en la principal arteria de Zarauz (entre ellos los de "los míos"), pero sé que es pura ilusión y que, a estas alturas, nada ni nadie va a conseguir devolver el brío a mis dos piernas. Las llevo porque hay que llevarlas, pero son casi como dos troncos petrificados, incapaces de mantener una cadencia. Más que ánimos me faltan fuerzas, ¡y es que sigo más seco que el cauce del Turia a su paso por el centro de Valencia!

Estoy empezando a concienciarme para afrontar Aia cuando una nueva inclinación del terreno me devuelve a la realidad... ¿quién te dijo que el camino a Orio iba a ser llano, optimista? ¡Joder, joder y joder! Me cruzo con gente bajando a todo pistón hacia Zarauz, mientras que yo lo llevo ya casi todo metido para la triste subida hasta el cruce.

Recibo el avituallamiento en Orio casi como una alucinación, como un oasis en mitad del desierto. Está justo en el desvío que se toma tras la rápida y pronunciada bajada hacia el pueblo en el que no se llega a entrar (¡qué manía!...¿para qué me hacen bajar si ya había subido la mitad de la cuesta?). ¡Albricias! Por fin algo líquido. Me bebo del tirón una cacharra con un sabor irreconocible antes del momento de la verdad verdadera, de la rampa madre de todas las rampas, del encrespamiento de la orogenia guipuzcoana.

CUANDO DOS NÚMEROS HACEN A DON QUIXARLI PONER LOS PIES EN EL SUELO

Aguanto todo lo que puedo encima de la bici. De verdad, ¡os ruego que me creáis!... pero me pasa como al de la canción de Mecano: ¡no me puedo levantar! Los cuadriceps me los han debido robar. Creo que tendré que injertarme unos nuevos cuando llegue -si es que llego-. Veo un "1" y un "8" pintados bien en grande sobre el cemento (¡porque la rampita era de cemento con rayas!). No hace falta tener un máster en criptografía para entender el mensaje y me dejo descabalgar... En realidad lo tenía previsto. Lo que no había calculado era llegar en tan lamentable estado físico. He puesto los pies en el suelo física y metafísicamente hablando.

Apenas me responden las piernas como para alcanzar a pie el final de la primera rampa. Las indicaciones que me dan los espectadores que aún permanecen arriba no me aclaran mucho.

- ¡ya te queda poco! ¡venga que esto es lo más duro! ¡ale, ale, ale! ¡aupa!... y un largo chorreo de exclamaciones en vascuence que interpreto deben ser expresiones de ánimo local

Se me viene a la cabeza que debo estar más o menos como el cencerro que agita con ahínco un gentil hombre para insuflar ánimos. ¡Y hasta por un momento llego a desear cambiarme por uno de los integrantes de esas cuadrillas de jóvenes que exhalan alcohol por la boca y que están más borrachos que las cabras que deben estar pastando por los alrededores! Pero la realidad es otra.

Me he vuelto a poner las calas (con lo recalentaico que estoy me hubiera venido de perlas "calarme") y decido que pase lo que pase hasta Aia (porque del jodido pueblo no hay ni rastro), no vuelvo a pararme. Esto es duro de cojones. Venía preparado mentalmente -porque en lo físico ya tengo claro a estas alturas que mi preparación es una mierda bien grande de vaca lechera-, sabiendo que no iba a ser fácil, pero ni en el más jodido de mis sueños...

- ¡venga, ahora viene una bajada para recuperar!

¿Recuperar exactamente qué? ¡como si las fuerzas fueran objetos tangibles que se me hubieran caido y pudiera recogerlas en la bajada!... Aunque vuelvo a estar encima de la bici, sigo con los pies en la tierra y empiezo a temer que ni con un fisioterapeuta dando pedales por mí llego ya a tiempo. ¡Penita de bajada, la verdad! Llevo delante a otro penitente de la misma cofradía. Parece que se le dan mejor las bajadas, pero en cuanto salimos a la última subida que habremos de afrontar para llegar a Aia, el muchacho se para extenuado y me deja sin una referencia.

Por entonces ya he decidido que, a falta de fuerzas, tendré que tirar de bolsas escrotales, que para eso las tenemos además de para rascarnoslas. También decido que voy a ser generoso como nunca en el esfuerzo, y que lo voy a dar todo y que antes muerto que sencillo, y que nada de pisar otra vez el suelo, a no ser que me estampe involuntariamente, y que... En estas, yo a punto de reventar cuando me alcanza el motorista con su banderita verde y me dice que se aburre yendo tan lento; que tira para adelante y, por consiguiente, ya nadie cierra la carrera por detrás; que lleve cuidado, que suerte y que hasta luego Lucas. Al poco, como en movimiento sincronizado, y con la alevosía de hacerlo en plena subida, el furgón escoba:

- ¿sigues?
- ¿Pero qué mierda de pregunta es esa? ¿tú crees que he llegado hasta aquí para rendirme ahora? ¡yo como el general Custer, moriré con las calas puestas!

Tras un kilómetro, o dos -que entre esas dos distancias oscilaba, según las amables gentes del lugar a las que consulté entre tanto sufrimiento, lo que quedaba para coronar Aia-, he conseguido llegar "a lo más alto". No me espero un pueblo llano, ni tampoco al pleno del consistorio ni a la banda municipal. De hecho ya ni esperaba que permaneciera abierto el último avituallamiento, pero ahí estaba... A mí se me antoja bastante tardío, casí tanto como las horitas de pasar por allí. El último trago para emprender la feroz bajada por el emboscado trazado en el que apenas entra la luz.

Aún me quedan fuerzas para la contemplación de Zarauz desde lo alto. Se ve tranquilo y desparramado a la orilla del mar. La vista es estupenda. Es lo único bueno que tiene ir en compañía del tío del gancho -que es familia cercana del tío de la escoba- y lo que se pierden los fieras del pedal. Han sido unos segundos de respiro en los cuales me adelanta otro valiente y me dice que aún queda un cuarto de hora para el cierre de boxes, y que por mucho que nos hayan adelantado la moto y el escobeitor, cuatro horas son doscientos cuarenta minutos también aquí.

Ya sólo queda darlo todo en la bajada -aminorando, eso sí, en los cruces que ya no están vigilados-. Pero las piernas me siguen sin arrancar. Ya sólo la fe ciega en la primera y principal ley de la gravedad y en el orgullo y la casta de globero aspirante a finisher me pueden llevar hasta ese punto mágico de no retorno donde se funden el final de la aventura del pedal con el inicio del último sector a pie.

Se cumple el conjuro y consigo llegar. Pero estoy fuera... No consuela no ser el único. Ni siquiera no ser el último técnicamente hablando (pues detrás de mí aún llega alguien más -tampoco muchos, para qué engañarnos-). Cada uno tiene su historia. Alguna suena a cachondeo, como el chaval con una estupenda planta de ciclista al que han condenado a hacer más distancia en bici...

Reconozco que por unos minutos dudé. Y que se acercó a tentarme el fantasma de la retirada. Pero tras un breve análisis y la humillación de la retirada del dorsal, decidí que yo no había venido a luchar contra la organización, sino contra mí mismo, y a conseguir terminar la carrera, algo que estaba tan sólo en mis manos. Y eso hice.

Tengo el honor (yo así lo considero) de poder decir, sin rubor alguno, que fui el último en cruzar la línea de meta. Curiosamente la suma de mis tiempos reales (sin considerar los minutejos de la decepción al bajar de la bici) estuvo por debajo de varios de los tiempos oficiales en meta de otros participantes. ¡Paradojas de la carrera!

En Elche había bromeado con Ramón y Jesús aquello de desmontar la línea de meta, ¿os acordáis?... pues en Zarauz estaban recogiendo la alfombra de entrada en meta cuando yo llegué. El parcial en los veinte kilómetros a pie fue de 1h54. Eso es fácil contarlo. Lo que no sabría como explicar son las sensaciones que viví a lo largo de las tres vueltas al circuito a pie. Sobre todo en la última, ya sin gente, y sin ninguna indicación, pues las habían ido retirando antes de mi tercer paso.

La amalgama de sensaciones y pensamientos resultó bastante novedosa y sorprendente para mí. Y si alguien se pregunta lo que pasó por mi cabeza durante el "rezo" final, al cruzar la línea de meta, tendrá que imaginárselo. Lo que si os aseguro es que no he adoptado ningún credo nuevo, pues efectivamente, como me señaló mi amigo Stani, con el acierto que lo caracteríza, la dirección del rezo no hubiera sido homologada, pues La Meca está en otra dirección.

Mi "Meca" era la camiseta. Y después de este tocho evangélico que he largado he de reconocer que la tengo gracias a mi esfuerzo (reconozco que bastante descabezado de preparación, ¡otra vez Stani tienes toda la razón!) y a la intervención divina de mi particular angel de la guarda y paladín de las más variopintas y descabelladas ensoñaciones, porque fue él quien se adelantó a solicitarla como justiprecio al esfuerzo realizado.

Y, por favor, que nadie piense que, al estar "descontrolado" y hacer a solas la última vuelta acorté el recorrido o hice algún tipo de trampas. Eso si que no. Quien vea sólo la clasificación oficial del triatlón de Zarauz 2009 creerá que no finalicé. Pero quien lea esto ha de saber que pertenezco a una estirpe de luchadores, que no conoce el significado de la palabra "retirada".

AGRADECIMIENTOS
¡Muchos! Espero no olvidarme de nadie, pues aunque modesto y comedido en el entreno, el sentir y el afecto son grandes. Os aseguro que para esto no hace falta ser un campeón:
A mi media mandarina, por todo su apoyo
A mi hermano, por compartir conmigo estos momentos y por haberme sumergido en esta "secta"
Stani, a tí no hace falta que te diga nada que no te haya dicho saboreando el placer de un gin-tonic en la mano o de una buena cuesta con su sufrimiento.
Mariló, que sufrió a su manera, con el ataque de unos desalmados virus (equiparable a subir Aia lo menos)
Amigos de Zarauz, ¿qué os puedo decir además de ese apoyo y esos consejos y ese apoyo logístico gastronómico? ¡muchas "mesedes" a todos: Lourdes, Eva, Bego y Javi!
Amigos santapoleros, Mitxell y José Pascual, gracias por admitirme como uno más y por vuestros consejos y avisos
Telesforo, ¡a tí muchas gracias por el txuletón de después de la prueba, por las Keller y por ese primer gin-tonic de la nueva era después de mi primer Zarauz!
Y a los que no estuvieron allí en cuerpo, pero si empujásteis desde lo lejos y cuyo apoyo bloguero me da fuerzas añadidas: Paco, el año que viene no te escapas, porque esta forma de "disfrutar" sufriendo es única; Juan, a tí se te van a acabar las excusas para el mes de junio; Ramón, dentro de poco con tatuaje (yo me conformo con la camiseta de medio) y Jesús y su Xerez de primera.

Ale, y ya está bien. Las fotos las tengo a puntico. Creo que no me he olvidado de nada... ¿o si?: don QuiXarli o don Xarlijote volverá con nuevas aventuras. Y os adelanto que no terminará loco sino encantado con estos libros de triatlonería.

jueves, 11 de junio de 2009

El reto de Zarauz. Prólogo de una gran aventura.

La prueba es mañana pero la aventura comienza hoy. Que San Antonio conserve intacta mi ilusión y dé brillo a mi esperanza.

Seguro que Don Quijote sintió algo parecido el día que partió de su pueblo.

domingo, 7 de junio de 2009

COMO UNA OLA




Como una ola tu amor llegó a mi vida
como una ola de fuego y de caricias
sentí en mis labios tus labios de amapola
como una ola.

Como una ola tu amor llegó a mi vida
como una ola de fuerza desmedida
de espuma blanca y rumor de caracola,
Como una ola.

Y yo quedé prendida en tu tormenta
perdí el timón sin darme apenas cuenta,
Como una ola,
tu amor creció
como una ola.

....

Olé, olé y ola.
Con el permiso de la chipionera más famosa del mundo mundial resumo hoy mi batalla campal de ayer contra las olas (¡y contra Felipe, porque menudo paliza que me diste ayer bellaco!... ¡de pocas te denuncio a la autoridad competente! ja,ja)

Pero es que la elección de la canción llega más allá del simple detalle de las olas que hubo ayer en el Acuatlón de San Pedro del Pinatar. Porque si analizando la poesía de la canción, ésta comienza hablando de una "ola de fuego y de caricias". Lo primero, el fuego, es una clara referencia a lo calentitas que estaban las removidas aguas marmenorenses, y lo de las caricias es una descripción fidedigna de los comentados encontronazos humanos y los embites del oleaje, complementada con la bonita metáfora de sentir los labios de amapola, claro subterfugio donde se refleja el sabor salado de los repetidos tragos a los que te obligaba el desenfadado mar.

En el segundo párrafo ya se habla sin tapujos de la "fuerza desmedida, espuma blanca y rumor de caracola", siendo literales los dos primeros conceptos, y un poco más arbitrario el del rumor de caracola, pues con tanto viento se hacía difícil hasta escuchar el silbato de los jueces intentando alertar de las desviadas trayectorias en la navegación entre boyas, así que no te digo yo lo difícil que sería escuchar a las caracolas descojonarse de que más de uno perdiéramos "el timón sin darnos apenas cuenta", lo que se tradujo en el más conocido deambular del "globerus natatorius", caracterizado por el desconocimiento más absoluto de la geometría básica -aquella en la que se nos enseñaba, cuando niños, que el trayecto más corto entre dos puntos es la línea recta- y que tiene como principal consecuencia el nada desdeñable logro de recorrer más distancia a nado por el mismo precio, hecho éste que, por suerte, ningún reglamento triatlético, parece penalizar.

Total. Para poner un poco de cordura a este desvarío de marejadas físicas y mentales, por si acaso alguien se ha perdido en este mar de espumas literarias, únicamente quería dejar claro que el Acuatlón de San Pedro del Pinatar con el que doblé sesión ayer sábado (por la mañana me fui afilando la lengua a base de chupar la rueda de Stani en los ochenta ventosos kilómetros de la ruta de Torremendo, con subida por el singular -y hasta entonces desconocido para mí- paraje de Rebate), me salió tan sólo regular, sobre todo en lo que se refiere al agua, en la que no me encontré a gusto casí en ningún momento. A pie, para lo que entreno y para lo poco que me gusta eso de exprimirme a tope en las distancias cortas -el acuatlón consistía en 2'5 kms. a pie, 1 km. a nado y 2'5 kms. a pie-, me quedo contento, pues noto una considerable mejoría respecto a otros tiempos en los que siempre terminaba arrastrándome.

Puesto 53 de 71, para un total de cuarenta y seis minutejos, más de la mitad de los cuales (así como 24 y pico) fueron acuáticos. Con esa media, en Zarauz lo pasaría realmente mal para superar el corte en la natación. Confío en que con el neopreno y cogiendo ese ritmo que ayer no pude encontrar, no me retiren el dorsal al salir del agua (sólo hay 1 hora) y me permitan hacer el recorrido ciclista para enfrentarme a la subida de Aia, que es mi gran reto-ilusión de esta temporada.

Me despido hasta después de Zarauz. Zarauz, Zarauz... ya sueño con la zeta de Zarauz. Espero no hacerla con la de Zopenco, o la de Zote, ni que me den calabaZas, o que acabe de un Zarrapastroso total. Llevo el Zurrón lleno de esperanZa, y como diría un sipionero... (¡no ze me molesten mis amigos del zur!) ¡ojalá el Zaturday prózimo ezté, como dirían zuz majestades Zatánicas, a rebozar de Za-tiz-fac-zion!

un abraZo y un Z...aludo.


Nota: Mucho ojo no vaya nadie a confundir esto de usar tanta "Z"; reitero que sólo viene a cuento por lo de ZarauZ, nada que ver con la actualidad política, pues hoy coincide que es día de elecciones, y yo no soy ni de cejitas (Zp) ni de barbitas (Rj), ¡vamos! que hoy abstinencia... ¡ah, no! ¡que para estas cosas se dice abstención!. En fin, de políticas ya hablaremos otro día... ¡o nunca!... Muy desesperado tendría que estar de la vida para dedicarle mi tiempo a unos robaperas, caldereros o enciendevelas como estos de la política.

jueves, 28 de mayo de 2009

El triatlón vuelve a tomar Carthago Nova


En sus tiempos fueron los cartagineses y luego los romanos. El domingo volvimos a ser la troupe triatlética la que, un año más (y ya van cuatro), invadimos el puerto de Cartagena. Porque para ser "troupe" no hace falta ser artistas (aunque reconozco que algunos hay de calidad innegable en esto del triatlón), basta con que haya un grupo de personas que vayan juntas o que obren de forma similar. No se excluye a ningún globero, aficionado o profesional, que de esos también seguimos quedando (más adelante diré por qué).

Pues eso, que con la capaza de ilusión llena, me presenté en la salida de Cartagena... (!arsa! ¡que arte por Dios! Garcilaso de la werta a mi lado un vulgar tuercerenglones).

Ya sé que había dicho en mi anterior entrada que iba a volver por mi fueros de picoesquinero rebelde-güey, pero no me he podido resistir a contaros lo bien que me lo pasé, y eso que era el único "rumbero" en liza (Pepe Raja se dejó ver pero iba de paisa), porque a Juanico lo tengo acojonaico, y el Stani (mi particular cicerón de la bici del sábado porque me está llevando a conocer lugares de la murciana geografía que desconocía que existieran) se me rajó, después de lo reventaico que lo dejé el pasado sábado camino de Caprés (¡acho, que tuvo que darlo tó para descolgarme, ja,ja!).

Pues eso, allá que llegamos mi bici, mi media mandarina obrando de utillera y servidor, con la sana intención de mejorar actuación respecto al año anterior. Hombre, no digo yo que si, de paso, le curraba la badana al hijo del padre al que también le di para el poco pelo que gasta el sábado (vamos, el garbanzito junior para más señas, ja,ja, ¡qué cabroncete me estoy volviendo!), pues eso, mejor que mejor. Lo que no esperaba yo era llegar antes que otras gentes que suelen estar por delante de mi habitualmente.

Pero vayamos por parte:

1) el agua
Me había llevado el neopreno por si acaso. Pero inicialmente lo dejé en el coche, pensando que se podría nadar sin él. Al final, una vez recogido el dorsal, y como se permitía su uso (no como el año pasado en que todos nadamos sin él) y la mayor parte de la gente se lo estaba poniendo (también me lo recomendaron Paquico y mi amigo Jurg Lukas), volví al coche a por él, y aún tuve que volver una segunda vez porque me dejé el dichoso gorrito. Este pequeño olvido, que puede sonar a globería (a mí me lo pareció entonces, creo que luego me vino estupendamente para la bici).

Me echo la vaselina de rigor (luego podría comprobar que no fue suficiente) y con el tiempo justo llego al espigón desde donde se sale. Observo con alegría que han modificado el lugar de salir del agua, por lo que no tendremos que aguantar la respiración en los últimos metros. ¡Y a nadar!

Salgo el último, pero cojo el ritmo rápidamente porque me aprovecho de algún hueco que me permite nadar desde el principio. Tampoco es que me confundieran con Tarzán a la salida, pero salgo con la sensación de haberlo hecho bastante bien... Ahora, una cosa es la sensación y otra la sentencia del crono: 17'10'' ... ¡joder! con esta marca no me llevan a la Olimpiada aún, y tampoco con el que empleo en la primera transición. Lo único bueno es que aún quedan bastantes bicis cuando salgo y que esta vez no me ha pillado Mabel en el agua, ja,ja.


2) la bici
nada más salir aprieto el culico para pillar un grupo que parece estar formándose. Parece haber gente buena. Menos mal que lo veo a tiempo, porque los últimos empiezan a quedarse con el primer acelerón. Otra vez aprieto el culo para que no se me vayan los tres de cabeza. Hay uno de Molina que nos pone en fila de a uno a más de cuarenta por hora. Cómo será la cosa que casi estoy deseando que llegue la pequeña subida... Y efectivamente la cuesta arriba tiene el efecto esperado y se ralentiza el ritmo. Yo me sorprendo porque voy con buen golpe de pedal en la rampica de marras. Pero mi sorpresa es aún mayor cuando lo que me pasa es que se me van en la bajada y tengo que volver a apretar los dientes al terminar la bajada (más que nada por el miedo a volver a perderlos, ja,ja). Empiezo a tener la sensación de que así no voy a poder aguantar el ritmo.



Y efectivamente, en la segunda bajada definitivamente se me van y me tengo que conformar con formar otro subgrupo con los más torpes bajando. Pero de nuevo en la tercera bajada se me van y ya desisto de quemarme más, porque es toda una incógnita lo que seré capaz de hacer a pie.


3) la carrera a pie
La segunda transición ya la hago un poco mejor. Tal vez contento por haber visto salir a un gran grupo de corredores justo cuando estaba llegando yo a boxes. Eso debe significar que de tiempo voy muy bien. Y efectivamente, miro el reloj y haciendo cálculos me doy cuenta de que llevo un considerable adelanto con respecto al año pasado.

El recorrido a pie lo han cambiado. Ya no pasa por el centro, sino que va por fuera de la muralla. Pero también tiene su subida. Me acuerdo de Elche y mi yo-gandul me empieza a pedir que ande un poco. Yo me resisto y, a pesar de que me adelanta gente, también voy superando yo a alguno que otro. Tampoco es que haya mejorado a pie últimamente, pues no entreno demasiado esa parte, pero una vez que parecen haberme abandonado los dolores de viejo varicoso si que noto que corro con otros brios.

En el regreso de la segunda vuelta hasta me da por incrementar el ritmo. Y me responden tanto las piernas como los higadillos. ¡Ala! ¡Pues nada! Así hasta meta, que aquí hemos venido a sufrir un poco.

4) la recompensa
Mi puesto final y mi tiempo (casi cinco minutos menos que el año anterior), lo dicen todo. Puesto 100 de unos 170. Nunca había dejado a tanta gente por detrás proporcionalmente, entre ellos al amigo Felipe, que está de un flojo que asusta (él dice que es por el trabajo pero estoy seguro que es por culpa de Cupido que lo tiene asaeteado).

Ahora bien, una cosa si que eché en falta, y fue esa cervecica al final. Anda que sí, ¡vaya compañeros de equipo que tengo!.. muchos aironmanes y muchas gaitas, pero a la hora de la verdad, soy yo el que se zampa los esprines. Va a resultar que no sóis tan "rumberos", ja,ja.

A mi amigo Luis Miguel, de Fuente Alamo, le pasó de toiquio. Pues nada Luis Miguel, así te vas curtiendo, que tú eres joven. La próxima vez ya verás como vamos juntos.

Creo que no se me olvida nada. ¡Ah si, una aclaración!....


NOTA ACLARATORIA: Por si le echáis un vistazo a los tiempos parciales de la clasificación oficial, no os creáis que soy el repuesto de Valverde (porque aparezco como el 32 en el tiempo de la bici), ¡que tampoco soy tan malo a pie!, ja,ja.