domingo, 27 de septiembre de 2009

ME LO VOY A PENSAR

¿O no es para pensárselo con noticias como ésta? (fuente www.marca.es)

Un coche atropella a un atleta cuando iba segundo en una media maratón
EFE. Salamanca 27/09/09 - 13:45.
El vallisoletano Óscar Fernández Giralda ha sido atropellado el domingo por la mañana por un vehículo cuando iba segundo en el XXVI Medio Maratón Babilafuente-Salamanca. Aunque en un principio su estado no reviste gravedad, una ambulancia trasladó a Fernández Giralda hasta un centro sanitario de Salamanca para que evaluaran las heridas. El atropello se produjo en la mitad de la prueba, cuando los atletas llevaban recorridos 13 kilómetros, en el término municipal de Aldealengua.

Con cosas así, ¿qué tal si nos pensamos lo de que Madrid sea ciudad olímpica con la poquita cultura deportiva que hay en este país? Con lo de cultura deportiva me refiero a la de verdad, no a lo de ser forofo del Madrid o del Barsa de fútbol y pare usted de contar.

Y con esto no digo yo que "darle al vidrio" (en barra fija) no esté bien, pero a ver si empezamos a ver al deportista popular no como a ese ser molesto, por culpa del cual se cortan las calles, sino como un ejemplo a seguir.

sábado, 19 de septiembre de 2009

EL OTOÑO HA LLEGADO, Y MU FLOJICO ME HA PILLADO.

Por no tener ganas, casi no tengo ganas de escribir. Eso ya demuestra el estado de mi estado de ánimo, valga la rebuznancia.

Debe ser el cambio de tiempo. O al menos eso quiero creer. Porque ponerse trascendental no soluciona nada... El tiempo (las horas, los días, los años y la vida en general) pasa y no hay más remedio que verlo pasar... ¡bueno, tampoco me voy a poner poético así que cambio ya mismo de párrafo!

Luego, además de mirarme el ombliguico -que empiezo ya a desgastármelo de tanto mirar-, miro también a mi alrededor. Digo yo que para consolarme, viendo que hay cosa mucho peores y para ver que lo mío debe ser una simple abstenia preotoñal (o eso o un pedazo de síndrome postvacacional que se caga la burra -bastante post, "pos" resulta que ya llevo currando varias semanas-), y entre la neuropatía reinante por lo de la gripe A, que parece que nos fuéramos a morir todos, y ciertos episodios del entorno bloguero más cercano, pues se siente uno como raro y apesadumbrado.

Porque a los pesares que arrastra el buen amigo Paco, a lo mal que le está sentando la abstinencia yintoniquera a Stani, otro que tal baila en su sueño titanero, el abandono sorpresivo y sorprendente de la empresa Dovalense y a las desagradables experiencias alcarreñas del compañero camaléon -bravo, Jesús, seguro que si te miras tienes más de dos bolsas escrotales-, uno yo mis pocas ganas y me parece la cosa como de epidemia grave... Vuelvo a pensar que será el tiempo. El meteorológico.

Pero no puedo evitar ponerme un poco trascendetal. He intentado salir a trotar, pero me cuesta horrores y sufro como nunca. Juro por el cuadro de carbono de la bicicleta que tengo en mente comprarme que he intentado reengancharme. Y que hasta acudí como un valiente al primer entrenamiento de septiembre a la pista de atletismo... Pero casi fue peor, porque acabé arrastrando mi penosa y fustigada anatomía por lo verde.

Y es que noto como me brota desde lo más profundo ese torrente de emociones que recorrió mi cuerpo en Zarauz, el pasado junio. Ha pasado ya mucho, pero a mí como si no se me hubieran pasado los dolores. ¿En este estado queréis que me anime a emprender la aventura IMpresionante del IM?... ¡Tengo yo que recoger aún muchos pedacitos de mí y recomponer mi triste figura! ...

Más no sufráis. De momento no abandono. Creo que no lo haré nunca. Me resisto a resistirme. De hecho, aprovecho esta ventana abierta por la que apenas entra el fresco (¡y no me refiero a tí, Stani! que eres el único que se asoma con puntualidad británica) para animar a los desanimados, tanto a los eventuales como a los profundos. De verdad. No os perdáis por el bosque de la incertidumbre. Sabed que al final se ve un claro. No es ninguna luz blanca salvadora y cegadora a partes iguales. Basta con que sea un claro, y con que, ¡claro!... crea uno en que la hay y no deje de buscarla. Estos momentos raros son comunes y normales entre todos los mortales. Y tenemos todo el derecho del mundo a sufrirlos y padecerlos... Pero, hacedme el favor de controlar el sufrimiento y no os desesperéis demasiado. Todo siempre en su justa medida.

Ojalá os sirva todo este rollo. Porque me ha salido tal cual y no ha necesitado ninguna corrección. Tenía ganas de soltarlo, de dejarlo pastar por el monte.
A ver si de una vez me deja vivir. Y entrenar, aunque sea para la vida nada más. Porque vivir no será deporte olímpico, pero o te entrenas para ello, o el castañazo es de órdago.

¡Ánimo a todos los Titanes! ¡y a los que se IMaginan IM! ¡a los que lo pasan mal pero no dejan de buscar la salida! ¡y a los que viven y se entrenan para vivir!

¿Ya? ...¡Ya!

PD: Ahora es cuando podéis comentar lo bonita que me ha quedado la forma de justificar que no estoy entrenando nada.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Septiembre; vuelta a empezar sin haber acabado

Septiembre es un mes que siempre me ha gustado. Lo recuerdo desde pequeño. A pesar de que llevaba implícito el fin de las inacabables y deliciosas vacaciones de verano, siempre tuvo algo especial para mí. Lo mismo es porque cobija el día de mi cumpleaños. O por la feria de Murcia. O por el olor del dulce de membrillo tan delicioso que preparaba mi abuela con tan característico y aspero fruto de la agonizante huerta de Murcia -mi abuela lo llamaba carne de membrillo-.

No sé. De septiembre me gusta hasta su nombre, con una etimología que juega al despiste desde que el inicio del año se trasladó de marzo a enero, pues en su origen, cuando lo romanos inventaron el calendario (que no todo lo inventan los americanos o los japoneses), era el séptimo mes.

Ahora septiembre, bautizado comercialmente como el mes de la vuelta al cole por don corticoles, y yo diría también que el de los coleccionables y, por supuesto, el de mayor incidencia en la grave pandemia de síndrome postvacacional (dolencia que este año está teniendo menor repercusión por mor de la crisis... entiéndase la sencilla ecuación: a más paro menos gente que tiene que volver al trabajo y sufrir este mal), se ha convertido en una segunda oportunidad para volver a empezar, después del fracaso del propósito de enmienda del lejano mes de enero.

En lo de la vuelta a empezar me tendréis que dar la razón. Hay ejemplos a patadas: comienzan los futboleros a lo suyo -por cierto, que bien hilado que me queda lo de las patadas con el futbol-, que ya había ganas de que rodara la pelotita a falta de que rueden cabezas en la descabezada politica nacional; los políticos vuelven a la gresca, que es lo suyo a falta de mayor profundidad de armario intelectual, y don Zapa, el presidente, con su aderezo cuasi heroico de aliviador de conflictos viene a poner orden en el caótico estropicio verborreico que ha creado su numero dos, don Pepiño, con que si subían los impuestos hoy, pero mañana no, o con la alegría de la huerta que es doña Trini y sus afaires griposos.

Vuelve la justicia a hacer de las suyas y el juez sustituto, forofo de la teoría rousiana que abogaba por la bondad innata del hombre, se fía de una de estas descerebradas hijas de tal, y la deja en libertad, eso sí, retirándole el pasaporte para que no se fugue, cuando resulta que ya lo había hecho una vez... ¡no, si ya sabía yo que la fuga de cerebros era una realidad! ¿ves como a más de uno se le ha fugado el suyo y sólo tiene el conocimiento justo para pasar el día?...

¿Alguien da más? ... Y yo, que llevaba mes y medio sin correr (más allá de las correrías veraniegas por el centro de las Europas que relaté en mi anterior entrada), me apunto ayer a iniciar un plan de entrenamiento para un Ironman... ¡¡¡alto!!! ¡¡¡t'ol mundo quieto parao que no es que me haya dado la ventolera!!! La cosa es tan simple como que me pasé por Espinardo a darme un tute a entrenar, hito que marcaba el comienzo del plan de un aspirante real a ironman (que no soy yo, por más que insistas, Stani).

El efecto ha sido inmediato. Un E.T. y hoy tengo las piernas como el hierro, pero no por lo fuertes, sino por lo pesadas y porque apenas puedo moverlas, ¡madre del amor hermoso y del jersey de cuello vuelto! Momento IKEA para empezar. Supongo que así se forjan las leyendas.

Ya os iré contando la mía, si acontece algo digno -que yo espero que si aunque ni os podáis imaginar en qué sentido-.

De momento he empezado con ganas, y corriendo a tope, pues el pasado sábado, después de llevar mes y medio sin correr, me apunté en el Cross del Llano del Beal, que eran sólo 4200 mts, pero por tierra y para arriba y para abajo. Y la cosa salió por debajo de veinte minutos, que era a lo más que yo podía aspirar (a 4:40 el km), para un más que digno puesto en la primera mitad de los llegados (150 de unos 320), pues no suelo yo frecuentar mucho esos lugares en ninguna clasificación.