martes, 20 de enero de 2009

El señor de las ampollas y un proyecto solidario

Seguramente habrá gente que piense que hago cosas raras y que por eso me pasan cosas raras. Parece ley matemática en plan cartesiano. Alguno hasta creerá que exagero cuando que me pasan cosas raras porque luego no son para tanto, y que es puro efectismo literario.

Lo de las ampollas en los pies no es nada del otro jueves si te pones a correr una media maratón con unas plantillas recién estrenadas. Lo sé. Más bien es algo normal tirando a globería recia hecha en madera de pino. También lo sé. Pero creedme si os cuento que a mí me persigue una maldición... o para ser más propios, una "media" maldición, pues los expedientes equis me acaecen mayormemnte cuando trato de intentar bajar mi mejor marca del centenar de minutos.

¿Alguien sabe quitar el mal de ojo? ¡estoy por ponerme un lacito rojo en cada oreja! O eso o decidirme a correr siempre con el gorrito de papito Noel que llevé en la Sansil -como ilustré en mi anterior entrada-. Entonces no tuve experiencias extrasensoriales ni altercado muscular, esquelético o pellejil alguno.

En la XX edición de la popular Media de Santa Pola, esta vez, y tras haber completado una primera "media media" bastante aceptable (me atrevería a decir que hasta demasiado aceptable tirando a un pelín osada por mi parte, ¿acaso creía que mis piernas eran las de ese grupo de galgos africanos que encabezaba la prueba?), comenzaron mis cuitas. De ahí que el castañazo hasta alcanzar la meta santapolera fuera completo, incluyendo una operación de "lifting" en la planta del pie izquierdo (por aquello de que se me estiró la piel) y un amago de desvanecimiento -estimo que causado por una mala hidratación en los avituallamientos y por el incontrolado ritmo inicial- al que, por suerte, pude poner freno antes a tiempo.

Por contra, a lo que no pude poner freno fue al crono hasta siete minutos después de lo deseado (1h47)... Esta vez, si os he de ser sincero, no entré en meta satisfecho, y ni tan siquiera hice mi habitual derroche esprintando en los últimos metros. Por unos instantes me invadió un sentimiento desconcoido de decepción. Es lo que tiene haberse ido haciendo ilusiones a lo largo de la carrera. Y es que, por más que de ilusiones también se vive, atendiendo a las leyes de la gravedad: cuando más alto se sube, más dura es la caída.


Mucho peor le fue al Director del Centro Penitenciario de Sangonera, que terminó espichándola. RIP. Con cosas así, desgracidamente es muy fácil consolarse. Yo tendré más oportunidades, y podré seguir entrenando para intentarlo, pero a este buen hombre se le acabó la carrera de la vida. ¡Sentíos, pues, afortunados, de poder seguir gozando del juguetón roce de la brisa en la cara, y de las ostias varias que te puede llegar a dar la vida!

Y hablando de fortunas... ya va siendo hora de presentar en sociedad el proyecto de triatlón solidario de nuestro refundado club. ¿Os habéis fijado bien en la camiseta que estrenamos en la Media de Santa Pola?
Que nadie se lleve a engaño porque, con la crisis, ha sido especialmente difícil encontrar patrocinadores. Aparecen casi más pegatinas que dinero hemos podido recaudar para la causa. Mas si hay algo de lo que estamos orgullosos es del proyecto solidario que acabamos de estrenar, y con el que pretendemos ayudar modestamente a desestacionalizar el concepto que se tiene de que por Navidad hay que colaborar con los más desfavorecidos, en plan telemaratón. ¿Y qué pasa con el resto del año? ¿es que la gente sin recursos deja de comer y se pone voluntariamente a hacer dieta como todos los que nos hemos pasado con las comilonas navideñas?...

Pues eso, que esta temporada, vamos a llevar en todas nuestras equipaciones (tanto de entrenamiento como de competición) junto a nuestro recién diseñado logo, el de Cáritas. Salvando las distancias, pues no tenemos ni a Messi ni a Etoo (aunque si Stani estuviera un poco más moreno podríamos tomarlo por integrante de una de esas tribus africanas, según está corriendo el zagal), es como lo que está haciendo el F.C.Barcelona en sus camisetas. Nuestro granito de arena no tendrá la misma repercusión en los medios de comunicación, pero nos conformamos con que sirva de recordatorio y ejemplo al pequeño microcosmos que nos rodea y la gente que nos sigue y nos ve. Ahí queda eso.


EL TRIATLÓN ES UN DEPORTE DURO. PERO ES MUCHO MÁS DURA LA VIDA PARA MILLONES DE PERSONAS. ENTRE TODOS PODEMOS COLABORAR PARA QUE SEA MÁS LLEVADERA Y DIGNA. ¿TE APUNTAS? EL DEPORTE DE LA SOLIDARIDAD LO PODEMOS Y DEBEMOS PRACTICAR TODOS.

martes, 6 de enero de 2009

Los Reyes Magos ya no traen carbón


No sé desde cuando dejó de suceder esto, si ocurrió porque las reservas carboníferas se estaban agotando o tal vez por la creciente concienciación de lo necesario que se hace el uso de energias basadas en combustibles no fósiles... ¡el mundo que avanza que es una barbaridad para algunas cosas! Y mientras, para otros asuntos, ¡que no hay forma de que se paren las barbaridades, oiga!

Pues eso, que ni carbón ni hombre del saco, que los zagales se me pueden traumatizar. Y digo yo si no causará más disloques cerebrales o tembleques olfativos a las vigentes y próximas generaciones el tener como gobernantes a semejante panda de besugos y besugas... A mí por lo menos, que la santa Unión Europea haya puesto a Javier Solana como mediador para la que se tienen liada en la franja de Gaza, me da más miedo que una docena de extremistas islámicos en clase de pretecnología...¡Menos mal que tenemos a super-Sarko! ¡este tío es como el salfumán! ¡un desatascador de padre y muy señor mío!

En cambio, los Reyes Magos, que siguen a lo suyo y de tontos no tienen un pelo son unos tíos diplomáticos donde los haya. Mira, si no, cómo se han venido a repartir juguetitos a Occidente justo en el momento en que se armaba el belén donde se supone que nació el niño Dios... ¿Y qué si con las nuevas tendencias sociales ya no se puede traer carbón a los niños que se han portado mal? ¡a la mierda las supernanis del mundo!... ¿va a saber una licenciada en psicología más que toda una "miembra" de un gobierno elegido democráticamente?

Y además, ¿es que nadie ha oido que estamos en crisis y que hay que arrimar el hombro para sacar adelante la economia? ¡pues, ale, a consumir todo el mundo! ¡que para eso estamos en Navidad!... ¡Y que ningún infante se quede sin su Play, su Nintendo o su muñeca exorcista, so pena de incurrir en maltrato psicológico, castigado severamente con alejamientos y escarnios públicos, según las nuevas leyes de protección a la infancia!... Por cierto, bonito recurso lingúistico lo de decir "infante" para evitar la papeleta del conflicto de género, ¿verdad? Es que me he apuntado a un curso de diplomacia. En la primera lección me han enseñado a decir "busismaifrien" en perfecto tejano, y que dos personas no son íntimas del todo hasta que se repantingan y apoyan sus zapatos en la misma mesa de madera de las Azores.

Como en el curso también me han dicho que no me ponga pesado, ni de palabra, ni de obra, y mucho menos de oración, me estoy preparando para hacer la última diagonal. Ahí va la pirueta mortal de salida, al más puro estilo Gervasio Deferr: ¿no hablaba en plan metafórico del carbón de los Reyes? ¡pues parece que los Vladimires me han oído y ahora han cerrado la espita del gas!... ¡a buenas horas! ¡ya se la podrían haber cerrado a los nazis durante la 2ª Guerra Mundial! ¡el genocidio hubiera sido un poquito menor! Pero claro, tal y como están los tiempos, lo mismo los amigos palestinos también se quejarían por tener más enemigos... ¡si es que está el mundo hecho un asquito, que no sabe uno bien por donde cogerlo! lo mismo que una de esas naranjas picadas por la mosca que tienen buena pinta y cuando vas a cogerla... ¡chof! se te mete la mano hasta el fondo...

Al menos, con este "cese temporal del suministro" lo más que van a conseguir es que baje la cifra de aquellos que se suicidan metiendo la cabeza en el horno de casa y que aumente considerablemente el número de pulmonías por el centro de Europa (¿ves tú? Por ahí ahora les iría divinamente un poquito de carbón para encender la chimenea).

Pero lo más preocupante es que Sarkozy quiera intervenir, y antes de entrar a saco (que los franceses, con el fiasco de Napoleón, están advertidos sobre los peligros de la estepa rusa) le pida a Carla Bruni que componga una kalinka, para poner en práctica lo de que la música amansa a las fieras. ¡Eso si que puede ser catastrófico! Yo creo que la SGAE francesa debería prohibirlo por si acaso se le ocurre a la muchacha...

Si no me crees entra y disfruta del siguiente enlace. También puedes ver la versión del coro del ejército rojo, pero creo que Sarkozy es más partidario de este otro tipo de "música". Vete tú a saber si será por la muchachada, o porque es más estilo perestroika: http://www.youtube.com/watch?v=PQpp5LEEaj0&feature=related

POST DATA: Los Reyes Magos no sé, pero la versión cuchufleta de Papa Noel estuvo en la SanSilvestre de Murcia (adjunto testimonio gráfico). Llegó justo después de unos Braveheart desnaturalizados (eché en falta a William Wallace) que no pasaron a cuchillo a ningún inglés, con la de ellos que vienen por estos lares con sus palicos de golf.

jueves, 1 de enero de 2009

2009, un año de Odiseas

Lo mismo es que me despierto en año nuevo más lúcido de la cuenta. No sé. Pero tampoco es para tanto, así que no empezad aún a estirar de vuestras pelambres aún-eso el que pueda por no haber caído en manos de la creciente secta de alopécicos de la que estamos rodeados-, ya que no voy a repetir lo del año pasado. Si alguien, entre efluvios etílicos, siente añoranza o quiere recordar los acordes de la marcha Radetsky, que acuda a mi primer "posteo" del pasado 2008.

Este año toca ponerse galáctico y hablar de la Odisea, pero no del archiconocido poema épico de Homero con sus 24 cantos... Tranquilidad y buenos alimentos que no están mis cuerdas vocales para aguantar tanto canto; si acaso aguantarían la misma cantidad -dos docenas- de bigotudos gambones, ¡que a una buena ración de frutos de mar, vuelta y vuelta, le hago yo un hueco cuando se tercie! (eso, eso, con sus buenos tercios).

Entramos en el 2009 (que ya de por sí, y según se está poniendo el panorama internacional, puede ser una auténtica odisea), y con ello nos ponemos a tiro de piedra de llegar al 2010, que es cuando Arthur C.Clarke había previsto su segunda odisea en el espacio, después de que nos previniera sobre la primera para el 2001, con un relato que titulara "El centinela".

Aún recuerdo cuando sonaba casi a ciencia ficción, no ya la temática espacial de la novela, y de su secuela cinematográfica (dirigida por Stanley Kubrick, casi tan onocido como Cruyff por su naranja mecánica, y que para muchos es la mejor pelicula de ciencia ficción y de la cosa interestelar que haya parido cualquier descendiente ideológico de los hermanos Lumiére), sino lo que conllevaria el cambio de siglo y milenio.

Y es que eran otros tiempos... concretamente 1968. Servidor ni siquiera era un holograma en la mente de mis progenitores. Con un destape incipiente (tanto en lo "fíxico" como en lo intelectual) y una palpable guerra fría, lo más atinado era pensar que el día menos pensado, algún triste desneuronado (bien del bando yanki o del otro lado del telón de acero -como el torero de la canción de Sabina-), desenterraría el hacha de guerra y enviaría a todo bicho viviente a darle por saco a Pedro Botero.

Pero la cosa se quedó ahí. Imagino que, unos y otros, vieron que era más productivo el negocio si se mantenía la tensión, en plan thriller: yo finjo que te toco las pelotas y que tú te ofendes, pero luego descolgamos el telefono rojo y nos echamos unas risas a costa de los julays estos.

- ¿Qué te pasa, hijo de Putin? ¿que no terminas de anexionarte Afganistán?... Deja que pasen unos cuantos años y se confíen que ya les daré yo estopa. A mi lo que me joden son los vietnamitas estos... ¡como lo oyes! ¡que no hay forma de que entren por el aro!... ¡ni con agentes naranjas ni inflándolos a napalm!
- ....
- Bueno sí, verigud, yo te dejo a tí la hegemonía mundial del ajedrez y a cambio Rocky Balboa le curra a Ivan Drago. Y en las Olimpiadas nos repartimos las chapas.
- ....
- Que sí, claro, ¿una lanzadera de misiles en Cuba? ... ¡no problem! ¿tú sabes la de derechos de autor que le vamos a cobrar a Jolivud por esto?... ¡una pasta! ¡ya te digo! A ver a qué la dedicas... ¿te hace una carrerica espacial? ¡tonto el último en llegar a la luna!
- ....
- ¡Hecho! ¡hay que ver como eres, hijo de Putin! ¿cómo se te ocurre mandar una perrica al espacio? ¡haz como nosotros, que mandamos monos! ¿o no viste lo monos que quedaron aquellos tres figurantes... tripulantes, quiero decir, tripulantes, que enviamos a pisar la Luna?
- ....
- Si, no te creas que no lo pensé, pero al final hemos pensado que es menos lío seguir usando las Islas Caimán como paraíso fiscal.


Y desde entonces, poco ha cambiado el tema. Si acaso unos pocos vaivenes para despistar, pero cada cierto tiempo todo se repite en plan día de la marmota. Se vuelven a usar plataformas y pantalones acampanados, se meten en la coctelera películas y canciones del año de la polca y se sacan digitalizadas, y con unos cuantos pufos inmobiliarios y financieros se lanza al hiperespacio una crisis mundial para adormecer al populacho antes de que afilen la guillotina.

¡Qué fácil es manipular a la gran masa social, debidamente desinformada! Basta con una sola letra, la "ERE", para que le entre el canguelo y se paralice en su osadía de subirse a la chepa del poderoso. ¿O acaso no resulta particularmente curioso que, inmersos como estábamos los últimos años en una progresiva carrera para intentar reducir la jornada laboral a 35 horas, de repente se pongan a votar en el Parlamento Europeo una propuesta de más de sesenta?

Una cosa está clara: tú puedes creer o no en la teoría de la conspiración y la manipulación, pero este año tenemos Odisea, ¡o travesía del desierto! Llámalo como quieras. Mas ten claro que cuando creas llegar a un oasis, y que por fin saciarás tu sed, te estará esperando un chiringuito con publicidad de CocaCola. Y lo mismo hasta alguien registra el desierto en la SGAE y cuando quieras salir te cobran "pillaje", como al salir de las autopistas.

¡La leche, que negro lo veo todo! Voy a tener que empezar a comprar bombillas de bajo consumo para verlo con más claridad. O eso, o con la cera que nos va a dar me preparo unos cuantos velones.

Oye, que se me olvidaba: ¡feliz año nuevo!... o lo que es lo mismo: ¡sé feliz si tienes huevos!