domingo, 28 de febrero de 2010

Temporales adornados

Si piensas que adornando tu vida u ornando tu ser, conseguirás mayor felicidad, allá tú y tus capados instintos de subsistencia, porque tan sólo lucirás una miaja más. No te olvides lo que se dice de la mona que se viste de seda... ¿Acaso los goles de Cristiano Ronaldo, por mucha bicicleta que incluyan, valen doble?

Los modernos de hoy intentarán convencerte de que molas mazo si te tatúas en el cuello tu nombre o el de tu churri (o tu churro) con caracteres orientales o góticos, si te cuelgas medio kilo de hojalata, te dejas el body como un queso Gruyere, pones en tu móvil la melodía más estridente que encuentres, o llevas los pantalones tan caídos que pareces un niño con el pañal cagado.

Pues en las cosas de la predicción meteorologica viene a pasar algo parecido. ¡Ay si Mariano Medina levantara la cabeza! ¿dónde se ha quedado el tan familiar anticiclón de las Azores? ¿acaso falleció ya de viejo?... Los chicos y chicas del tiempo de ahora, esos que cierran los telediarios escenificando la previsión meteorológica como si se tratara de la historia de Caperucita y el lobo, siguen acertando casi lo mismo que antes -es decir, más bien poquito- por muchos radares, satélites, infrarrojos, electromagnetismos u otros aparatos demoníacos que utilicen para hacer sus vaticinios. Yo creo que acertaría lo mismo mi abuela con sus "cabañuelas", o el brujo de la tribú más perdida de la Amazonia fumándose tres canutos.

Muchas veces se afanan por explicarnos la razón por la cual subirán las temperaturas, por la que van a caer chuzos de punta en tal o cual sitio, o que nos abriguemos con ropa de invierno ártico porque una lengua de aire polar nos va a visitar en los próximos días... ¡como si eso nos importara mucho! ¿alguien se ha preguntando alguna vez por qué los perros levantan la pata para echar la meada o por qué las moscas tienen afición a posarse en tu boca cuando la tienes abierta con el asco que eso da? ¡pues lo mismo!... Muchas cosas son porque son, y no hace falta buscar adornos explicativos. ¡Vaya mierda de portero si te tiras en plan palomita cuando el balón ya ha pasado!... Se trata de evitar los goles, no de imitar el vuelo elegante y mágico de un palomo cojo.

Lo último ha sido hablar de la orogénesis explosiva, como el que habla de la Madrid Fashion Week, que era la forma de denominar a la pasarela de moda Cibeles antes de que llegaran la panda de mariquitones y postmodernos del mundo de la confección y su corte de modelos tísicas y andares de caballo. ¡Orogénesis explosiva!... ¿qué pasa? ¿han descatalogado del diccionario la palabra borrasca del copón o temporal que te cagas? ... La cosa es que han pensado que poniéndose en plan cinematográfico queda más moderno, y se han sacado de la manga lo de la "tormenta perfecta", ¡como si los pringados, pueblerinos y pagadores de impuestos que conformamos la base de la pirámide no hubiéramos visto llover nunca! ¡que les digan a los que moran por las mojadas tierras gaditanas si saben lo que es una tormenta perfecta! ¡lo mismo después de haber sufrido varias inundaciones seguidas este año se acuerdan del padre del "diseñador" de espacios públicos que consideró chuli-piruli permitir la construcción allí donde había cauces naturales y de los alcades de turno que hicieron el egipcio o se hicieron socios de la cofradía del santísimo Cristo de la prevaricación y las bolsas de basura!

Por Dios. A mí no me hables de contrastes térmicos, latitudes medias, masas polares, tropicales, subtropicales o del fin de mundo. Y mucho menos de borrascas móviles, corrientes en chorro en niveles altos o zonas frontogéneticas. A mí, hombrecillo-mujercilla del tiempo, dime, con la mayor precisión de que seas capaz, donde va a llover, porque jode mucho coger el paraguas y tener que cargar con él para que luego salgan el sol y vaya dando el cante. Y haced el puñetero favor de no hacer uso de las alertas rojas, amarillas o naranjas como si estuviérais jugando al parchís, porque luego me ponéis las carreteras blancas como si fueran una ensalada, de tanto cloruro sódico que les echáis en los lugares más insospechados, mientras en otros sitios os roba la cartera el temporal de verdad.

Recuerdo que mi abuela me decía que el tiempo estaba loco cuando después de un día de calor endemoniado venía uno de esos en los que el grajo vuela bajo...Así que dejaros de monsergas de cambios climáticos y aprendeos otra cantinela, que cuando me apetezca asistir a un curso de jergas técnicas que no me dicen nada y que no entiende ni el mayor experto en sánscito que haya parido madre, encenderé la tele para oir las majaderías que dicen nuestros penosos representantes políticos cuando hablan de salir de la crisis, o me adentraré en los sinuosos y febriles laberintos intelectuales que propone el paranoias éste que escribe en elpicoesquina.com, que en su cabeza si que hay una orogénesis explosiva.

sábado, 20 de febrero de 2010

¡ MENUDO CRISTO CON LO DEL CRISTO !


Si yo fuera Gibson -me refiero a don Mel, porque poniéndole musiquilla también cuadraría perfectamente con el conocido tema de la pelicula "el violinista en el tejado": Si yo fuera rico, yadi dadi dadi didu didu didu didu dum -, me daría por pensar que el cristo que se ha armado con esto del Cristo de Monteagudo no deja de ser otra conspiración más.


O eso, o que estos de la Asociación Preeminencia del Derecho, que preside el abogado J.L.M., no tienen nada mejor que hacer que ir presentando recursos de tribunal en tribunal por cosas como ésta, de las que nadie se ha quejado y que a nadie molesta, aduciendo que el Sagrado Corazón de Jesús (en murciano-paladín: "cristo") que preside los restos del castillo árabe de Monteagudo son un símbolo religioso y franquista.

Por mi parte, me niego a darle publicidad a un menda como éste , que me huelo que lo único que busca es notoriedad, y sólo pongo las iniciales de su nombre como si se tratara de un presunto delicuente, ¡porque tiene delito el payo!¡que habiendo las injusticias sociales que hay por el mundo emplee su tiempo y de paso el de una justicia saturada y lenta para darse autobombo!... ¡y para más inri encima el menda es de aquí!...¡Si quiere notoriedad que convoque una rueda de prensa, se lleve unas pinzas de depilar cejas, y delante de las cámaras se baje los pantalones y se quite los pelicos de los huevos uno a uno! ¡No te digo!¡seguro que con eso sale más en la tele!

¡Me cago en tós los abogaos del diablo!¡Si el Cristo de Monteagudo tiene hasta sello!

¡Que los murcianos semos gente honrá, pacífica y acogedora -lo mismo hasta un poco demasiado, aunque viendo el apoquinamiento de los representantes que tenemos (¡conste que lo digo tanto por los unos como por los otros! ¡que con líderes de gobierno y oposición tan poquica cosa no me extraña que no pintemos nada en el concierto nacional!), pero si nos tocan los cojoncicos sacamos el codo a paseo lo mismo que el Cristiano Ronaldo!

De entre las reacciones que he leído, de las políticas paso bastante, porque entre los magos de la palabra y el debate inocuo, por una vez parece que hay unanimidad, y en el fondo les viene estupendamente para desviar la atención hacia otro lado y aparecer como los salvadores de la patria y los símbolos murcianos (que esa es una de las teorías conspirativas que aplicaría el amigo Mel en un agudo ejercicio de perspicacia), pero hay algunas cosicas curiosas, como comparar a nuestro "santico" con el Cristo del Corcovado de Río de Janeiro (¿será por eso que en el Entierro de la Sardina se traen a las mulaticas a enseñar cacho y pecho?) o como considerar que la hipotética retirada del Cristo de Monteagudo, sería tan absurda como quitar las pirámides de Egipto, por el hecho de que fueron concebidas en honor a los faraones (que eran considerados deidades) y construidas por esclavos, o como la destrucción de los budas gigantes por parte de los talibanes...

Y además, no se trata ni de ser inmovilistas ni de ser progres a ultranza, así que, siendo prácticos, ¿por qué no le buscamos una nueva utilidad?


En fin, que cada cual piense lo que quiere, pero que se dejen de monsergas y de estupideces constitucionales, que si no hacemos nada el IVA nos lo suben dentro de poco, ¡a ver si estos julays de la Asociación Preeminencia del Derecho ponen un recurso contra esto! ¡¡¡que a eso si que no hay derecho!!

lunes, 8 de febrero de 2010

el vuelo rasante del salmón güertano

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domingo, 7 de febrero de 2010

EL VUELO RASANTE DEL SALMÓN GÜERTANO

Entre que llega y no llega el momento de cruzar esa meta volante de la vida que es traer nueva vida a la vida, en esa especie de regresión hacia adelante, se me ha ocurrido la feliz idea de compararme con un salmón remontando un río.

De ríos no andamos muy sobrados por estas tierras del sur. Es más, lo mismo cualquier día, lo mismito que le quitaron los galones de planeta a Plutón, hacen desaparecer al Segura de la relación de grandes ríos patrios y de aquella sonora cantinela que recitábamos los de nuestra generación en la geografía de la depuesta EGB: Miño, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Segura, Júcar y Ebro... Pero sería muy injusto, y hasta los patos que anidan en sus riberas (¡que no sé a la especie que pertenecen, aunque yo juraría que es a la de los ánades microbiónicos e inmortales!) se manifestarían si se pertrechara tal atentado contra la gloria de un río que llevara agua no llevará, pero que conoce historias para aburrir a grandes y pequeños.

En particular la última historia es la de una aventura sabatina (de ayer mismo para ser exactos) por su mota, por la de la margen izquierda (¡aúpa, que si esto fuera Vizcaya estaríamos hablando de ir desde Santurce a Bilbao, justico como la popular cancioncilla!), y precisamente luciendo la pantorrilla, a pesar del evidente y ancestral riesgo que supone lucir tal por las cercanías del Malecón, ese que otrora sirviera para evitar inundaciones en la capital del reino de Murcia y que ahora es conocido por ser algo así como la Chueca de Murcia.

Y es que por aquello de mantener a raya al bicho de los nervios, que cuando dice de picarte te deja el ansia en carne viva, preferí aceptar el reto planteado por el hijo del viento (cada día más estoy convencido de que también está emparentado con el espíritu de la golosina, tal cual se está quedando el payo de espirulín) para hacerme dos horas de motica, remontando en vuelo rasante, en paralelo al carril bici al que tan poco uso da aún el murciano.

En honor a la verdad -y también a la poca honra que merece el gesto- he de decir que me convenció arguyendo que también se dejarían caer el amigo Garban y su tribu de michelines, de forma que si no acertaba a seguir el ritmo a la cuadrilla de aironmanes y tíos de a hora y veinte la media, al menos podría engancharme al ritmillo que, con su experiencia, fijaría el que fuera angel custodio de mis dientes. Pero no fue así, y el tío del globo (*) no apareció -confío en que fuera por mera falta de ganas- y no tuve más remedio que tirar de casta y sufrir...

(*) ¡ojo, que con lo de "globo" no me refería al esogástrico que algún mal pensado podría pensar que lleva metido desde que se aberrunchó contra el rocaje vivo y vive al trantran como un marqués, sino a que habría sido al globo al que me hubiera agarrado para tirar de ritmo.

La verdad es que, con el mal recuerdo santapolero de hace dos semanas (desde entonces no había vuelto a calzarme mis bruks-fabricadoras de ampollas), no tenía ni pizca de ganas de acabar con los gemelos agarrotados y las plantas de los pies fritas a bambollas (como en las últimas medias), y mucho menos con la tiritona que me dejó como para que me enterraran en las salinas de Santa Pola igual que a una dorada a la sal, ¡¡¡pero ahí estaba yo!!!... entre máquinas, corriendo los primeros 10 kilómetros por debajo de mi ritmo en media (ellos, entre bostezos y animadas charlas, sólo iban preparando el pique de la vuelta), ¡y terminando los más de diez de la vuelta con un último kilómetro por debajo de cinco minutos!... ¡si, cinco, faif, senq, fuinf, chincue! ¡pijo, lo que va después del cuatro!... no es que me haya equivocado, ¡es que tal y como estaba antes de empezar, el final fue apoteósico! ¡y todos pudimos disfrutar contentos sin que servdior diera su acostumbrado espectáculo!

Yo no salía de mi asombro. El personal de emergencias que se dió cita comprobaba con asombro que había llegado entero, de una sola pieza, y sin evidentes síntomas de nada malo, que no fuera el cansancio propio de la jartá de kilómetros que había tenido a bien darme.



Creo que en el Consistorio ya están pensando poner un monumento o algo al comienzo del paseo ribereño para conmemorar la proeza de que termine una tirada de más de veinte kilómetros sin ningún altercado apreciable, y es posible que se prepare alguna romería para festejarlo (como en marzo no hay nada de particular interés humano -el día de San Valentín todos sabemos que es un invento del cortinglés- es posible que acabe convirtiéndose en un festejo célebre y de interés turístico intergaláctico -digo yo que a los ancestros extraterrícolas de los ánades del río los invitarán también-).


(y que nadie se olvide del personal sanitario, ¡por favor!)

¡Y esta es la historia de otro sábado en esta carrera nuestra que parece interminable hacia la adopción!... Sinceramente tenía el anhelo de que, al igual que Superman hacia retroceder el tiempo dando vueltas al globo terráqueo en dirección contraria a su rotación habitual para salvar a su amada Louise -por entonces creo que la muchacha no conocía aún a Telma-, con mi correr podría acelerar un poco el huso horario, pero he comprobado que lo único que se acelera es mi ritmo cardíaco, por lo que, en lo sucesivo, intentaré proceder con más calma. Y al igual que hacen los faquires y otros maestros de oriente, procuraré contrarrestar el aumento de mis pulsaciones conforme se va acercando el día...

No sé si el corazón de los salmones se acelerará tanto como el mío cuando remontan el río, pero yo tengo el pecho abollado desde dentro, y los dedos desollados de tanto escribir... ¡Stani, recuérdame que te regale un tarrico de colirio por tener la santa paciencia de leerme hasta el final, y ni se te ocurra ponerte malico pensando que hay enfermeras de ésas en los hospitales, que eso es una leyenda urbana, jaja!