sábado, 30 de enero de 2010

MOVIMIENTOS 2 o el sprint más largo de mi vida

A mis queridos, escasos y tímidos seguidores (lo de tímidos lo digo porque a pesar de que se incrementa el nº de entradas al blog se mantiene impasible el nº de comentarios):
más que una continuación de la entrada anterior, veo pertinente una pequeña aclaración, no vaya a ser que el inusualmente alto nº de visitantes se deba a que los pocos parroquianos que aún se atreven con este mi blog, no se hayan enterado de lo que quería decir y por eso entran una y otra vez para intentar aclararse.

Pues eso, que resumiendo, sin tanta literatura y desbocamiento poético-sentimental, lo que os queríamos decir, mi media mandarina y este ilusionado globero, es que en breve vamos a incrementar la familia, aunque no la tasa de natalidad, más que nada porque nuestra pequeña ya ha nacido...

¡Cuán curioso! ¡Justo el año en que mi licencia de triatlón me cataloga de "veterano" debuto en esto de la paternidad!... Mucho me temo que voy a ser más globero que en cualquier triatlón, así que agradecería a quien lo tenga que me pase un buen plan de entrenamiento para esto de ser padre.

En fin, ya sabéis porque este año tampoco tocaba la maratón ni el IM. Aunque la verdad es que no creo necesario correr una para saber lo que es el muro, porque en lugar de kilómetros, lo que estamos corriendo nosotros son días -indeterminados los que nos faltan para emprender el gran viaje-, que se hacen largos, largos, como los kilómetros a partir del treinta.

De verdad os lo digo, y creedme porque soy un auténtico experto en estas globerías de acabar pruebas al límite de mis limitadas y poco entrenadas capacidades: ¡esta espera de la adopción es bastante más dura! Al fin y al cabo, tanto en Aspe como en Santa Pola (que son las 2 medias que llevo esta temporada), sabía donde estaba la meta. Y aunque llegué calaverita total (la semana pasada en Santa Pola además lo parecía con el castañeteo de dientes que cogí por el frío), era consciente de los metros que tenía que arrastrarme hasta terminar. Nos dicen que ya estamos en la recta final, pero no sabemos con exactitud hasta donde tendremos que estar esprintando. Al fin y al cabo, en los embarazos "convencionales" (nosotros llevamos varios años embarazados de esta otra forma), se sabe a priori que duran nueve meses, y por tanto se ve la línea de meta desde lejos...

¡Madre del amor hermoso! ... que me pongo y no paro... ¡pobre criaturica cuando conozca a su padre y empiece a inundarle los oídos con sus chorreos mentales!

sábado, 23 de enero de 2010

MOVIMIENTOS

El movimiento se demuestra andando. Hay cientos de formas de moverse. Cada ser de este mundo lo hace a su manera: unos reptan, otros vuelan, unos trepan, otros saltan, unos andan, otros corren... Y en estas el Hombre, en su inagotable demostración de formas de ser, es capaz de emularlas todas, adaptándose al medio.

Lo importante es moverse. Nunca quedarse quieto, aún a riesgo de que te tachen de inquuieto o de no salir en la foto, pues no es menos cierto que si no te mueves no llegas nunca a ningún sitio.

El movimiento. Siempre será el movimiento... Hay movimientos sociales, hay movimientos filosóficos, literarios. Otros las llaman corrientes. Como si se tratara de un río que fluye continuamente hacia el todo que es el oceáno, y hacia la nada paradójica de la desaparición de su esencia al verse mortalmente sumido en la inmensidad del mar.

Se mueve la Tierra...En Haití bien lo saben. Y como consecuencia se mueve el mundo, que sólo parece reaccionar ante estos impulsos sismográficos tan devastadores. Las neuronas y los corazones se reubican temporalmnte, pero cuando esta inercia que generan los medios de comunicación desaparezca, todo volverá a esa calma chicha, a esa falta de aliento y movimiento espiritual tan característica, perfecto contrapunto a la puta locura de movimiento descabezado que se ha inventado el hombre moderno, y al que le ha dado el ocurrente nombre de progreso.

A quien no lo practicara aún le recomiendo encarecidamente el movimiento. Los galenos deberían recetarlo más que el paracetamol o la amoxicilina. Quedarse quieto tal vez cure ciertos males físicos pasajeros, pero no los espirituales. Y además no te lleva a ninguna parte.

Hay movimientos migratorios, libre, como el de las aves.
Hay movimientos compulsivos, como la tos, o como la tragedia de la inmigración a la que ese ser, supuestamente superior en lo intelectual, le pone trabas tildándola de legal o ilegal por el mero hecho de venir acompañada de una burocracia maquiavélica -¿por qué no aprendemos de los pájaros?-.
Hay movimientos demográficos. Permitidme que os hable ahora de estos últimos. La demografía, con su etimología griega, viene a ser "la ciencia que tiene como objetivo el estudio de las poblaciones humanas y que trata de su dimensión, estructura, evolución y características generales, considerados desde un punto de vista cuantitativo".

¡Ay, la demografía! ¡Y la de vueltas que da la vida!... sobre todo cuando no paras de moverte. O cuando no paras de beberte a sorbos la vida, emborrachándote con sus maravillas o intentando olvidar las desdichas que se cruzaron en tu camino, consolándote porque hubo otros cuyas desgracias fueron mayores.

Nosotros no deseamos quedarnos quietos. Por eso tenemos el inmenso placer de anunciaros que en nuestra vida, si el azar juguetón no tiene otro plan, habrá en breve un "movimiento demográfico". Al contrario de lo que ocurre tras las catástrofes por los movimientos sísmicos, a nosotros será el movimiento demográfico el que nos causará un movimiento sísmico de esperanzadoras consecuencias.

No hacemos crecer la demografía. Tan sólo se trata de un pequeño ajuste: un casi imperceptible cambio para la demografía, pero un gran cambio en nuestra vida...¿no se trataba de moverse? Pues este paso al frente nos garantiza movimiento de por vida, cual pila Duracel.

¡Me río yo de las salidas de 100 kms. en bici! ¡o de las medias maratones sin apenas entrenamiento!... Mucho mejor que la morfina y el doping más sofisticado. Mi pequeña Leyre: en cuanto salgamos del agua, y nos quitemos el neopreno de ansiedad que tanto nos aprieta nos pondremos a pedalear en tu busca. Subiremos montañas, bajaremos por escarpadas sendas, vadearemos escorrentías. Lo que haga falta, preciosa. Al fin y al cabo, el movimiento se demuestra andando.

domingo, 17 de enero de 2010

De todo, oiga, de todo.

Con esto de los interneses ya no hace falta salir de casa para tener de todo. Y cuando digo de todo, digo de TODO, con todo lo que puede incluirse en una acepción tan basta y amplia.

Todo es la antítesis de la nada. Todo es sentarte en la silla del interné y encender el desordenador personal.. Digo desordenador por aquello de que más que ordenar vidas, diríase que las desordena; no hay más que ver la cantidad de afectados por el jobi-vicio en que se ha convertido para muchos críos -y no tan críos- esa especie de retiro internauta que practican, como si no existiera más que cibermundo... ¡y mucho ojito que el abuso de esto de los blogues también puede ser nocivo en dosis excesivamente elevadas!

Todo es que si no te apetece darte de topetazos con la gente física por los pasillos del Mercatrona, o del Fufur, o del mismísimo Cochinglés, puedes hacer tu compra tirando de tecla y haciendo el pago por obra y gracia del espíritu de la Mastercard. Todo es verte una película recién quemadita; todo es asistir al partido del siglo en tu diecinueve pulgadas y escuchando los comentarios en chino mandarín, con la emoción añadida de quedarte viendo a Casillas congelado en el aire en el justo momento en que Ibra remata a bocajarro (¡que expresión más tonta, por cierto, esta del "bocajarro" que se emplea tanto en el periodismo futbolero y que a mí sólo me trae recuerdos de cuando aprendí a mear sentadito y en el jarrico que hacía las veces de correpasillos!), por mor de un atasco de la descarga del satélite o de vete a saber tú qué servidor demoníaco en Kuala Lumpur.

En resumen: todo es todo lo que se te antoje. Seguro que se os ocurren miles de ejemplos. Hasta buscarte rollito puedes. No es necesario ni que te lo propongas. Para muestra un botón: a continuación transcribo un email que he recibido hoy. ¡Voy a tomarme una tila, pues resulta que a alguien le he hecho tilín!


Hola como estas? ;-)

Es probable que no recuerde quien soy, mi nombre es Ekaterina. Usted me dejo su e-mail a un sitio de citas. Pero yo no te escribi una carta de inmediato, porque tenia que salir en viaje de negocios a otra ciudad. No hace mucho tiempo llego a su casa y decidio escribir una carta.

Yo no quiero jugar el juego, yo quiero construir el amor. Soy una mujer que busca el principe, con quien yo seria feliz. Pero es muy dificil de encontrar en la segunda mitad de la imagen, ya que la Internet se ha divorciado de un monton de engano.
Si usted quiere encontrar la segunda mitad, por lo que le gustaria formar una familia.

Que encontro a esta persona, porque quiero empezar una familia, tener hijos, etc
No se, yo soy usted esta interesado o no, si usted quiere solo por diversion o jugar juegos en un tiempo vacio que perder.

Asi que si usted esta dispuesto a reunirse conmigo, voy a esperar a que su carta. :-)


No sé si echarme a remojo mientras me pienso con qué ropajes le gustaré más a la Ekaterina ésta -aunque viendo lo que dice, lo mismo le voy más si ropa, porque la chica te entra a saco y satén-, o si le regalo un libro de gramática española al fulano que ha traducido este email del ruso.

miércoles, 6 de enero de 2010

JAQUE A LOS REYES

Queridos Reyes Magos...

Bueno, mira, pensándolo bien nos dejaremos de hipocresías, a ver si este año podemos practicar lo de la transparencia entre todos un poquito más (¡sobre todo las zagalas de buen ver en sus ropajes, ja,ja!). Al fin y al cabo, esto, más que una carta al uso de esas que estáis acostumbrados a recibir de toda la chiquillería de buena parte del mundo occidental, es un escrito de reclamación en toda regla, así que lo de "queridos" me lo reservaré para las ocasiones en que considere apropiado su uso, lo de "Reyes", como que se os está poniendo crudo con tanto republicano (eso sin contar con el dedo en la llaga que han venido a meter los de Ikea... ¿es cierto que dejásteis de entrar por las puertas, como todo ser civilizado, porque os reconcomía ver en los felpudos lo de "bienvenidos a la república independiente de mi casa"?), y lo de "magos", ¡otra que te crió!...¿queda alguien que se lo crea con tanto brujo o adivino que anda suelto por ahí? Además, si fuérais magos de verdad, ¿por qué han estado diciendo que os ha afectado la crisis también a vosotros?

¡Que no! ¡que os estáis quedando sin mercado!... Hasta en España, vuestro tradicional punto fuerte, tenéis al gordinflón finlandés que os pisa los talones, y parece más ágil que vosotros en lo de trepar

porque en el resto de Europa y el mundo ya nos sóis nadie: en Francia son "noeleros", en Italia, además del desnarizado Berlusconi -que debe ser de vuestra quinta más o menos- una bruja os dejó sin mercado por mucho Vaticano que tengan en Roma, en Grecia son ortodoxos y nanai, a las islas británicas no hay forma de llegar, y en el resto del mundo el monopolio es de los "santas", en Marruecos no hay más rey que Mojamé, así que no podéis soñar con mojarle la oreja allí a nadie, y por si fuera poco, el roscón de Reyes lo venden ya en noviembre... Si le echáis un vistazo a la siguiente foto seguro que deducís vosotros mismos por qué resulta más atractiva y sugerente lo del gorrito rojo con borlas blancas...


No obstante lo anteriormente comentado, por la educación tradicional que mamé, y muy a pesar de que año tras año de mi niñez os pasábais por el mismísimo forro mis deseos y no dejábais de traerme material escolar y ropas varias sin que yo lo hubiera solicitado, este año nuevamente caí en la tentación y me dirigí a vosotros con la esperanza de que mis rezos fueran, al fin, oídos....

Cierto es que no lo escribí -¿cómo es posible que si traéis ordenadores y otros adelantos técnicos a lomos de vuestros camellos no os hayáis interesado aún por la ecología apostando por la oficina sin papeles?-, sino que intenté el contacto llamado espiritual, ese que no genera contratos físicos, pero que rasga corazones.

Imagino que, estando el mundo como está de externalizado, ya habréis abierto franquicias, y habréis subcontratado buena parte de vuestra rala actividad, a pesar de que trabajáis casi menos que cualquier funcionario de estirpe. Y por esa razón, en lugar de llegaros a vosotros mi pedido, le llegó al genio de la panza colorá, al nomo de la mala leche o a algún sudamericanito de esos que tendréis contratados, como cualquier multinacional que se precie, para sus centros de "desatención" telefónica.

¿Era mucho pedir que tuviéramos salud?... No claro, como eso se pide el día de la lotería, estaba fuera de fechas, o lo mismo ya no teniáis stock, y por eso nos tragamos justo antes de final de año un buen virus intestinal... Pero no contentos con eso, cuando este gentilhombre -cuyos lamentos estáis escuchando- hizo un postrer esfuerzo por seguir confiando en vuestra buena fe, y os solicitó con modestia y sencillez un comienzo de año tranquilo, vosotros, en el colmo del retorcimiento de vuestra galopante senilidad, me mandásteis un buen esguince en el tobillo, ¡hale! ¡para que te estés tranquilito con la pata bien liadita y en alto!... Lo peor es el cachondeito de mis amigos, los buitres "niceros", que no tendrán piedad y aprovecharán para decirme que soy un crack buscando excusas para mi conocida y tradicional hibernación deportiva.

¡Me tenéis harto!, trío de mariquitas con corona. Y por eso, advertiros quiero, de que el día menos pensado iré a la catedral de Colonia, donde se dice que están enterrados vuestros restos, y me pondré a cantar, sobre vuestras tumbas, villancicos rumberos con el vozarrón de cochino "in castration" que me fue asignado en el reparto, y os llevaré, en lugar de oro, incienso y mirra (¡que vaya mierda de regalos para un niño, todo sea dicho de paso!), una hucha con monedas de céntimo de euro para que os compréis algo -si es que os llega para algo-, un frasco de la colonia más repulsiva que encuentre, y una corbata de esas con los colores surrealistas y horteras que tanto gusto os da regalar por estas fechas... ¡vaya tres cornucopias de Valentino que estáis hechos!

Sin otro particular, ¡que os vayan dando!


PD: Id preparando a vuestro gabinete jurídico porque nos veremos en los juzgados por incumplimiento de contrato.

viernes, 1 de enero de 2010

San Silvestre de pasillo

Correr una San Silvestre se está convirtiendo en otro tópico más de la Navidad. Una forma sana de despedir el año, o una excusa como otra cualquiera para justificar los excesos que se cometerán al poco en el puente entre dos años, disfrazándose como Valentino o como el más friqui de los friquis nos den a entender.

Tenía previsto disputarla un año más, pero esta vez me he visto forzado a saltarme el guión, por imperativo o fuerza mayor que se dice, y como el que no quiere la cosa, he descubierto que se puede correr una sansil en el pasillo de casa. No os lo váis a creer, pero casi es lo mismo: en las dos se puede ir en calzón corto, se puede ir dándole al Aquarius, se puede ir a un ritmo u otro y hasta se acaba perdiendo peso. Además ´para la Sansil de pasillo no se necesita preparación... La única diferencia que veo es que en la Sansilvestre de pasillo, como te encuentres el baño ocupado lo tienes chungo, porque te vas a chorro por la pata abajo y pones el suelo que parece una cochinera.

Efectivamente, se descubrió el "pastel": para la Sansil de pasillo sólo necesitas un buen virus estomacal que te deje laxo, laxo, y si acaso un poco de estrategia, consistente en no alejarte mucho del amigo Roca, para que no tengas que abusar del esprint corto cuando aprieten las válvulas intestinales.

Mas hete aquí que el nuevo año se presenta divertido, pues habiendo tenido tan mala salida, de aquí en adelante viene la cuesta abajo. Ya habrá tiempo de ir cogiendo velocidad. De momento un brindis con Aquarius (para evitar que acabemos como uvas pasas) por el nuevo año, por los nuevos propósitos, proyectos y sueños.

Año nuevo, vida nueva. Y en nuestro caso más que nunca. ¡No vamos a correr este año nosotros San silvestres nocturnas ni nada!... Pero de los movimientos demográficos que nos esperan ya hablaré otro día. De momento esperaremos a que se acaben los intestinales, que menuda sinfonía de tripas tenemos mi preciosa bailarina y yo (no suena tanto ni el famoso Musikverein de Viena en el concierto de año nuevo, concierto que por cierto estoy escuchando mientras escribo estos primeros renglones torcidos del nuevo año).

¡¡¡ FELIZ AÑO A TODOS !!!