miércoles, 25 de agosto de 2010

SUEÑOS A RAUDALES Y CAJAS DE CAUDALES

Como el rincón del alma, del que hablaba el poeta, lo tengo lleno de chismes y sin barrer, los últimos anhelos los he guardado en una caja fuerte, para que no se me escapen ni nadie me los robe.

¿A que es poético a más no poder?... Ya iré quitando el velo de la poesía conforme me vaya asentando para contaros en qué consisten los anhelos-sueños-proyectos de la nueva temporada, que con eso de haber vuelto hoy al curro, ¡¡¡cinco meses después!!!, me encuentro así como raro, sin terminar de encontrarme, aunque suene paradójico.

Pero ya que hablo de cajas fuertes, me estaba preguntando si el tipo que inventó el armatoste de marras pagaría mucho por el "copirrín", porque conforme las cosas que pasan en este mundo de corruptelas, y teniendo en cuenta que las polícias locales no persiguen por esta causa a los subsaharianos por las playas, como si fueran conejos o como si no tuvieran otra cosa más importante que hacer, ¡con la de delicuentes que hay!...

Con un poco de ojo y un par bien puesto, ni tan siquiera se tendrían que molestar en pasar calor, pateando las calles, que gran parte de la chusma están a buen recaudo ejerciendo de concejal, arquitecto municipal o incluso gran jefe consistorial. Bastaría con que montasen guardia a las puertas del Ayuntamiento y esperaran a verlos salir con las bolsas de basura, al estilo Muñoz.

Después de todo, el ex de la Pantoja debe sentirse orgulloso de haber marcado estilo. Y si no que se lo digan a Paul Shin Devine, un ejecutvo de Apple d 37 años, que está acusado de espionaje industrial según revela hoy la prensa internacional. Al parecer el fulano, tampoco quería que se enriqueciera injustamente el inventor de las cajas de caudales y prefería guardar los 150.000 dólares que han encontrado en su casa, ¡en cajas de zapatos!... ¡Vamos que trabajar en una empresa de las puntera en tecnología y no tener en casa un enfriador de billetes o un microondas para seguir cociendo el negocio en moneda extranjera! ¡¡¡A este tío le daba yo con la zapatilla!!!

Todavía no conozcon a nadie que falsifique cajas fuertes ni nadie que las venda a cinco "leuros" en los mercadillos. Pero conforme se está poniendo de difícil eso de vender cedeses pirateados no me extrañaría que se lo estuvieran pensando, ¡que queda muy cutre lo de guardar tanta pasta de forma tan chabacana! ¡un poco de elegancia por lo menos! ¡que lo que priva ahora es el estilo Camps! Y si no al tiempo.

Ladrones si. Que si no, con la de paro que hay ya, se nos quedan los policías sin trabajo. Pero de guante blanco y con imaginación.

lunes, 16 de agosto de 2010

Agua fresca de Rosas

Aunque soy consciente del riesgo que entraña titular, a estas alturas, una entrada de mi blog con el nombre de una fragancia, tranquilidad y buenos alimentos, que no estoy en proceso de "gutización", ni se me ha ido la pinza para Turquía como al de la rubia y pija melena, ni me he vuelto de repente un Adolfo Dominguez cualquiera.

La cosa tiene que ver con la cosa triatlética (o con esa especie de modalidad deportiva que yo practico de vez en cuando), y es que, para ser agosto, estoy que me salgo.

Hace unos días, después de llevar varias semanas tirado en la playa, a base de cervezas y tapas varias, eso de que estaba que me salía era una descripción fidedigna de cómo estaba mi barriga. Pero a día de hoy, después de haber denostado de mi dieta la cerveza y sustituirla por el agua corriente, y de haberme autoinfligido varias penitencias en forma de tiradas a pie largas y cansinas como sesiones parlamentarias, para lo penoso de mi estado, resulta que casi me encuentro en plena forma, algo no demasiado complicado si tenemos en cuenta que mi pico de forma se asemeja, en el mejor de los casos, al de un gorrioncillo recién salido del cascarón, nada que ver con los de mis amigos y colegas aironmanes, a los cuales se ha unido recientemente Jesusico, el niño camaleón, que se ha "im-bautizado" en Ratisbona, allá por las Alemanias del pulpo nada menos: ¡felicidades amigo!

Volviendo a lo de mi estado de forma y a lo del agua de Rosas, me dejaré ya de circunloquios, a los que ya sabéis que soy adicto, para daros cumplida cuenta de mi últino fin de semana acuático en la bahía de Rosas (Gerona) -por más que los catalanoparlantes se dediquen a cambiar las vocales de sitio y denominen Roses al bello pueblo ampurdanés y Girona a la última provincia del litoral mediterráneo español antes de adentrarse en suelos galos-.

Dos travesías a nado en dos días consecutivos podrían parecer mucho, pero es que, sumando ambas, la distancia recorrida fue de unos 2 kms. únicamente.

El sábado 14 de agosto participé, como ya hiciera el pasado año, en la Travesía Local, cuya distancia habían incrementado este año hasta los 700 metros. Salí del agua tan encantado que, hoy por hoy, me estoy pensando seriamente empadronarme aquí para lograr el éxito natatorio. Y es que, este menda, un tipo de secano, un nadador de una sola velocidad incapaz de nadar el kilómetro por debajo de los veinte minutos, así le muerda un tiburón en el culo, si optara por la nacionalidad catalana (no sé si el tener un sobrino catalán me daría derecho a disponer de la doble nacionalidad, tendré que consultarlo con el buen señor Mazón, abogado tocahuevos de profesión) empadronándose en Rosas, resulta que tanto el pasado año como éste ¡¡¡habría conseguido ganar trofeo en mi categoría!!! ¡manda cojones de palmípedo!

El año pasado fui 2º en la categoría M35-39 y este año he quedado 3º en M40. Pero al ser una travesía local, además de no dar ni un triste botellín de aua al terminar, me han dejado sin trofeo. En la general, el 38º de 88 participantes, incluyendo niños (no valen las risas, porque la mayor parte de los infantes llegaron por delante).

Ayer domingo 15, día de la Fiesta Mayor, se celebraba la LXXIV edición de la Travesía al Puerto de Rosas, prueba open, con un recorrido de 1350 metros. A pesar de no haber premios económnicos, aparecieron nadadores de clubes de natación de la provincia como si fueran caracoles y acabara de llover.

Casi 200 participantes, y viendo la clasificación, hasta mi puesto (rondando el 150, con un tiempo de 29'36') había pocos que no pertenecieran a tal o cual club. Vamos, "pofesionales" del agua.

En general la experiencia ha sido positiva. Lo de tirarse el último al mar desde el espigón del puerto ha tenido el efecto reconfortante de ir siempre adelantando gente, aunque también me topé con la sorpresa de lo fresquita que estaba. Además, las leches esta vez las he dado yo, ahí, en plan veterano, marcando dominios marinos. Lo único, si acaso, es que no consigo afinar el sextante marino para conseguir ir en linea recta. Creo que ya sé qué hago con las "eses" que, como buen murciano me como cada vez que hablo... ¡las hago en el agua cuando nado!

Lo dicho, el honor a salvo, sobre todo porque conseguí salir por delante del participante que tenía una sola pierna. No sé si sería a él al que le dí las leches.