viernes, 15 de febrero de 2008

La pe con la a, pa.

Dos letras, una sílaba, pero no una sílaba cualquiera, no señor. Desde el mismo momento en que el ser humano, desposeído aún de habla y del más básico control de esfínteres, se lanza a la aventura del balbuceo, una de las primeras cosas que aprende es a decir “pa”, expresión resumida ésta que repetida en tandas de a dos por el infante o nenico en cuestión, es capaz de conseguir en el adulto varón metido a progenitor, casi el mismo efecto que consiguieron Paulov y su campana en aquel cánido que usara el buen hombre de cobaya para su afamada ley del reflejo condicionado: una extraordinaria segregación salivar, o lo que es lo mismo, baba a granel.

A la amamantadora procreadora le sucede lo mismo cuando en lugar de pa es ma la sílaba escogida. Pero esa ya es baba de otro costal.

Del “pa” descenderán luego palabras tan trascendentes para entender la historia como patria, parto, pared, patata, paga, pachuli, p’alante y p’atrás, y hasta pánfilo, patán, palurdo o paleto.

Pero si hay un término que sería especialmente injusto dejar abandonado a su suerte, por sus reconocidas capacidades adjetivas y sustantivas, pues lo mismo te hace reir que llorar, con sus colores vivos y saltones las más de las veces, ese es el payaso.

Payaso. Dícese del que hace payasadas. Los hay de circo, con sus caras pintadas, sus zapatones estrafalarios y sus flores de pega en la solapa, y los hay de parlamento, con sus corbatas, sus trajes de sastre, sus estudiadas arengas partidistas y su falta de respeto a la más mínima decencia y decoro, carencias éstas que se acentúan en época de elecciones, como si se tratara de una jauría de animales salvajes a la gresca en período de celo.

Por suerte aún hay diferencias. Más en la comparativa no es que salga nuestra especie demasiado bien parada. Al fin y al cabo se supone que deberíamos distinguirnos por nuestra inteligencia, pero lo cierto es que los animalicos no tienen culpa de dejarse guiar por los instintos más primitivos y básicos y, en cambio, nosotros nos empeñamos en hipotecar nuestro raciocinio acomodándonos en las butacas que nos han sido reservadas a cada cual para asistir al lamentable espectáculo de esa subasta en que, tanto unos como otros, han decidido convertir la campaña electoral: ¡el señor de la rosa en el puño ofrece cuatrocientos euros, el caballero de la gaviota asegura mano dura!, ¿quién da más?... ¿he oído dos semanas más por paternidad?...

No me extraña que San Jerónimo saliera a la carrera. Es como para echar a correr y no parar hasta dejar en mantillas los cuarenta y dos kilómetros que se marcó Filípedes antes de cascarla por el titánico esfuerzo. Corrían –nunca mejor dicho- otros tiempos. También entonces habían guerras y tropelías. Pero no faltaban el honor y la dignidad.

Por suerte, y aunque patético sea un adjetivo que tire de pa en su arranque, también la PAZ incorpora el mágico binomio, y me complace escribirla en mayúsculas, que es como gritar en alto un deseo. Pues eso: ¡paz y después gloria, paisanos!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver si deja usted de criticar continuamente y aporta algo más positivo. Cierto es que en algunas críticas le asiste la razón, pero deberia pensar que , después de todo, los que nos mandan y gobiernan son personas como nosotros, como usted y como yo, con sus defectos y virtudes , y que el errar y equivocarse es inherente al ser humano. Si cree usted que lo haria mejor y que es más perfecto que ellos pues actúe en consecuencia, sea responsable y preséntese para gobernar. un saludo.

Periquito dijo...

A ver si deja usted de criticar continuamente y aporta algo más positivo. Cierto es que en algunas críticas le asiste la razón, pero deberia pensar que , después de todo, los que nos mandan y gobiernan son personas como nosotros, como usted y como yo, con sus defectos y virtudes , y que el errar y equivocarse es inherente al ser humano. Si cree usted que lo haria mejor y que es más perfecto que ellos pues actúe en consecuencia, sea responsable y preséntese para gobernar. un saludo.

Jetlag-Man dijo...

¡Qué ganas tengo de que acabe la payasada electoral! Por cierto, a Periquito le diría que yo espero que una persona que me represente lo haga mejor que yo mismo lo haría. De lo contario, me presentaría yo también, pero pagan poco y, además, es un auténtico coñazo. ¿No creeis que la mayoría de nuestros representantes no habrían llegado muy alto en la empresa privada?

XARLI dijo...

Ramón, pues si tienes ganas de que acabe, y todavía no ha empezado la campaña como tal, lo vas a pasar peor que dando pedales cuesta arriba y con viento de cara, ja,ja.
En cuanto a Vd. Periquito, me deja sin palabras, ¡y no será porque no hay en el diccionario, que hay pa jartarse! Pero bueno, bienvenido en todo caso. Insisto en que llega a tiempo de asistir al mayor espectáculo del mundo (¡y no es el circo!). La entrada es gratis inicialmente, pero ya nos costará los cuartos.

stani dijo...

Querido Xarli, ahora resulta que el criticante ha sido criticado, que se siente? lo mismo es que vas teniendo algo de poder y se te tiene en cuenta.... así empezó José María García(el de la radio)

stani dijo...

El siete quita el perete...., vete preparando para San pedro que te voy a sacar las bolas de los ojos....olé