domingo, 15 de febrero de 2009

PASA LA VIDA.. ¡y yo con estos pelos!

Pasa la vida, tus ilusiones y tus bellos sueños, todo se olvida, tus ilusiones y tus bellos sueños, todo se olvida. Pasa la vida, igual que pasa la corriente cuando el río busca el mar y yo camino indiferente, donde me quieran llevar...

¡Topicazo, topicazo, donde los haya! ¡TEMPUS FUGIT! ... ¡la de filósofos, literatos, músicos, científicos y gentes pensantes en general que han tenido esta condenada tortura rondándoles la sustancia gris! ¡Y aún siguen buscándole solución! Pero no hay nada que hacer. Te pongas como te pongas: Vita Flumen.

Si no quieres acabar malamente, corriendo detrás de la pinza cuando se te vaya, hazme caso y no te pares a pensar, ¡corre tú delante!... Será por eso por lo que corro, por lo que nado y por lo que pedaleo como si quisiera fundir una docena de dinamos. Ya lo voy entendiendo. También será por eso por lo que habitualmente no me miro en el espejo, y cuando lo hago no doy crédito a lo que veo, o lo achaco a mi astigmática vista...

Pero la vida pasa. Y corre que se las pela. Y cuando más chulito te pones o cuando se le hinchan las narices a la jodida existencia te agarra y te lo explica. Mira, pedazo de ñú, no corras que es peor... Date con un canto en los dientes si has llegado hasta aquí y lleva cuidado con intentar comerte el mundo entero, que no te cabe en la boca, y lo mismo te mando una plaga de caries que te dejo para comer sopitas y buen vino.

Venga, se acabó la introducción filosófica. Todavía no ha sonado la corneta anunciando el fin de los días y, por lo tanto, no tengo razón para dramatizar más de la cuenta. Esta especie de rayadura dominical tan trascendental que me ha dado hoy imagino que es algo así como el colapso que sufren en la capital del reino cuando le da por nevar así en plan paleozoico. Menudo caos circulatorio, ¿verdad?... pues lo mismo pero sin nieve en una de esas patucas mías, que tan bien torneadas me estaban quedando con el entrenamiento y que ahora ha decidido adelantarme una invitación al retiro en plan problemo vascular. Vamos, lo que se dice propiamente una jodida variz, de esas que duelen como si el inquieto zagal del vecino o ese sobrino consentido con pintas de aspirante a cabrón profesional que solemos tener todos te estuviera dando patadas en la espinilla en sesión continua, haciéndote recordar, por oto lado, películas de alienes que se te meten por las venas, hinchándolas y deformándolas.

Recién finalizada la terapia "plantillar" que me había tenido cojitranco total, ahora empieza esto otro. Y lo peor ya no es la dolorosa sensación de abultamiento, que me impide hasta casi andar por momentos, sino la medicación que me dan: daflón comprimidos, que son los mismos que se toman mi señora madre y mi adorada suegra... ¡El acabóse, creedme!...¡Jódete Ramón que se acerca tu jubilación! Y yo con estos pelos, jugando a aparentar veinte años menos y a sentirme como un chaval. ¡Filgud y todo lo que tú quieras de actitud positiva pero putada gorda! ¡Pero pijo, si aún no estoy en cuarentena! ¿qué nuevos despropósitos me acompañarán cuando la federación me dé la chapa del coñac? ¡si hombre, cuando pase a "veterano"!...

¡Cuánta razón tenían los "Pata Negra" con esa famosa blueslería que he usado para dar título a este enredo circulatorio y cuya letra he transcrito en el primer párrafo! Pasa la vida. Y yo con estos pelos de velocidad.

¿Qué le vamos a hacer? Con lo enfrascado que estaba este año en esos proyectos de doblado de distancia, y lo estilizado que me hacía nuetro recién estrenado mono de competición triatlética, y ahora me veo estirando la pata (poniéndola en alto quiero decir), y comiendo kilos de ajo y cebolla. Dentro de la pequeña desgracia ya se sabe que esta última planta hortense, de la familia de las liliáceas es también buena para otros fines, según reza la sabiduría popular. Quien no se consuela es porque no quiere. Cosas peores hay, pero de momento, Mariano, echa el freno de mano.

Creo que me pasaré al dominó. Le pediré a mi padre, semiprofesional del asunto, que me vaya enseñando todos los secretos del oficio, por si acaso fracasan las terapias de choque vascular que me han sido prescritas y he de firmar mi traspaso al club del jubileta del barrio... ¿o debería optar por la petanca por aquello de que hay que tener las bolas bien puestas?

5 comentarios:

stani dijo...

acho! y toda esta trola para decir que no tienes bolas para hacer una simple maratón?,jajaj
Por cierto, quien cojones son Ramón y Mariano?, olé

XARLI dijo...

Si, es que me estoy entrenando para presentarme a algún cargo político... ya sabes, por aquello de la retórica, la dialéctica y la búsqueda de explicaciones poco convincentes, ja,ja...¡Seras cabrito viejo!
En cuanto a Ramón y Mariano, que nadie se dé por aludido, que son nombres figurados tomados para cubrir el expediente de bordar una rima facilona y sonora: Ramón-jubilación, Mariano-freno de mano (aunque con Mariano y la mano existe otra rima más popular, aunque algo más vulgar, ja,ja).
De todas formas me alegro que esta vez sólo tengas dudas con respecto a lo que pintaban aquí el Mariano y el Ramón. Eso significa que estoy cumpliendo mi misión cultureta para contigo. Ya hasta entiendes los latinajos, ja,ja.

XARLI dijo...

Ah, se me olvidaba.
Ya se puede acceder al nuevo blog de nuestro proyecto solidario de Cieza-triatlón, o bien pinchando en el logo de cáritas, o poniendo en el navegador:
ciezatriatlon.blogspot.com

Jetlag-Man dijo...

Bueno, pues si iba por mí, que Dios te oiga,... y me jubile pronto. Y, macho, date con ajo y cebolla en los dientes, pero déjate el canto, que mira que te salió caro la última vez.

XARLI dijo...

Leches Ramón, ¿sigues vivo? ¡imagino que tu último zagalico se ha apropiado de tu tiempo, casi tanto como se apropiará de tu cartera en cuanto gane un poco de eso que ahora llaman "psicomotricidad" en sus manos!
En cualquier caso me alegro de verte zangoloteando por aquí, porque tengo ganas de hablar contigo de cosas literarias...