miércoles, 2 de septiembre de 2009

Septiembre; vuelta a empezar sin haber acabado

Septiembre es un mes que siempre me ha gustado. Lo recuerdo desde pequeño. A pesar de que llevaba implícito el fin de las inacabables y deliciosas vacaciones de verano, siempre tuvo algo especial para mí. Lo mismo es porque cobija el día de mi cumpleaños. O por la feria de Murcia. O por el olor del dulce de membrillo tan delicioso que preparaba mi abuela con tan característico y aspero fruto de la agonizante huerta de Murcia -mi abuela lo llamaba carne de membrillo-.

No sé. De septiembre me gusta hasta su nombre, con una etimología que juega al despiste desde que el inicio del año se trasladó de marzo a enero, pues en su origen, cuando lo romanos inventaron el calendario (que no todo lo inventan los americanos o los japoneses), era el séptimo mes.

Ahora septiembre, bautizado comercialmente como el mes de la vuelta al cole por don corticoles, y yo diría también que el de los coleccionables y, por supuesto, el de mayor incidencia en la grave pandemia de síndrome postvacacional (dolencia que este año está teniendo menor repercusión por mor de la crisis... entiéndase la sencilla ecuación: a más paro menos gente que tiene que volver al trabajo y sufrir este mal), se ha convertido en una segunda oportunidad para volver a empezar, después del fracaso del propósito de enmienda del lejano mes de enero.

En lo de la vuelta a empezar me tendréis que dar la razón. Hay ejemplos a patadas: comienzan los futboleros a lo suyo -por cierto, que bien hilado que me queda lo de las patadas con el futbol-, que ya había ganas de que rodara la pelotita a falta de que rueden cabezas en la descabezada politica nacional; los políticos vuelven a la gresca, que es lo suyo a falta de mayor profundidad de armario intelectual, y don Zapa, el presidente, con su aderezo cuasi heroico de aliviador de conflictos viene a poner orden en el caótico estropicio verborreico que ha creado su numero dos, don Pepiño, con que si subían los impuestos hoy, pero mañana no, o con la alegría de la huerta que es doña Trini y sus afaires griposos.

Vuelve la justicia a hacer de las suyas y el juez sustituto, forofo de la teoría rousiana que abogaba por la bondad innata del hombre, se fía de una de estas descerebradas hijas de tal, y la deja en libertad, eso sí, retirándole el pasaporte para que no se fugue, cuando resulta que ya lo había hecho una vez... ¡no, si ya sabía yo que la fuga de cerebros era una realidad! ¿ves como a más de uno se le ha fugado el suyo y sólo tiene el conocimiento justo para pasar el día?...

¿Alguien da más? ... Y yo, que llevaba mes y medio sin correr (más allá de las correrías veraniegas por el centro de las Europas que relaté en mi anterior entrada), me apunto ayer a iniciar un plan de entrenamiento para un Ironman... ¡¡¡alto!!! ¡¡¡t'ol mundo quieto parao que no es que me haya dado la ventolera!!! La cosa es tan simple como que me pasé por Espinardo a darme un tute a entrenar, hito que marcaba el comienzo del plan de un aspirante real a ironman (que no soy yo, por más que insistas, Stani).

El efecto ha sido inmediato. Un E.T. y hoy tengo las piernas como el hierro, pero no por lo fuertes, sino por lo pesadas y porque apenas puedo moverlas, ¡madre del amor hermoso y del jersey de cuello vuelto! Momento IKEA para empezar. Supongo que así se forjan las leyendas.

Ya os iré contando la mía, si acontece algo digno -que yo espero que si aunque ni os podáis imaginar en qué sentido-.

De momento he empezado con ganas, y corriendo a tope, pues el pasado sábado, después de llevar mes y medio sin correr, me apunté en el Cross del Llano del Beal, que eran sólo 4200 mts, pero por tierra y para arriba y para abajo. Y la cosa salió por debajo de veinte minutos, que era a lo más que yo podía aspirar (a 4:40 el km), para un más que digno puesto en la primera mitad de los llegados (150 de unos 320), pues no suelo yo frecuentar mucho esos lugares en ninguna clasificación.

2 comentarios:

stani dijo...

Acho! que este año te vamos hacer un hombre de verdad, con maratón y tó, jejeje. y como te pongas tonto veremos a ver si no te vienes a Niza también por las mismas perras. jejeje.

Stani's fan club dijo...

Me pillas tan flojo ahora (creo que me ha venido el sindrome postvacacional con algo de retraso, jaja), que hasta la maratón la veo improbable.