Los 42 de Barcelona

El pasado domingo se disputó la maratón de Barcelona. Y, servidor, el salmón "wertano", no fue de la partida ... (¡uy, qué super-rocambolesca y rebuscada expresión ésta! ¡suena demasiado potente para lo poco que tengo que decir!, ja,ja)...

Ya es la segunda vez que me quedo con las ganas de estrenarme en la distancia. Imagino que el próximo año no habrá excusa que valga, ¿no dicen que a la tercera va la vencida? Habrá que ver como voy de sueño por entonces (me refiero a sueño del de dormir, porque el sueño como objetivo y deseo lo tengo ahí), aunque tampoco quisiera que se llegara a convertir en pesadilla, que uno sabe cuales son sus límites, así que, ya iremos viendo.

Los participantes se libraron de la nevada del día siguiente. Y yo me alegro especialmente por mis amigos, porque pudieron conseguir sus objetivos y porque ya están de vuelta, de forma que lo podremos celebrar este próximo fin de semana.

Eso sí, me sigue quedando la duda razonable de que todo pichichi consiguiera unas marcas del Copetín de Bullas... ¡que no! ¡que es envidia sana! Pero no me diréis que no os tienta la idea de ser mal pensados... porque tratándose de Cataluña y la fama de ahorradores, lo mismo se ahorraron unos metrillos de recorrido (ja,ja).

¡Enhorabuena Stani por tus 192 minutos de ná! ¿y qué decir de tí, Juanico? ¡de "mayor" quiero ser como tú y tener ese aguante!... de los Campillicos no digo ná, porque como decíamos de pequeños en el barrio: yo no me ajunto con los sub-3h, ¡que eso es ser como de otra casta!

No, en serio: aunque este año, por lo que felizmente me toca, no he podido intentar el asalto ni tan siquiera de mi ridícula marca mediomaratoniana tras 2 frustrados intentos en Aspe y Santa Pola(no la digo no vaya a ser que entre alguien de tronío y piense que está perdiendo el tiempo en la humilde morada de este blog-globero), ha habido varios días en los que me he sentido especialmente honrado por haber sido aceptado en un grupo de entrenamiento "aironmaniano", de miras totalmente inalcanzables para mí. Tan sólo espero no haber molestado demasiado. Para mí han sido -pájaras incluidas- experiencias muy enriquecedoras, como lo ha sido esperaros en la línea de meta, aunque haya sido virtualmente a través de la web.