jueves, 1 de enero de 2009

2009, un año de Odiseas

Lo mismo es que me despierto en año nuevo más lúcido de la cuenta. No sé. Pero tampoco es para tanto, así que no empezad aún a estirar de vuestras pelambres aún-eso el que pueda por no haber caído en manos de la creciente secta de alopécicos de la que estamos rodeados-, ya que no voy a repetir lo del año pasado. Si alguien, entre efluvios etílicos, siente añoranza o quiere recordar los acordes de la marcha Radetsky, que acuda a mi primer "posteo" del pasado 2008.

Este año toca ponerse galáctico y hablar de la Odisea, pero no del archiconocido poema épico de Homero con sus 24 cantos... Tranquilidad y buenos alimentos que no están mis cuerdas vocales para aguantar tanto canto; si acaso aguantarían la misma cantidad -dos docenas- de bigotudos gambones, ¡que a una buena ración de frutos de mar, vuelta y vuelta, le hago yo un hueco cuando se tercie! (eso, eso, con sus buenos tercios).

Entramos en el 2009 (que ya de por sí, y según se está poniendo el panorama internacional, puede ser una auténtica odisea), y con ello nos ponemos a tiro de piedra de llegar al 2010, que es cuando Arthur C.Clarke había previsto su segunda odisea en el espacio, después de que nos previniera sobre la primera para el 2001, con un relato que titulara "El centinela".

Aún recuerdo cuando sonaba casi a ciencia ficción, no ya la temática espacial de la novela, y de su secuela cinematográfica (dirigida por Stanley Kubrick, casi tan onocido como Cruyff por su naranja mecánica, y que para muchos es la mejor pelicula de ciencia ficción y de la cosa interestelar que haya parido cualquier descendiente ideológico de los hermanos Lumiére), sino lo que conllevaria el cambio de siglo y milenio.

Y es que eran otros tiempos... concretamente 1968. Servidor ni siquiera era un holograma en la mente de mis progenitores. Con un destape incipiente (tanto en lo "fíxico" como en lo intelectual) y una palpable guerra fría, lo más atinado era pensar que el día menos pensado, algún triste desneuronado (bien del bando yanki o del otro lado del telón de acero -como el torero de la canción de Sabina-), desenterraría el hacha de guerra y enviaría a todo bicho viviente a darle por saco a Pedro Botero.

Pero la cosa se quedó ahí. Imagino que, unos y otros, vieron que era más productivo el negocio si se mantenía la tensión, en plan thriller: yo finjo que te toco las pelotas y que tú te ofendes, pero luego descolgamos el telefono rojo y nos echamos unas risas a costa de los julays estos.

- ¿Qué te pasa, hijo de Putin? ¿que no terminas de anexionarte Afganistán?... Deja que pasen unos cuantos años y se confíen que ya les daré yo estopa. A mi lo que me joden son los vietnamitas estos... ¡como lo oyes! ¡que no hay forma de que entren por el aro!... ¡ni con agentes naranjas ni inflándolos a napalm!
- ....
- Bueno sí, verigud, yo te dejo a tí la hegemonía mundial del ajedrez y a cambio Rocky Balboa le curra a Ivan Drago. Y en las Olimpiadas nos repartimos las chapas.
- ....
- Que sí, claro, ¿una lanzadera de misiles en Cuba? ... ¡no problem! ¿tú sabes la de derechos de autor que le vamos a cobrar a Jolivud por esto?... ¡una pasta! ¡ya te digo! A ver a qué la dedicas... ¿te hace una carrerica espacial? ¡tonto el último en llegar a la luna!
- ....
- ¡Hecho! ¡hay que ver como eres, hijo de Putin! ¿cómo se te ocurre mandar una perrica al espacio? ¡haz como nosotros, que mandamos monos! ¿o no viste lo monos que quedaron aquellos tres figurantes... tripulantes, quiero decir, tripulantes, que enviamos a pisar la Luna?
- ....
- Si, no te creas que no lo pensé, pero al final hemos pensado que es menos lío seguir usando las Islas Caimán como paraíso fiscal.


Y desde entonces, poco ha cambiado el tema. Si acaso unos pocos vaivenes para despistar, pero cada cierto tiempo todo se repite en plan día de la marmota. Se vuelven a usar plataformas y pantalones acampanados, se meten en la coctelera películas y canciones del año de la polca y se sacan digitalizadas, y con unos cuantos pufos inmobiliarios y financieros se lanza al hiperespacio una crisis mundial para adormecer al populacho antes de que afilen la guillotina.

¡Qué fácil es manipular a la gran masa social, debidamente desinformada! Basta con una sola letra, la "ERE", para que le entre el canguelo y se paralice en su osadía de subirse a la chepa del poderoso. ¿O acaso no resulta particularmente curioso que, inmersos como estábamos los últimos años en una progresiva carrera para intentar reducir la jornada laboral a 35 horas, de repente se pongan a votar en el Parlamento Europeo una propuesta de más de sesenta?

Una cosa está clara: tú puedes creer o no en la teoría de la conspiración y la manipulación, pero este año tenemos Odisea, ¡o travesía del desierto! Llámalo como quieras. Mas ten claro que cuando creas llegar a un oasis, y que por fin saciarás tu sed, te estará esperando un chiringuito con publicidad de CocaCola. Y lo mismo hasta alguien registra el desierto en la SGAE y cuando quieras salir te cobran "pillaje", como al salir de las autopistas.

¡La leche, que negro lo veo todo! Voy a tener que empezar a comprar bombillas de bajo consumo para verlo con más claridad. O eso, o con la cera que nos va a dar me preparo unos cuantos velones.

Oye, que se me olvidaba: ¡feliz año nuevo!... o lo que es lo mismo: ¡sé feliz si tienes huevos!

2 comentarios:

stani dijo...

"Pos" claro que si, este año va a ser la hostía,seguro, pero seguro seguro... y además vamos a hacer triatlones y "to"

XARLI dijo...

Stani, ¿esta vez lo has entendío a la primera sin tener que releerlo?... Contando con que todavía tienes que tener una de tus dos neuronas adormecida por los efluvios etílicos, significa que estás en plena forma.
Venga, a ver cuando empezamos a sufrir en serio.