martes, 23 de diciembre de 2008

El duro camino hacia la gloria

Tengo que reconocer que el amigo Monti le echó lo que tenía que echarle cuando decidió embarcarse en su particular y osada aventura. Aunque también estoy seguro de que no tuvo en cuenta lo arriesgado de la empresa, y que incluso descuidó un tanto el imprescindible entrenamiento.

Es el típico error de principiante.No sirve la excusa de que está terminando un año olímpico para ponerse a emular las grandes gestas de Beijing. Quien más, quien menos seguro que conoce algún caso semejante, en el que no bastan el arrojo y la entrega. El auténtico sacrificio no está en el día de la prueba. La templanza hay que moldearla a fuego día tras día, como hace el artista del cristal moldeándolo con dedicación y precisión.

Constancia, tesón, entega... Levantarse una y otra vez después de los inevitables tropezones con los que te encontrarás en el largo camino. Y por supuesto sudor, mucho sudor. Y horas, muchas horas. Todo parece poco para conseguir alcanzar la gloria del éxito, sea cual fuera éste.

Hay deportes para los que, cualquier profano, aseguraría que no son necesarios muchos entrenamientos. Entre ellos, claro está, se encuentran las pruebas de perfil anaeróbico, como son la velocidad pura, así como los saltos y los lanzamientos, en cualquiera de sus modalidades. Pero que le digan a los Usaines o las Isimbayebas del mundo si todo fue un camino de rosas en su búsqueda del perfume del laurel...

Monti, ¿no sería, acaso, esa falta de previsión tu peor enemigo? Con razón dicen que fue el exceso de confianza el que mató al gato. ¿O tal vez subestimaste a tu rival? ¿no te comentó nadie que te enfrentabas al mayor de los diablos?

Cabe la posibilidad incluso de que haberlo anunciado tan alocadamente con anterioridad dio opción a tu rival a estar preparado a conciencia para superar tu descontrolado ímpetu. Porque, mi querido Monti -¿puedo llamarte así, en confianza?-, sin ser malos técnicamente tus lanzamientos, ¿olvidaste que te enfrentabas a Georgius, el recordman mundial en la especialidad? Deberías haber considerado que alguien tan acostumbrado a lanzar no se iba a quedar quieto...

Y así fue, y ahora te arrepientes, Montazer. Lo que no tengo claro es si estás arrepentido realmente, pero de no haber tenido más tino, o de haberte olvidado en casa la templanza, o de haber acabado en comisaría como un vulgar delincuente, con la amenaza de una sanción de siete años sin "competir".

Tu contribución estoy seguro de que no caerá en saco roto, para bien y para mal. Igual que Fosbury revolucionó el salto de altura, tu gesta quedará grabada en el recuerdo de todos, y puede que pase a formar parte de los anales del olimpismo.

Querido Montazer al-Zaidi, ni tú ni tu familia y tu estirpe podréis disfrutar de medalla olímpica . Más que nada porque tu especialidad es lanzar zapatos a la cabeza de uno de los muchos indignos mandatarios que pasean su geta con descaro, y no está reconocida aún por los herededos del espíritu de Coubertain.

Tal vez contabas con genética para el deporte como tantos otros oriundos de las tierras de Alá. Pero descuidaste los detalles, te falló el entreno o no acudiste a las fuentes del saber oportunas dejándote guiar sólo por cantos de sirena y no por un entrenador adecuado...

En fin, Montazer, lo peor es que te conviertan en mártir, al más puro estilo yihaidista, y que inspires a los zumbaos estos que se autoinmolan, y además del cinturón bomba, por si falla, les dé por currarse unos zapatos-bomba con los que hacer "estraik" en concentraciones de inocentes, ya que es difícil acceder a los gualtrapas encorbatados, que son los verdaderos responsables del fracaso de que el olimpismo y el fair-play triunfen de verdad en el día a día de nuestra existencia.

Por último, aunque no profeses con los ritos de occidente, permíteme que te desee unas felices fiestas, dadas las fechas en las que estamos. Paz y felicidad para todos.

2 comentarios:

stani dijo...

Xarli! hay cosas que por mucho que se entrene nunca se logra la eficacia suprema, fijate en los penaltis en el fútbol, tiene que ser una presión increible tirarle un zapato al presi del mundo, joder ni el mejor Hugo Sánchez en sus tiempos..olé.

XARLI dijo...

Hablando de entrenamientos, en lo que te estás entrenando mucho con estas fiestas es en el reconocido y prestigioso arte de darte gusto al galillo con el levantamiento y volcado de quintos, ¿eh? ¡Feliz año nuevo!