lunes, 7 de febrero de 2011

Duatlón de los Camachos: sin drafting y a toda brida sin bridas

Había ganas de empezar la temporada. ¡Vaya si había ganas! En los Camachos nos juntamos la flor y nata del triatlón murciano y de parte del mundo mundial, básicamente por la presencia de la checa Radka Vodikova, campeona europea, y de un servidor, que no cuenta para la clasificación final, pero que aporta un colorido y una vistosidad al entrar en meta cuando ya parece que no queda nadie por entrar que pa qué.

El día se presentaba estupendo. También el ambiente. Supongo que la organización lo tenía todo pensado, y con el fin de que tuviéramos tiempo para saludar a los triamiguetes antes de empezar, consiguió formar una cola a la hora derecoger el dorsal que ni la del INEM después de la temporada estival. Los bafles, eso si, un lujazo, a todo trapo, para que fuéramos entrenando los tímpanos.

El caso es que se acercaban las 10 de la mañana, hora prevista para el arranque oficial de la temporada, y de cola en cola, que ahora tocaba la de la revisión de material en la entrada a boxes. El personal calentando de un lado para otro y yo buscando bridas, ya que a alguien se le olvidó meter en la bolsa del corredor, seguramente creyendo que, por aquello de que no iba a estar permitido el drafting, no harían falta para atarse a la rueda del de delante. Así que cada cual se las compuso para poner el dorsal en la bici.

Había ansiedad. Ansiedad y casi doscientos ansiosos que, en cuanto se dio el bocinazo de salida salimos "a toda brida", dispuestos a devorar los cinco primeros kilómetros, como lobos hambrientos. Cada cual a lo que le daba la máquina: los buenos por delante y los que tenemos la herramienta menos engrasada luchando por no quedarnos atrás nada más empezar. Total, que saliendo desde atrás empiezo con ganas adelantando a los del clan "de la cerveza", y al pasa por el primer kilómetro me sorprende ver que mi crono marca cuatro minutos y muy poco. Tan poco como que no me cuadra (si, amigo Stani, yo también pensé que lo habían marcado usando un metro de noventa centímetros o así), y confío en que al pasar por el segundo kilómetro la cosa se regulariza, pero resulta que entonces son ocho y poco, es decir, que aunque no me lo crea voy a poco más de cuatro el kilómetro y tan solo llevo por detrás unos 15 ó 20 de los 200 (cabe hacer mención que a las zagalas las habían soltado unos minutos antes, pero de haber salido todos juntos tampoco hubiera ido por delante de muchas de ellas). Entonces, no sé si saqué la calculadora, o si fue la maquinaria, que iba más rápida de lo que era consciente de poder aguantar, pero bajé el pistón para no dejarme todas las fuerzas antes de llegar a la primera transición.

En la entrada a boxes el crono marcaba 22'06 (¡había ido a 4'26 de media el kilómetro que para la poca suela que gasto es una pasada!). Eso me anima a pesar de que los pulmones los llevo como lijados, pero la más que evidente falta de carbono en boxes (¡vamos, que quedaban allí menos bicicletas que en un reunión de los angeles del infierno!). Como además de la carrera a pie las transiciones tampoco las entreno, me adelanta en boxes hasta el Tato, pero como no hay drafting, me animo pensando en que voy a pillar a algunos duatletas que, de haber sido posible ir a rueda, se me habrían escapado sin remisión.

¡Y así es! A pesar de que no hay al principio demasiado terreno para acoplarse, y que incluso hay un par de subiditas, a partir del kilómetro cinco, tras la bajada, parece que por cosas de la inercia -que yo soy más de bajadas que de subida- hay un par de kilómetros en los que consigo tirar de acoples y ponerme casi a cuarenta yo solito. Entonces en cuando empieza mi particular cacería... Me anima ir superando a gente que me había adelantado en la transición y a otros que me ganan de calle a pie. En la primera vuelta sólo cayeron dos o tres, pero en la segunda es cuando me siento más entonado y adelanto más posiciones (yo calculo que serían más de una docena las piezas que hice, entre ellos una rueda lenticular y otro que iba con una especie de bici de lechero, ¡nada, que por mucho que me esfuerce no me escapo del club de la cerveza!)

Llego a boxes envalentonado y lamentando que no queden otras dos vueltas más, pues cada vez me encontraba más a gusto, y por primera vez en no sé cuanto tiempo, me suelto las zapatillas encima de la bici, sacando sólamente los pies... ¡hoy voy de campeón! Pretendo perder el menor tiempo en la segunda transición para intentar resistir el embite de los que he superado al final. Sólo lo consigo a medias, pues los 2'5 kms finales, sobre todo el primer kilómetro en subida, lo hago arrastrando los pies y con un amago de pinchazo en el gemelo. Me adelantan dos o tres, pero yo hago lo propio con otro par de ellos, así que lo comido por lo servido y llego a meta bastante entero después de todo, con un tiempo total de 1h12'43, aunque con la duda razonable de que fueran dos kilómetros y medio al final, porque eso supondría haber ido a poco más de cuatro, cuando en el mejor de los casos nunca he bajado de 12 minutos en la segunda transición de este tipo de duatlones sprint.

Problemas métricos a un lado y a pesar de que el chorreo detrás de mi es más bien escaso, la conclusión que saco es que me lo he pasado realmente bien. Había venido a eso, y como ocurriera hace un par de semanas en Santa Pola, lo he conseguido. Lo mismo se hace difícil de entender por quienes llegando varios minutos antes que yo andan comentando lo mal que han ido, pero entiendo que quien entrena más, desea obtener un rendimiento acorde. Yo, concentrando todo mi entreno en perseguir los correteos de mi pequeñaja y en alguna salida esporádica y mañanera -esta semana me has fallado Juanico, porque salí una vez y no te vi, jaja-, insisto en que he cumplido mis previsiones, y dado el nivel que se daba cita por allí creo que no podía haber hecho más.

Nuestro Jesusico, al que le propuse que me cambiara su P3 por mi Orbeica, que no le cobraba nada, hizo décimo nada más y nada menos (2º en veteranos), y con Oscar Aroca y Alfonsico Salar entre los 40 primeros, séptimos por equipos, de un total de veintidós. Esta vez no era necesaria mi participación para puntuar por equipos (juas,juas). También estuvieron por ahí Pepico Raja, que estrenaba burrica atómica, y el otro Jesusico, que retornaba a la competición, con los que eché la parrafadica de rigor, así como con Perico y el amigo Lukas Gubler, dos maquinorros de Aguilas. Perico reconoció haber ido tirando miguicas de pan por el recorrido para no perderse en las rotondas, como al parecer si le pasó a más gente (tanto de delante como de atrás). Para la próxima edición, a falta de voluntarios señalizando, pediremos que incluyan en la bolsa un par de bridas y una brújula, y así todos contentos.

Y si después de todo esto a alguno todavía le pica la curiosidad por saber quien ganó, que se lea el Finisher del mes que viene, que estoy preparando la crónica oficial, aunque os adelanto que donde se ponga la crónica de un globero que se quite la aburrida visión de alguien que siempre va en cabeza y sólo tiene por delante vacío y más vacío, ¡qué aburrido debe ser eso de ganar! ¿no?

Y si a alguien le ha decepcionado mi crónica, y acusa una carencia de heróica o de sangre, tendrá que esperar hasta Elche, que es donde espero darlo todo. Como ya he dicho terminé tan anómalamente bien que, ante la ausencia de cerveza en el refrigerio posterior a la carrera (creo que hubo una brasa de cochinerías varias pero yo tenía que volver con mis dos mujercicas), todavía tuve arrestos al llegar a casa para irme de paseo a tomarme la cañica de rigor con mi pequeñaja. Aclaro que a ella la cebada todavía no le va, pero verla comer pulpo es un espectáculo. Casi tanto como ver a un servidor con un teclado delante para escribir, ¡acho, es que yo soy como un IM de la escritura!

3 comentarios:

stani dijo...

Acho, que de tanto cazar y ser cazado parecía que estaba leyendo "jara y sedal",jajaj,en conclusión, que en bici más o menos te defiendes pero no corres un pijo, a pesar de los calcetines esos modernos.... jaja. Te has apuntado ya a Oriola?

stani dijo...

Acho, que de tanto cazar y ser cazado parecía que estaba leyendo "jara y sedal",jajaj,en conclusión, que en bici más o menos te defiendes pero no corres un pijo, a pesar de los calcetines esos modernos.... jaja. Te has apuntado ya a Oriola?

XARLI dijo...

Ves, yo tengo cosas que tú no tienes (pelo, por ejemplo), y tú otras de las que yo carezco, como esa capacidad de síntesis tan aplastante: corro menos que un caracol con muletas y en bici me consuelo pq pillo a algún que otro lenticularis globeraptor. Pues si, he ahí la cruda realidad. Los calcetines esos me dan apariencia de bueno, pero no me hacen correr más ni mejor.
En cuanto a Orihuela, como tiene muchas vocales y me equivoco al escribirla en el navegador, no he conseguido apuntarme, jaja.