miércoles, 5 de diciembre de 2007

¿Sabes más que un mono de primaria?

Para los que no veáis la tele (eso que lleváis ganado), os diré que el titulo que he elegido esta vez es casi idéntico al de una especie de concurso presentado por el "señor de las vaquillas". Me refiero, claro está, a Ramón García.

En él los concursantes, con la ayuda de unos niños que son los empollones de la clase, han de responder a preguntas de esas materias de Primaria que tenemos los mayores tan olvidadas.

Tranquilidad y buenos alimentos, que no me voy a convertir ahora en crítico televisivo. Creo que de la caja tonta está casi todo dicho ya. A lo que quiero referirme es a un experimento que hicieron público ayer mismo que viene a demostrar que los congeneres de la mítica Chita tal vez no sean, como hemos pensado siempre, nuestros ancestros y que el hombre es la evolución, sino justamente al revés. Sé que este planteamiento tampoco es muy original pues imagino que, quien más quien menos, recuerda a Charlton Heston en "el planeta de los simios" (1968), o cualquiera de las 4 secuelas posteriores que han terminado por crear una auténtica saga cinematográfica. Pero el que no se acojona es porque no quiere.

En el experimento en cuestión un chimpancé, a cambio de unos cacahuetes, identificaba perfectamente los números del uno al nueve, y era capaz de recordar en qué lugar se encontraban, mientras que en la comparativa un humano quedaba a la altura del betún.

En éstas -coincidencias cósmicas de nuestro Universo planetario a parte-, a nuestra actual ministra de educación (permitidme que, como se decía en el mismo inicio del Quijote, no quiera acordarme de su nombre, pues he decidido, en lo sucesivo, no mencionar nombre alguno de persona que no haya hecho nada de relevancia, y el ser o haber sido ministro, del color que fuere, no me parece acto reseñable de por sí), le llegan los datos de una encuesta europea llamaba "Pisa" de resultados desastrosos. Es posible que el nombre se lo hayan puesto para reflejar que, al igual que la monumental y archiconocida e inclinada torre de la bella ciudad de la Toscana italiana, no hay quien enderece el rumbo de la educación.

Lo cierto es que a nadie parece importarle un bledo la educación. Pensándolo bien, la educación, como "plaga" en que puede llegar a convertirse, hay que tenerla bajo control. ¿No habéis pensado nunca el peligro que supondría para los políticos tener que enfrentarse a poblaciones cultas, bien formadas académicamente y con criterio propio e independiente a las que no resultan, por tanto, tan fácil arengar y engañar?... Por eso, legislatura tras legislatura (a los datos me remito), sin importar que sean los unos o los otros quienes ostenten la mitra papal de la política, se hacen logses, loes y otras variopintas reformas, todas ellas simplificadoras, con el pretendido fin de mejorar pero que, en realidad, nos están llevando a niveles aún más bajos, casi a la altura de eslabones que pensábamos perdidos. Si se me permite, y con todos los respetos, a la altura del mono.

Porque además de chicas "monas", hay mucho mono de feria pululando por ahí. Monos amaestrados que lo mismo se ponen una capucha y pegan tiros a bocajarro, que revientan manifestaciones pacíficas lanzando consignas aprendidas a base de palmetazos o persiguen a concejales de patillas largas y tendencias sexuales alejadas de lo habitual o se enfrentan brutalmente a otros congéneres faltandoles al mínimo de los respetos.

De verdad os lo pido: no veáis en mis palabras inclinación política alguna porque no la hay. Me parecen igualmente deleznables la extrema derecha y la extrema izquierda (salvando a Paco Gento que corrió por ella como alma que lleva el diablo), me parecen así mismo ridículas las manifestaciones a favor de un alcalde, independientemente de las siglas, del que se sospecha que ha cometido fraude en la ostentación de su cargo público, y que, gloriosamente, se defiende aduciendo que los cincuenta y cinco mil euros (casi 10 millones de las antiguas pesetas)que tenía en casa eran fruto del ahorro. Y me parecen catastróficos los prejuicios que emitimos sobre los más dispares temas sin disponer de un mínimo de formación e información, algo que les viene de perlas a la prensa rosa de nuestro país, sustentada en el deporte nacional que, contrariamente a lo que pudiéramos pensar, no es el fútbol, sino el despelleje, el cotilleo y la envidia insana.

¿De verdad a estas alturas aún te cabe alguna duda de si sabemos más que un mono de primaria? A mi no. Creo que es de las pocas cosas que tengo claras.

7 comentarios:

stani dijo...

Este es mi Xarli, si señor, ahí dónde se hace daño... olé.

Anónimo dijo...

Xavi al habla. ¡Gracias por aclararme lo del informe Pisa! Ya decía yo que... "algo tiene el agua cuando la bendicen". En fin, yo creo que con "inyecciones de cemento responsable familiar" en los "cimientos de la educación", podemos conseguir que al menos... no se caiga la "Torre de la educación".

XARLI dijo...

Hombre, Xavi, bonita metáfora esa de la torre de la educación, los cimientos, con el cemento para fortalecer... en fin, tú si que eres una voz cualificada en estos temas con tu media docena de xurumbele, ja,ja

Anónimo dijo...

Que no, Xavi, que no.
La educación y formación en el seno de la familia ha de ser un complemento a la que reciba en lo que otrora eran los templos de la sabiduria.
No tiene que sustituir,ni completar, sino COMPLEMENTAR. Y lo que están haciendo es desmantelando la formación, y dejando en manos de la familia la educación.
Y si, la frase te ha quedado muy bonita, acho.

Jetlag-Man dijo...

Qué razón tienes Xarli. Si fueramos todos más educados y cultos tendríamos que traer políticos de fuera, y ¡ni Dios vería la televisión, que es una auténtica vergüenza!

Jetlag-Man dijo...

¡Ah, se me olvidaba: ten cuidado que ahora que eres popular y sales en la tele puedes acabar en uno de esos programas tomateros!

XARLI dijo...

Gracias a todos (me encantaría decir también "y todas", en plan lehendakari, pero voy a empezar a pensar que estoy perdiendo el "sesapil", porque en mi blog sólo entran tíos (algunos con bigote como el amigo Estebi). A ver si mi aparición "aficionada" en la tele sirve para algo, ja,ja.

Ramón, tú lo tienes fácil, porque imagino que tendrás poco tiempo de ver la tele, por lo menos en este nuestro país de pandereta (ahora más que nunca, ja,ja), aunque lo mismo cuando estás por ahí en lugar de entrenar como un loco en esos escenarios olímpicos te pones ciego buscando canales de esos donde dan las noticias mozas ligericas de ropa. ¡Eso si es tele de calidad!