domingo, 11 de abril de 2010

Se busca babero impermeable, talla XXL

He buscado sin suerte por todas las tiendas de ropas y cachibaches para niños occidentales que puede haber en los confines del primer mundo, ¡y nada!... Obviamente ni se me ha ocurrido mirar en las tiendas de esos otros mundos que no juegan en esta injusta y vergonzosa liga de las estrellas humanas, porque por ahí bastante tienen con subsistir como para andar preocupándose por pichichadas y sacacuartos varios, de esos que sirven tanto para atontar a infantes e infantas como para idiotizar a sus papás, que pagamos lo que haga falta en pro de la tan paternal y universal máxima del "que no le falte nada a mi niño". Ilustraré este comentario reaccionario -vertido en pro de la utópica igualdad entre mundos dentro de este mundo-, reseñando que con los 20-30 euros que aquí nos gastamos en un juguete infantil cualquiera, de esos a los que el infante hace caso dos minutos y luego pasa a formar parte de esa masa ingente de estorbos con los que se tropiezan papi y mami por la casa, vive una familia etíope de las afortunadas durante un mes.

Los tejados de Africa desde el hotel:


Siguiendo con lo de las babas, la otra alternativa que se me ocurre pasa por ponerme en contacto con L'Oreal, Lancome u otros laboratorios de similar o mayor enjundia, y ofrecerles mi baba a precio de costo para que ellos le saquen el pringue; si la baba de caracol se cotiza a buen pelo, no sé yo porqué la que yo llevo produciendo desde el día siguiente a nuestra llegada a Addis no les iba a servir aunque fuera para curtir pieles de cabra(curiosamente el nombre de la capital de Etiopía es Addis "Ababa").

Y es que llevo así, dejando rastro por doquiera que voy, va para cuatro semanas. Los que ya sois padres me entenderéis perfectamente; y los que aún no tenéis retoños sabed que aunque puedan faltar los dineros (por el considerable pico que se llevan pañales, leches de bote, y ropajes y artilugios varios), tiempo para todo -lo demuestra el hecho de que no hubiera escrito nada en mi blog- y, claro está, el sueño, lo que no faltará nunca contemplando la risa de un niño/a son las endorfinas y la subsiguiente cara de papa-tonto de baba. Normal viendo la foto, ¿no creéis?


De verdad que os lo recomiendo. Al fin y al cabo, cansa tanto como un buen triatlón y es igual de adictivo. ¿He dicho igual?... Pues no. Es mucho más. Como de aquí a Addis Abeba atravesando el Mediterráneo a nado, remontando el Nilo a lomos de un cocodrilo, y acabar corriendo delante de un león hambriento.

PD: adjunto fotos de mi entrenamiento en altura (arma secreta de mi preparación para Elche). Confío en que ninguno de vosotros se raje y no tome la salida siendo consciente de que os puedo crujir vivos a tós.



También, para que nadie piense que me dopo, aporto fotografía de la pócima mágica que utilizan en altura y de la que me he puesto ciego.

4 comentarios:

stani dijo...

Ya está bien que presentes en sociedad a la zagalica, pero no te veo, con el biberón, no te veo....

Acho! el domingo a muerte....

XARLI dijo...

pues ya casi he dado más biberones que metros he corrido este año, ja,ja... Me tenías que haber visto dando un biberón a veintinosecuantosmil pies ... ¡eso es entrenamiento en altura!
En cuanto a lo del domingo en Elche, no descarto que el trastorno me dé a mi...

Pedro Mª Campoy dijo...

Cuentanos tu crónica! que te perdiste con el arroz y después no te encontré.

XARLI dijo...

Pedro, además de ser un tío grande (por lo alto de cuerpo y de espíritu), debes de ser un pelín masoca... ¿tú sabes a lo que expones al resto de congéneres de la raza humana pidiéndome una crónica del triatlón de Elche? ¿no te das cuenta que los que tardamos más de 6 horas tenemos más cosas que contar? jajaja
Bueno, ya estoy en ello. La iré subiendo por partes pq de lo contrario sería infumable.