miércoles, 19 de mayo de 2010

V Triatlón de Cartagena: MAS GLOBEROS QUE MARINEROS

Para lo que ha sido en la historia el puerto de Cartagena, y el número de barcos con sus marineritos y todos que atracan en sus muelles (incluyendo de vez en cuando algunas legiones de retoños rapados del tío Sam que se pasean por la ciudad departamental masticando chicle), el pasado domingo por la mañana había en el puerto de la ciudad departamental más globeros que marineros.

Entre los primeros, obviamente, se encontraba servidor que, cual Flipy del triatlón, se disponía a experimentar hasta donde le dan a uno los músculos y las fuerzas participando en un triatlón no habiendo hecho NADA, pero lo que se dice NADA, con toda su literalidad: CERO PATATERO, NAIN, NOZIN OF NOZIN... en las últimas tres semanas, y con el raquítico bagaje de lo que va de temporada que paso a enumerar:

NATACION => desde el pasado mes de septiembre, cuando recogimos los bártulos playeros de fin de semana y pusimos fin a la temporada de baño -que es cuando aprovecho para nadar un ratico, nunca superior a la media hora-, el menda ha nadado 3 veces en piscina, a razón de dosmil metros por sesión, más el arrebato ilicitano, que sumando otros dosmil metros, dan una suma total que asusta: ¡lo que cualquiera de vosotros que se prepare medianamente hace en una semana, yo lo he hecho en nueve meses!

BICICLETA => tal vez sea el apartado que, aunque de lejos, pueda parecerse a lo que es un entrenamiento... Mira, ¿para qué engañarnos? Mis kilómetros de bici este año son también para darme un premio, pero al tío que se queda los fines de semana al calor de las sábanas, porque me sobran dedos en las manos para contar las veces que he salido, y de entre ellas sólo he hecho una vez más de 100 kilómetros (fueron 101 y porque no tenía a mano el número de teléfono del sepulturero porque lo habría llamado a medio camino para decirle que me fuera preparando el terreno -de este episodio seguro que se acuerda el bueno de Stani porque sin su rueda amiga todavía no habría llegado a casa-);otro par de veces he estado por los ochenta o noventa (allá por octubre o noviembre creo recordar), y luego ya alguna sesión de spining, que tal vez haya sido lo que me ayudó a solventar Elche con cierta dignidad.

PIE => Si me han salido dos medias "oficiales" -ninguna de ellas por debajo de 1h45-, y otras dos oficiosas por la mota del río (ahí si, ya ves tú, con sensaciones decentes), más la penitencia por las dunas de los Arenales de Elche, en plan coche de San Fernando (un ratico a pie y otro ratico andando), y alguna que otra tirada por encima de los diez kilómetros, pero nada de nada de series ni de farlek, ¿qué voy a pedir?... Pues mira, aunque sea una pregunta retórica, se me ocurre que le podría ir pidiendo a los Reyes un par de rodillas nuevas, porque las que tengo están para entrar con pico y pala y azulejarlas todas...

Por tanto, teniendo en cuenta que un triatlón se compone de los tres ítems anteriormente citados, ¿qué se puede esperar?

Volviendo a Cartagena, que es donde me había quedado. Pues eso, que el mono pudo conmigo (y no me refiero al mono de triatlón porque este año tenemos un dos piezas de categoría), y dado que me quedé con ganas de hacer el particular triatlón de San Pedro, con su prueba de natación a pata, me presenté en Cartagena con toda la ilusión del mundo, dispuesto a llegar, aunque fuera agarrado al coche escoba.

Pero hete aquí que fue enfundarme el neopreno (no estaba el agua como para hacerse el machito metiéndose a pelo, que ya me conozco yo esa sensación de la primera vez que hice Cartagena), y me empecé a sentir triatleta... no sé, una sensación rara. Entre eso, que había dejado los acoples puestos a la bici y que me saludaban los buenos (lo siento Felipe, no lo digo por tí, es que estuve hablando con nuestro compañero Bart Jaeken antes de empezar), empecé a pensar que podía hacer algo grande y sonado; ya lo estaba viendo rotulado en grandes titulares: "un globero que no entrena se lleva el trofeo de campeón del triatlón de Cartagena"... pero en cuanto sonó la bocina para empezar la natación (con media hora de retraso, por cierto), pude ver que ponía ese periódico virtual en letra pequeña: "la policía aún lo busca para restituírsela a su dueño, el vencedor de la prueba".

En fin, que ya estábamos nadando, yo por la "zona limpia" (es que últimamente veo las carreras de F1), para no llevarme manotazos que interrumpieran mi estado de meditación natatoria. Y como que no me sentía mal; yo a mi ritmo, que debe ser el mismo desde que empecé a nadar cuando tenía siete años, porque me salieron sólo unos pocos segundos más que el año pasado, y eso a pesar del ralo entrenamiento que he relatado en párrafos anteriores.

Las globerías empezaron en la transición que hice plácidamente sentado junto a José María, compañero de club de Felipe, y justo detrás del cual había salido del agua. Creo que cuando el cogió la bici y se marchó yo aún estaba sacando la segunda pata del neopreno, y seguía llegando gente y marchándose... ¡se nota que esto de la transición tampoco lo entreno!

Total, que si aspiraba a coger algún grupillo, aunque fuera pequeño, para hacer una bici en condiciones, dado que cuando llegué a boxes aún quedaban un buen número de jumentos, por tortugo tendría que apechugar contra el viento en solitario, ya que el percal que salía era folklore puro (uno ví que hasta llevaba portaequipajes en la bici, ¡con eso queda tó dicho!).

Era lo que tocaba, así que no tuve más remedio que acoplarme y salí dispuesto a tirar hasta reventar. En la primera recta adelanté a unos cuantos, por unos momentos me creía el primo globero de Cancelara. Iba hasta acoplado... Pero no iría tan cañón cuando se me enchufaron a rueda varios. En un par de ocasiones miré para atrás, por ver si la cuadrilla entendía la indirecta, pero la peña iba tan tocada de globería como yo o más. O lo mismo menos, porque el panoli lo hacía yo tirando. O tal vez no, porque yo había ido a hacer mi carrera.

En éstas llega la primera subida, y yo entonces veo la jugada: uno de los que llevaba a rueda se pone delante, en plan Contador... ¿y qué os voy yo a "contar"? ¡hasta ahí podríamos llegar!... ¡de algo tenían que servir las series sufridas en la cuestecica del Valle!.. así que a plato y a pulmón, volví a coger el mando del mini grupo (si es que alguna vez fue grupo) y llegué al giro en primera posición... ¡olé mis webs! ¡y vaya calentón tonto!... pero para el que no tuviera conocimiento de ello, que sepa que el globero también tiene su honor.

A partir de ahí la cosa cambió... creo que surtió efectos la demostración y quedó claro quien mandaba... ¡me convertí en el Garibaldi de los globeros!... y hasta en una ocasión, ya mediada la tercera vuelta tuve que llamar al orden a uno de los que acabábamos de alcanzar que tiraba por otro lado, para ver si nos poníamos de acuerdo y no hacíamos más el gili-globero, como si aquel mini grupo fuera un dragón de tres cabezas...

Nos había adelantado el grupo cabecero (que eran 8 ó 10 unidades) en la segunda vuelta (para ellos la última), y aunque intenté aguantar, me reventaron en la subida. Luego me pasó Bart que iba un poco rezagado (pero que terminó dándose un festín a pie adelantando gente -lástima que sólo llegara cuarto-). Yo no albergaba duda alguna al respecto de mi rendimiento en bici, pero me quedó del todo claro con estos repasos que nos daban los primeros.

Al final, después de todo, me quedé con el buen sabor de boca de haber cogido a bastante gente (incluso a José María), ¡lástima que a Felipe no lo pude doblar, jaja!

La segunda transición tuvo un nivel de patetismo similar a la primera, razón por la cual la media docena largo de desperdigados que había conseguido llevar detrás de mí, cual flautista, salieron por piernas de boxes antes que yo. Algunos en la clasificación final me lo explicaron con 2 ó 3 minutos de diferencia, pero después de todo, y de que un "Yankauskas" casi me abrazara al llegar a meta (no se dió cuenta de que la bandera de su Lituania natal coincide en coloración con la de la Etiopía de mi niña -que es la que enarbolo yo ahora en mis carreras-, razón por la cual me estuvo persiguiendo por entre la gente que se arremolinaba en la meta), quedé satisfecho, con la sensación de haber cumplido, de haber estado a la altura de lo que se podía esperar de mí dadas las circunstancias y los entrenos. ¿Y qué si entraron por delante de mí 150? Si en el país de los ciegos, el tuerto es el rey, este globero es el jefe de la cuadrilla del último quinto... de participantes, porque como ya os he dicho, más globeros que marineros ví la mañana del domingo.

5 comentarios:

stani dijo...

Acho! felicidades, no has quedado el último, voy ya por la mitad de la crónica, espera un momento que voy a estirar las piernas y a coger aire que ahora vuelvo....ya estoy aquí, vamos no me jodas!!! tirando de un grupo tú? eres el puto amo,jajajaj. Hubo cerveza o no hubo cerveza, tanto escribir y lo más importante lo dejas en el tintero.... olé.

stani dijo...

Vamos a ir el domingo a ver al Pepe del Sequé? joder que tengo que estar detrás de ti como de las mujeres(antes de retirarme, ojo)

XARLI dijo...

Stani, ¿has terminado ya de leer? ¡qué valor que tienes! Casi me lees de un tirón, y sin protección y sin ná... ¡que tiemble Niza que se van a levantar olas de cinco metros cuando salgas del agua!
La cerveza la reservé para tomármela al llegar a casa, que me estaba esperando mi peque para que le diera su puré de verduras y le narrara la aventura...

Pepe del Sequé dijo...

Xarli, que emocionante la parte de la bici y que poco te has estirado en la carrera a pié, yo que me había traido un vino y un plato jamón como el que se lleva las palomitas al cine, para disfrutar sin interrupciones, meao y cagao. Intenté imitarte no entrenando en natación a ver que tal, pero no me ha funcionado y además de volver a mis registros del año del naranjito llevo dos dias poniendome "radio salil" que no es una emisora local sino un antiinflamatorio con efecto "antídoto de la lujuria" en el hombro (y no es de cascármela). Enhorabuena, me alegra ver que sigues disfrutando de las cosas buenas de la vida y de los triatlónes también y no haces como esa panda de despilfarradores que pagan una inscripción (al precio que está el kilo con la crisis) y !! hala!! a acabar cuanto antes. !! que avaricia!! tó pa mí. Díme la verdad ¿a que podías haber entrado antes pero no te salió de los güevos? Es que el disfrute hay que estirarlo de aquí a Finlandia. Bueno quería que el comentario fuese más largo que la crónica pero me he quedado sin jamón y hasta ahi podríamos llegar. Un abrazo y nos vemos el fin de semana.

XARLI dijo...

Pepe, mira que eres duro... ¿cómo se te ocurre decirme que no he puesto nada de la carrera a pie? ¿es que aún querías más crónica, jaja? Voy a tener que enchufarme yo esa emisora de radio que dices a las rodillas, pues llevo dos meses que las tengo como arrendadas, pues no dejan de quejarse y de impedirme que trote como los cochinicos, que es lo que suelo hacer yo para terminar los triatlones. Ese es un poco el resumen.
Con respecto a tu duda de si podría haber entrado antes... ¡hombre! ¡por supuesto! ¡la duda ofende!... podría haber hecho como Pedro Martínez de la Rosa, que está acabando todas las carreras antes que los demás formuleros, jaja