sábado, 2 de junio de 2007

CON LA BOCA LLENA

Desde bien pequeño, por aquello de los modales, me enseñaron que no se debe hablar con la boca llena. Yo, más que por modales, creo que es una reminiscencia del instinto de supervivencia, que tan fielmente reproduce el dicho: "oveja que bala pierde bocado". Y es que hablar en tiempos de carencia y de racionamiento, más que pecado (que lo puede llegar a ser según lo suelta que se tenga la lengua) es gilipollez. Imagino que, por eso, siempre se decía de los poetas que eran unos muertos de hambre, cuando no maricones...

Ahora, en cambio, se nos llena la boca hablando de algunas cosas. Una vez cubierta la primaria necesidad del manduque (de forma abusiva los más de los casos), podemos dedicarnos a dárnoslas de eminencias en lo tocante a la gramática, haciendo uso de la verborrea, que no es enfermedad venérea sino habilidad en el uso de la palabra y en el arte de la dicción.

Cuanto más largas y estrafalarias sean las palabras, más llenamos nuestra cavidad bucal e hinchamos nuestro orgullo de literato de la copa grande. ¡Si tuviéramos que pagar por lo que hablamos habría más silencio! Y no diríamos tantas majaderías. Ni seríamos tan políticamente correctos, con perdón de la expresión, que me han recomendado que no hable de política si no quiero buscarme la ruina (a pesar de que las elecciones, a Dios gracias, ya se han acabado).

A lo que voy, que del dicho al hecho hay largo trecho. Y bien que nos empeñamos en agrandar esta distancia. Porque, en esa sociedad tan progresada y vanguardista, hablamos de Solidaridad, Igualdad, Respeto, Libertad y la madre que parió a Panete con una soltura y una parafernalia, que bendito sea el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Y yo me pregunto que quien cojones practica con el ejemplo... Que aquí cada uno vamos a lo nuestro. Nuestra verdadera escala de valores es la de que el más tonto hace relojes o la de homosexual el último.

Si, ya sé que me pongo demasiado trascendente delante del teclado. Será que me sale la vena reflexiva. Me pongo a pensar y me digo que estamos todos de mierda hasta los ojos y que, a pesar de eso y de lo mal que huele, seguimos cerrándolos (digo yo que será para que no se nos irrite la niña bonita o se nos corra el rimel con tanto excremento). Corrupción -y no sólo en Miami-, marginación, contaminación, depresión, degradación...

La culpa la va a tener la dichosa física de tercero con tanto "ión". Supongo que por eso escogí las letras. Y ahora, pertrechado con estos peligrosos armatostes que permiten dar rienda suelta a los más desgarradores pensamientos, me pongo filosófico, sin decir nada y diciéndolo todo.

Disculpadme los que aún tengáis el valor de seguir leyendo mis peroratas. Cada loco con su tema como diría Serrat. Pero no os quedéis callados, ¡jodíos!... que me da una cosa ver que nadie, además de mi apreciado y aventurero Estani, se anima a poner algún comentario. Lo mismo es que nadie me lee y estoy igual de solo, en este mundo tan absurdamente globalizado, como los miles de millones de seres con los comparto existencia y poco más.

Bueno, venga, que la cosa tampoco es aún tan patética ni yo soy la misma reencarnación de la tragedia griega. Terminaré con un soplo de esperanza, con la brisa húmeda del mar que, en su constancia, embiste afanosamente contra la costa con su espíritu moldeador. Con ánimo. Con moral. Con ansias de vivir y de beber. De sufrir y de vencer....

¿Sabes que te digo? Que si se te llena la boca, que te tomes un buen pelotazo. Que con vino o con ginebra las penas son menos penas, y se engullen mejor, ¡qué pijo!

Nota postrera: Había pensado hablar de otras cosas de las que se puede llenar la boca, que no son palabras precisamente, pero la decencia y el decoro me aconsejan que no lo haga. ¡Échale tú imaginación! :-)

Y otra nota más: no te preocupes si no aciertas a entender nada de lo que quería decir. Tómatelo como una prueba. Será muy buena señal y seguro que eres más feliz que un mandril saltando de copa en copa, con su culito rojo.

2 comentarios:

stani dijo...

oye! algunos ponen la x en otros fines de interes social en la renta, y ya son solidarios por un año, jajajaj. Cuando llegamos a una edad ya no nos quedan fuerzas para luchar contra los molinos de viento. Cuando somos jovenes queremos cambiar el mundo y ahora sólo pedimos que el mundo no nos cambie a nosotros. ojo! todo esto es de garban.....pero por ahora nos tomanos un ging-tonic por si acaso.

XARLI dijo...

Querido amigo luchador:
Yo no lo hubiera dicho mejor... si acaso con más barroquismos. Y ya no te digo ná si lo sentencia Garban, que ahí vuelvo a estar contigo en que sólo se puede decir: ¡amén Jesús! (o amén Paco, para ser mas propios).