jueves, 19 de junio de 2008

¿PODEMOS?

Había pensado en otro enunciado para el título, pero finalmente me he contentado con ponerle un par de interrogaciones al jodido eslogan con que nos están bombardeando los de Cuatro por la cosa de la Eurocopa y las ilusas pretensiones de pasar de cuartos, como en plan inquisidor-escéptico.

Parece que no escarmentamos. Al igual que a José Tomás, el torero, le va lo de arrimarse y olerle los cuernos al toro, citando con descaro a la imperturbable madame de la guadaña, a nosotros los españolitos nos va lo de darnos de ostias con el mismo pedrusco una y otra vez, en plan ritual. Nos obcecamos. Nos ponemos a darle lustre a alguna estúpida revancha (los italianos lo llaman vendetta, y son los putos amos, que para eso inventaron la mafia) y terminamos saliendo escaldados. Lo que se dice compuestos y sin novia.

¿Y qué si a Luis Enrique -el otrora futbolista, metido a las cosas triatléticas y que, según he oíod, vuelve a coger los bártulos futboleros aunque desde esa barrera de preferencia que es el banquillo-, le partió la nariz Tasotti, aquel tronco que tenian los italianos para repartir estopa? Es normal que nos den loción para el pelo y que sigamos atragantándonos. ¿He dicho ya que no escarmentamos? Con Raúl o sin él. Porque nosotros, de otra cosa no, pero de Cardeñosas andamos sobrados.

Y si por un casual sucediera lo imprevisto, cumpliéndose el musical vaticinio de los miles de animosos manolos que están appoyando a "la roja" -dándole al bombo y seguro que también a la Bombay- en las tierras de Mozart, Guillermo Tell y las garrapatas, y "el próximo veintidós, Italia dice adios"... no perded de vista lo que, ya en tiempos de la manzana, asegurara don Isaac Newton, pues más dura será la caída.

Asi que, ya puestos, ¿por qué no ahorrarnos sufrimientos innecesarios? Lo dejamos en cuartos, sin apurar prórrogas que conlleven riesgo cardíaco a todo aquel que esté delicado de salud, no vaya a ser que al final terminen canonizando a San Luis Aragonés y declaren obligatorio en el futuro rascarse las partes más inverosímiles del cuerpo durante las ruedas de prensa... ¿os imagináis a Zapatero o a Rajoy realizando esas difíciles posturas del sabio de Hortaleza mientras hablan de sus desaceleraciones, sus transferencias hídricas y del precio del barril de brent o de la estrella de levante?

Para terminar con un guiño al triatlón, desvisto al título de sus encorvados garfios interrogativos y lo adorno con esos dos palitroques y sus respectivos puntos, en señal de aliento y alegría, y afirmo con rotundidad, sin temor o duda algunos, que nosotros, ¡SI QUE PODEMOS!.

¿Pero podemos qué? En principio tirarnos sin miedo a las aguas del puerto de Cartagena, que nunca se ha caracterizado por ser el mejor hábitat para la vida animal. Porque esto no es el Cantábrico con sus espectaculares acantilados. Luego ya veremos lo que se va terciando. Lo mismo drenamos la bahía tragando agua e hidrocarburos varios en la natación del primer sector, aunque seguro que con un poco de esfuerzo conseguimos rservarle un hueco a la cerveza del cuarto sector. A ese deporte ya le tenemos más afición en España, y seguro que pasaríamos de cuartos en todos los europeos, mundiales y olimpiadas que se celebraran. Tendremos que hablarlo con el barón de Cobertén.

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